La Universidad de Valladolid ha acogido la jornada de presentación de resultados del Programa de prácticas Viveuropa en la que intervinieron los representantes del Instituto de la Juventud de Castilla y León y de las cuatro universidades públicas, así como varios de los jóvenes beneficiarios del programa, que tuvieron ocasión de compartir su experiencia con los asistentes a esta sesión final.

Viveuropa es un proyecto promovido por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, a través del Instituto de la Juventud, en colaboración con las Fundaciones Generales de las Universidades de Burgos, León, Salamanca y Valladolid, y que se puso en marcha en diciembre de 2017.

Este Programa de Prácticas Internacionales está dirigido a jóvenes de Castilla y León, menores de 30 años, empadronados en algún municipio de Castilla y León, y titulados universitarios o en Formación Profesional de Grado Medio o Superior, inscritos en el Registro del Sistema Nacional de Garantía Juvenil o en situación o riesgo de exclusión social.

La vicerrectora de Estudiantes, Celia Aramburu, presentó los resultados de Viveuropa en la Universidad de Salamanca y resaltó en su intervención "los numerosos beneficios que los participantes en el programa pueden ofrecer a las empresas de nuestra región y, por ende, al desarrollo, economía y bienestar de toda la comunidad".

"En primer lugar, traen consigo una perspectiva global y una mentalidad abierta que puede enriquecer la forma de pensar y abordar los diferentes desafíos empresariales. Su exposición a diferentes culturas y formas de trabajar les brinda una mayor capacidad para adaptarse a entornos cambiantes y resolver problemas de manera creativa", han asegurado.

A lo largo de los últimos cuatro años, la Fundación General de la Universidad de Salamanca ha gestionado un total de 88 prácticas internacionales, proporcionando a los participantes la oportunidad de adquirir experiencia en 13 países diferentes, destacando Alemania, Bélgica, Portugal y Reino Unido.

La participación en el proyecto ha sido diversa en cuanto a la formación de los jóvenes. El 89% de los participantes tenía formación universitaria, mientras que el 11% había completado programas de Formación Profesional de Grado Medio o Superior. Esto demuestra la apertura y la inclusión del proyecto, brindando oportunidades a jóvenes con diferentes trayectorias educativas.

De estos 88 participantes, de los que el 70% fueron mujeres, más de la mitad ha logrado encontrar empleo en un plazo de seis meses desde la finalización de sus prácticas internacionales. Un resultado que, según manifiesta Pilar Poveda, responsable del Programa en la Fundación General de la Universidad de Salamanca "demuestra el valor y la relevancia de este proyecto, no solo como una experiencia enriquecedora, sino también como una oportunidad real para impulsar las trayectorias profesionales de los jóvenes".