El Consistorio busca un "encaje legal" para permitir el regreso de las terrazas a Van Dyck

Antes o después, el retorno de las terrazas a las plazas de aparcamiento de la calle Van Dyck parece algo inevitable. Representantes consistoriales y hosteleros de la citada zona se reunieron ayer en un clima de "cordialidad" y con "espíritu de trabajo" para analizar las posibilidades de que las mesas y sillas regresen a las plazas de estacionamiento. 

Según fuentes municipales, el Consistorio recordó a los bares "el compromiso provio que ya existía" por su parte para "modificar la ordenanza que regula las terrazas" y "darle encaje legal a la realidad de la zona de Van Dyck teniendo en cuenta la normativa nacional que obliga a dejar 1,80 metros de espacio para los peatones". Los hosteleros recogen firmas para pedir la vuelta de los veladores.

Si Van Dyck es famosa por algo, además de por la profusión de bares, es por la estrechez de sus calles. Si una norma nacional obliga a dejar 1,8 metros de ancho para los peatones y las aceras no dan bastante de sí, sólo caben dos posibilidades: o no poner terrazas o llevar las mesas y sillas a las plazas de aparcamiento, igual que durante la pandemia. 

"No hay nada concretado"

En el Consistorio, sin embargo, matizan que aunque entienden las "reivindicaciones" de los hosteleros y la "importancia" de este sector para la economía de la ciudad "cualquier decisión que se tome por parte del Ayuntamiento será siempre dentro de la legalidad y en este caso obliga a modificar la ordenanza actual". Es decir, que hasta que no se retoque la ordenanza -que a todo esto, lleva menos de seis meses en vigor- no habrá terrazas en plazas de estacionamiento.

Las preguntas de si habrá acuerdo con los hosteleros, de cuándo se modificará la ordenanza y de cuántos puestos de parking se eliminarán no tienen respuesta por ahora. "No hay nada concretado", insisten desde el Ayuntamiento. Lo único cierto es que, llegado el momento, se sacrificarían sólo plazas de aparcamiento pero "el tráfico en ningún momento se va a cortar". La posibilidad de ocupar directamente la calzada es "absolutamente inviable".

El dilema con los vecinos

Además de los negocios, está la opinión de los vecinos. Fuentes municipales explicaban esta misma semana que la solución al dilema de las terrazas tiene que tener en cuenta la valoración de los residentes. Una encuesta en 2022 "arrojó prácticamente un 50% de opiniones favorables a la eliminación de plazas de aparcamiento para las terrazas y otro 50% que se oponía".

Algunos vecinos manifestaban hace unos meses su satisfacción porque hubieran quitado los veladores de las calles, ya que habían ganado en tranquilidad: "vivo en un quinto y las voces se escuchan como si estuviera a ras de tierra", protestaban. Veremos que sucede si las terrazas regresan a Van Dyck y esta vez para quedarse.