Cupido llega por sorpresa para reencontrarse con Unionistas de Salamanca

El Reina Sofía no es un lugar para confiarse y el Ourense CF lo pudo comprobar. Los gallegos fueron protagonistas durante 60 minutos y dominaron, pero dos errores defensivos acabaron en dos goles en propia. Un 2-1 que deja a Unionistas crecido.

Cupido dejó de lado a Unionistas en este 14 de febrero. Al menos durante 65 minutos. San Valentín pareció estar del lado de los salmantinos con el remate al larguero de Vergés nada más empezar, levantado el lateral a la afición de su asiento con un cabezazo que hizo tambalear la portería de Marqueta. Pero a partir de ese momento, todo cambió en favor de los gallegos.

Los azulones agarraron a Cupido y lo vistieron con su camiseta. Di Renzo avisó primero con un cabezazo en un centro lateral, un acercamiento al que siguió un centro de Ángel Sánchez desde línea de fondo y que tocó en el larguero. Todo ello en ocho minutos. Desde ese instante, Unionistas solo gozó de dos instantes a favor.

Marqueta encendió a la grada desde el primer instante. El guardameta visitante dio esperanzas en un mal control que le obligó a sacar la pelota en línea de gol y, después un gol anulado de Baz. El central remató a la perfección un balón colgado por Pau en una falta, pero el colegiado decretó fuera de juego. Un gol anulado en el minuto 19 y que condicionó lo posterior.

El equipo de Pablo López se creció y dominó a Unionistas en todos los registros. Jerin demostró su mando en el centro del campo y propició el 0-1. El capitán visitante recibió en campo propio, no encontró oposición en una transición y se la cedió a Álex Gil para que este pusiera la pelota al área pequeña y rematase Fullana.

Eso sí, Unionistas se quejó y con razón al borde del descanso. Después de varios acercamientos ourensanos, Jonny rompió a la defensa rival, concretamente a tres jugadores. El extremo recibió, encaró con descaro y se fue de tres rivales con un caño final, pero el defensor acabó cayendo en el área y paró la pelota con la mano. Acción que el colegiado obvió. Y la última acción volvió a meter el miedo en el cuerpo unionista. Ángel Sánchez tuvo un disparo cruzado desde la frontal que se fue largo, una acción que metió el miedo en el cuerpo de todos los presentes.

Consciente de que nada había salido bien, Dani Llácer movió dos piezas en el descanso y acertó. El valenciano dio entrada a Iñaki e Iván y el extremo respondió con creces. Moreno fue el mejor de Unionistas desde ese instante, siendo un quebradero de cabeza constante para decantar el partido a favor de Unionistas.

La suerte y el amor entre grada y equipo relució de nuevo con más fuerza. En el minuto 60 entraron más refuerzos con Pablo García y Gorka. Una constelación que cambió el signo del choque. Después de una parada salvadora de Iván a Jerin, una de las mejores del curso, Vergés logró el empate. El lateral llegó hasta el área rival, colgó un balón y Marqueta se marcó en propia en una mala salida con Zalaya y Jonny cerca de él. Llegó el 1-1 y todo cambió para bien.

A las incertidumbres anteriores las sustituyeran el alma y la pasión de Unionistas. Dos elementos que salen a relucir en el Reina Sofía cada dos semanas y que esta vez no fue diferente. La suerte, además, se unió a Unionistas y evitó el 1-2. Ángel Sánchez entró con todo a rematar un balón al área y golpeó a Iván, una falta que permitió anular su gol. Gol anulado en esa parte del campo y que en el otro llegó a cinco minutos del final. Otro centro acabó con otro gol en propia, esta vez de Moisés, un 2-1 que renovó el amor de Unionistas y su gente. Una unión duradera y que rompió su racha en el día más propicio.