Semana intensa para la Reina Letizia que, tras despedirse de la Princesa Leonor - que ha regresado a Gales después de diez días de vacaciones en familia - protagoniza su tercer acto oficial en cuatro días y, demostrando que no hay dos sin tres, ha vuelto a acaparar todas las miradas con su impresionante estilismo.

Si el martes nos dejó sin palabras con su conjunto de pantalón palazzo y top drapeado en color verde de la diseñadora María Barragán - una inspiración perfecta para cualquier evento especial - y el miércoles acertó de lleno en su regreso a Mallorca recuperando su elegante y sobrio vestido de Massimo Dutti en burdeos - un diseño que también tiene en su vestidor la Reina Máxima de Holanda - este jueves se ha superado recuperando por fin una de sus prendas más originales y sorprendentes.

Un abrigo vestido de Carolina Herrera que ha lucido en el almuerzo que Don Felipe y ella han ofrecido al presidente de Bulgaria, Rumen Radev, y a su esposa, Desislava Radev, en el Palacio de la Zarzuela. De corte baby doll por encima de la rodilla - hace mucho que la Reina no presumía de piernas - se trata de un diseño ultrafemenino y alegre, a la par que ideal para lucir en esta época de entretiempo.

En color rosa pálido con un delicado estampado de flores en tonos verdes, amarillos, rojos y morados, se trata probablemente de uno de los abrigos más románticos y originales de Doña Letizia, por su cuello camisero y su doble botonadura frontal con botones joya.

Un diseño que estrenó en 2018 y que solo se había puesto en dos ocasiones ese mismo, consiguiendo que casi lo olvidásemos... ¡Y no nos puede gustar más! Como complemento, unos salones también en rosa, dejando así todo el protagonismo a un abrigo que esperamos verle en más ocasiones.