La papeleta era complicada para Jorge García. El entrenador salmantino se estrenaba a cargo del Salamanca UDS después del paso al lado de Rafa Dueñas y lo hacía ante un Pontevedra que podía celebrar este mismo domingo el ascenso matemático a Primera RFEF si ganaba en el estadio Helmántico y el Numancia caía en su partido. No se pudo evitar la victoria gallega, aunque el ambiente pareció renovado gracias a la figura del técnico charro. Un triunfo anímico de cara a lo que queda de liga y que contrastó con el 1-3 vivido sobre el verde.

Los locales salieron con las líneas más juntas y con más ímpetu que en las últimas jornadas, pero la suerte no estuvo de su lado. Caramelo personificó el esfuerzo colectivo presionando en campo propio y rascando balones en su propio córner. Fue una imagen que arrancó aplausos en la afición junto al contraataque de Loren y Juancho que detuvo bien Edu Sousa, aunque desaparecieron brevemente con el 0-1 de Samu Mayo.

El primer tanto llegó a los siete minutos y en el primer disparo del Pontevedra. Fue un golpe duro en un latigazo desde fuera del área que sorprendió a un Jonvi que nada pudo hacer para detenerlo. Los ánimos regresaron desde la grada, pero el segundo gol apareció en el minuto 13 con un error de Curro en el que perdió la pelota y permitió a Álex González anotar el 0-2 sin ningún impedimento.

Con todo en contra, Jonvi evitó el tercero de la tarde con una parada a Álex González. Por su parte, Edu Sousa evitó el gol local con una buena intervención de puños en una falta de Loren y una volea de Caramelo. Fueron las dos más claras del Salamanca UDS en una primera parte que se terminó con el 0-2.

La segunda parte arrancó con serios problemas defensivos en el cuadro local. Jonvi se vistió de héroe y sacó dos manos a Álex González y Samu Mayo, además de que Dalisson e Igor también tuvieron ocasiones muy claras que no acabaron entrando. Jorge García aprovechó para meter a Rubén de Tomás y Ares, dos piezas que revolucionaron el choque.

Dalisson perdonó primero y después lo hizo RDT. Al delantero se unió después Emaná, otra pieza más que generó problemas a la zaga pontevedresa y que tras un fallo suyo, festejó sobre el césped el 1-2 firmado en el 83'. Rubén de Tomás remató de cabeza con fuerza y batió a Sousa para arrancar los 'Sí se puede' de la grada. No fue así, ya que Rufo respondió inmediatamente con el 1-3 en un contraataque y un centro desde la izquierda. 

Fue un gol que acabó por romper el partido y las esperanzas blanquinegras, desatando la fiesta del Pontevedra. por verse más cerca del ascenso a Primera RFEF Los puntos volaron del Helmántico, pero las sensaciones, a pesar del resultado, fueron totalmente diferentes a las de la 'era Dueñas'.