Cambio de manos para continuar un legado salmantino: "Sería una pena que se perdiera un negocio de 30 años"

Treinta años son toda una vida. Treinta años cuando uno es emprendedor y busca hacerse un hueco se traducen en multitud de sentimientos. El miedo a no terminar de lograrlo, a buscar constantemente seguir mejorando o a buscar segundos al día para mejorar son algunos de los que vivió durante estas tres últimas décadas Andrés Hernández, dueño de Caravanas Sitmon. Este taller especializado fue un referente del sector gracias a la labor de Andrés, quien ubicó su espacio a la entrada de Doñinos de Salamanca y logró convertir a su negocio en un lugar próspero.

Sin embargo, llegó la hora de jubilarse y la iniciativa 'Negocio Rural' de la Diputación de Salamanca fue el escaparate para lograr encontrar un sucesor que diera continuidad a un esfuerzo que no ha cesado por su parte. Esta línea de actuación de la institución provincial sirve de nexo entre personas que dan un paso al lado para disfrutar de su jubilación o que deciden desprenderse de un negocio y otras que, en caso inverso, buscan emprender una nueva aventura.

Ahí se encontraron los caminos de Andrés y de Rubén Prado. Este último es propietario de un negocio de alquiler y venta de autocaravanas en Villares de la Reina, así como de un lugar de estacionamiento para los propietarios de las mismas. Un trabajo similar al de Caravanas Sitmon y que llevó a Prado a dar el paso de aumentar sus líneas de negocios.

"No nos queríamos dedicar a ser un taller, pero nadie lo cogía y antes de que se pierda un negocio de 30 años que sería una pena…", explica Prado a Tribuna Salamanca. Una frase con la que resume lo que le llevó a aventurarse profesionalmente y trasladar este taller a Villares de la Reina. Esas ganas de no dejar caer un negocio ya asentado en la provincia han dado paso a un tiempo de trabajo en la sombra para poder arrancar oficialmente en pocos días en su nueva ubicación, unas instalaciones "nuevas" donde Andrés Hernández no ha dejado de pasarse para ayudar a Rubén en todo lo posible como él mismo explica. "Nos sigue apoyando y viene a vernos", recalca.

De momento el trabajo no es de cara al público, pero este nuevo propietario está poniéndose "al día" en busca de dar un impulso a un sector donde lleva tres años y que crece anualmente. La conexión entre sus dos áreas es evidente, por un lado da la posibilidad de comprar o alquilar autocaravanas, ofrece un espacio para estacionarlas y visitar Salamanca y, en caso de necesidad, de reparación. "Atrae mucho público extranjero que necesitan piezas y se quedan", matiza Prado, quien pone en valor la ubicación entre las conexiones de Europa y el resto de España para acceder a Portugal o de la propia Ruta de la Plata.

Caravanas Sitmon ha cambiado de manos, pero el espíritu emprendedor sigue siendo el mismo y Andrés Hernández ha encontrado en Rubén Prado a un digno sucesor. Una figura que continuará un camino que seguirá dando pasos hacia adelante contando ya con treinta años a sus espaldas.