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La desolación en primera persona ante la EHE en el campo charro: "Estoy viviendo el peor momento de mi vida como ganadero"
Desesperación y frustración acompañan el testimonio de Carlos Rodríguez Mateos, propietario de las ganaderías de toro bravo Valrubio y Valdeflores: "Es una odisea"
El pasado 7 de agosto de 2023 el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación confirmó el primer caso de Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en la provincia de Salamanca, en concreto, en la comarca de Ledesma. A nivel nacional, la enfermedad de origen vírico, ya había atacado a ocho rumiantes. Ya por entonces, distintas asociaciones vinculadas al mundo de la agricultura y la ganadería, se hicieron eco y demandaron medidas "urgentes", así como una gestión "más profesional", ante la falta de información de los trabajadores del campo. Juan Luis Delgado, presidente de Asaja Salamanca señalaba a la Consejería de Agricultura y Ganadería por estar "totalmente ausente" y pedía a la Junta "un protocolo" de actuación ante una enfermedad "que puede ser mortal para las vacas si no se detecta a tiempo".
Más de un mes después, la enfermedad ha llegado a más del 90% de los ganaderos en la provincia, si es que no ha llegado a la totalidad. Uno de ellos, Carlos Rodríguez Mateos, propietario de las ganaderías de toro bravo Valrubio y Valdeflores (nueve explotaciones en total y casi 1.000 cabezas de ganado) del campo charro, habla con este medio de una situación "horrorosa" e incluso de la "peor" de su vida como ganadero.
Bajo términos médicos, el ganadero afirma que ha tenido que improvisar una UCI de atención a todas las vacas afectadas, habiendo alcanzado a 18 de septiembre las 10 muertes con infinidad de abortos: "Está siendo horrible para mí y para todos los ganaderos. Ha sido un mes y medio... el peor momento de mi vida como ganadero, sin duda. Contagios todos los días, vacas malas, abortos... es cierto que el nivel de mortalidad no es excesivamente elevado, pero hablamos de un daño enorme a las vacas afectadas, quedan destrozadas. Es una enfermedad que se agarra a las ubres de las vacas, los becerros no pueden mamar porque dejan de dar leche, es durísimo, de verdad".
Es un sinvivir a nivel emocional, porque no sabes lo que te vas a encontrar por la mañana cuando llegas
En una ganadería tan grande, ¿cómo afecta a nivel económico esta enfermedad? "Esto es un golpe durísimo. Es un sinvivir a nivel emocional, porque no sabes lo que te vas a encontrar por la mañana cuando llegas. Hoy mismo llego de inyectar a dos bueyes que utilizamos para el manejo del ganado bravo, estaban malísimo. Por otro lado y económicamente, es un dineral gastado en veterinarios, medicamentos y pérdidas de producción para el año siguiente porque las vacas están abortando y hay un porcentaje enorme de reabsorciones embrionarias. Además, las muertes, aunque el porcentaje sea bajo. La cantidad de medicamentos que puedo haber comprado... es una infinidad, de hecho, se ha acabado el stock dentro de la unidad veterinaria. Está siendo, repito, muy duro", responde.
Menciona en varias ocasiones la situación en la que se encuentran las vacas contagiadas, ¿puede derivarse algún tipo de rentabilidad a largo plazo de estas? "Ninguna. Si miramos a esos animales hace un mes y los vemos hoy... no se reconocen. Se quedan muertos en vida. Pierden entre 80 y 90 kilos, no pueden andar, dejan de comer por úlceras en la boca y no pueden amamantar por las úlceras en las ubres: la vaca queda destrozada. Es una vaca que tiene que criar y no cría, no habrá producción de becerros el próximo año. Además, si te descuidas un poquito, porque yo estoy mañana, tarde y noche, si no está controlada y te descuidas dos días, esa vaca está muerta. En mi caso, puedo estar vigilando al animal todos los días, pero no todos los ganaderos pueden, por lo que las bajas serán mayores", apunta.
En Salamaq, Unión por la Ganadería, se mostraba muy pesimista con la EHE, llegando a calificar la situación como "una pandemia, pero con vacas", ¿utilizaría el mismo nombre para calificar la situación que está viviendo? "Sí. De hecho, antes de que lo dijeran públicamente yo lo comparaba con el covid internamente. La enfermedad va a golpes, a olas, a picos... como tengo nueve explotaciones y en diferentes sitios, lo he ido viviendo. En cada explotación he ido viendo picos y una vez que bajaba en una comenzaba en la siguiente y un nuevo pico. La verdad es que no me extraña que la califiquen así, porque la situación es muy semejante", razona.
Los que mandan nos entienden porque no son ganaderos y no tienen ni idea de lo que es el campo
Si tuviera la oportunidad de hablar con el consejero de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Gerardo Dueñas, ¿qué le pediría? "El problema principal está en que los que mandan están puestos a dedo y no entienden a los ganaderos. No entienden los problemas que hay en el campo. Debemos recordar que venimos de unas campañas de saneamiento que nos están amargando la vida, después la lengua azul, que nos cruje del todo con muchísima burocracia y vacunación... nos han vuelto locos y nos han vuelto más que locos por la lengua azul, una enfermedad que afecta a las ovejas. Y encima después viene lo más gordo que ha sido el mosquito y nadie nos hace caso. Creo que van a acabar con los ganaderos y, sobre todo, los que tengan explotaciones más pequeñas. No nos entienden porque no son ganaderos, no tienen ni idea de lo que es el campo y los problemas que están ocasionando con su burocracia", considera.
Y continúa: "Hasta que no pongan a una persona que sepa, que haya vivido en este mundo, que haya padecido los problemas del campo; mientras que alguien no lo entienda y dirija, la situación para los ganaderos va a ser una odisea. Repito, no nos ayudan, solo nos ponen obstáculos y trabas. Yo estoy de saneamientos todas las semanas del año, no hay una semana que no tenga. Es una locura. Luego nos hablan de la España vaciada, pero esto no va a dejar de vaciarse. ¿De dónde va a vivir de la gente del campo? ¿Qué industria hay en Salamanca? ¿De qué va a vivir Salamanca si no es de la ganadería? Esto nos repercute a todos. Los ganaderos nos vamos", concluye.
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