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La magia de Morante y la firmeza de 'El Capea' cierran la Feria Taurina de Guijuelo

Manuel Díaz 'El Cordobés', por su parte, cortó una oreja al cuarto toro de la tarde

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La magia de Morante y la firmeza de 'El Capea' cierran la Feria Taurina de Guijuelo
Tamara Navarro
Tamara Navarro
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La Feria Taurina de Guijuelo cerraba su ciclo de corridas este viernes con una de las citas más esperadas. Manuel Díaz 'El Cordobés', Morante de la Puebla y El Capea se medían en una corrida con toros de Carmen Lorenzo, hierro de 'El Niño de la Capea' que, minutos antes del paseíllo ha sido homenajeado por el Ayuntamiento de la localidad con una placa que podrá verse por siempre en la plaza de toros chacinera.

 

Pasadas las 18.30 horas arrancaba el paseíllo bajo un sol espléndido y una plaza casi llena. Primero de la tarde del hierro de Carmen Lorenzo, herrado con el número 60. Negro, badanudo, cornidelantero al que lanceó a la verónica 'El Cordobés'. Se entregó el animal en el peto recibiendo un puyazo largo para dar paso a un gran tercio de rehiletes. Brindó al público. Inició la faena probando al astado por ambos pitones. Reservón, con poco recorrido y soltando la cara en cada muletazo dificultaba el lucimiento pero poco a poco el torero lo fue convenciendo para arrancarle series de mucho mérito y lucimiento. Gran y poderosa labor de 'El Cordobés'. Media estocada y estocada casi entera. Cuatro descabellos. 

Segundo de la tarde de Carmen Lorenzo, herrado con el número 24. Negro, bragado, hondo, atacado de kilos y gacho al que el maestro Morante de la Puebla cuajó a la verónica arrancando los primeros oles de la tarde. Importante pelea en varas empujando con la cara abajo y metiendo los riñones. Con ayudado por alto comenzó la faena el torero dejando su sello personal cargado de arte y torería.... haciendo rugir al coso gujuelense con naturales largos, ligados y profundos ante un gran toro noble que arrastraba el hocico por el suelo. Una labor que emborronó con los aceros. Ovación

'Chino' de nombre hizo tercero. De 500 kilos del hierro de Carmen Lorenzo, herrado con el número 18 negro. Alto de agujas puso en apuros el capote de 'El Capea', apretando y sin dejarlo salir de las tablas. Resolvió con mucha firmeza. Gran puyazo de Manuel José Bernal. Comenzó la faena por el pitón derecho. Lo exprimió sacando las mejores tandas ante un animal que pedía mucho mando y tenía mucho motor al que Pedro entendió a la perfección tirando de oficio. Labor poderosa y de mucho mérito. Estocada tendida y caída, descabello. Dos orejas

Salió en cuarto lugar otro astado de Carmen Lorenzo. El más serio hasta el momento. Negro, alto de agujas, echando las manos por delante en el capote de Manuel Díaz. Se arrancó con velocidad al caballo recibiendo dos puyazos. Gran toro con muchas y buenas virtudes para la muleta al que 'El Cordobés' toreó a placer en una faena larga, cargada de series por ambos pitones con muletazos de trazo largo, permitiendo el lucimiento y disfrute de todos los presentes. Animal que fue a más... Terminó el matador metido entre los pitones del animal con naturales de mucho calado. Dos pinchazos, estocada caída. Oreja.

El quinto de la tarde de nombre 'Botonerito', de 512 kilos, herrado con el número 23. bajo de manos, negro y bizco del pitón izquierdo no permitió lucimiento al de la Puebla con el capote. Fue devuelto a los corrales. Salió un sobrero de nombre 'Olvidado', de 570 kilos, herrado con el número 43. Hondo, badanudo, brocho y negro... suelto en el capote al que puso por chicuelinas al caballo. 

Volvió Morante a tirar de su exquisita tauromaquia para crear otra obra de arte. Suavidad, lentitud y empaque pusieron la plaza en pie. Pasándose el toro rozando la taleguilla a cámara lenta con muletazos que paraban el reloj. No se dejó nada en el tintero morante que puso a todos de acuerdo. Gran toro de Capea que tuvo mucha duración, fijeza y entrega. Paró la banda de música y el maestro pidió que sonase para dar una última serie. Mató de media estocada, dos orejas y rabo.

Cerró la tarde 'Valenciano', negro, de 540 kilos, herrado con el número 7. Cornidelantero, rabilargo al que paró Capea sin lucimiento. Gran tercio de banderillas que obligó a desmonterarse a Porritas y su compañero. Toro que no lo puso fácil. El torero charro enceló y apretó en tandas de mando y mano baja con la dificultad que ello conlleva. Firmeza y mando del torero que se pegó un arrimón. Pinchazo y estocada. Oreja. 

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