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Nuevo caso de acoso a una árbitra: una niña de 13 años en un partido de prebenjamín

La madre de la árbitra califica de "gañan" y "energúmeno" al delegado de uno de los clubes

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Nuevo caso de acoso a una árbitra: una niña de 13 años en un partido de prebenjamín
Balón de fútbol.
Manel Pacho
Manel Pacho
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Una madre de A Coruña denunció a través de sus redes sociales el acoso vivido por su hija, árbitra de fútbol de tan solo 13 años, durante el partido de categoría prebenjamín que enfrentó al Victoria con el Silva en los campos de fútbol de A Torre (A Coruña).  "Yo no me voy a callar porque es encubrir una acción y una actitud que muchas veces se oculta por vergüenza. Pero mientras no denunciemos estas cosas seguirán pasando y con total impunidad", criticó Esther Rey, madre de la colegiada en redes sociales.

En su página de Facebook, apunta que los entrenadores de ambos equipos fueron "los más correctos" dentro de lo "terriblemente agresivo y maleducado de la situación", ya que el delegado del Victoria se comportó, a su entender, como "un auténtico monstruo".

"Se dedicó a discutir de una manera reiterada todas y cada una de las decisiones de una niña de 13 años que, al igual que los jugadores, está aprendiendo. Fue con mala educación, intimidándola con sus aspavientos, sus expresiones y su actitud corporal", critica. La madre de la árbitra califica de "gañan" y "energúmeno" al delegado del Victoria, para quien pide una "orden de alejamiento de los campos de fútbol" porque con su actitud desde la banda está creando "monstruos a su imagen y semejanza".

"De hecho, en un descanso, un jugador de no más de 7 años se acercó a mi hija, la árbitra, exigiéndole explicaciones por su manera de pitar las faltas, cuando este niño debería de tener grabado a fuego que al árbitro no se le discute. Raquel, a pesar de su situación y nerviosismo, le perdono e hizo oídos sordos", revela. Por último, la progenitora de la joven lamenta que Raquel cometiese "el error" de "no comprobar en la alineación quienes eran los que estaban subidos como técnicos de ese partido por parte del Silva", porque se encontró "con un entrenador y tres jóvenes que actuando en manada" que la estaban acosando ante cualquier decisión arbitral. "No se atrevía a acercarse a la banda porque les tenía miedo. Literalmente, miedo, por sus expresiones y actitud agresiva", detalló Esther Rey, quien tiene claro que su hija tenía que haber activado "el protocolo de violencia verbal, sacar tarjetas, expulsar a los tres sinvergüenzas que estaban en el banquillo del Silva", incidió.