En agosto de 2024, con la aprobación del Vaticano, se abrió el sepulcro de la Santa bajo la supervisión de un equipo de investigación de la Universidad Gabriele D’Annunzio de Chieti-Pescara, en Italia. El profesor Ruggero D’Anastasio contactó a Mann para solicitar su experiencia en reconstrucción facial forense con el objetivo de devolverle un rostro a Santa Teresa, combinando ciencia, historia y arte.

El proceso de reconstrucción

Para llevar a cabo esta tarea, se trabajó con diversas fuentes de información clave:

• Medidas antropométricas detalladas del cráneo de la Santa.

• Radiografías tomadas desde distintos ángulos.

• Descripciones históricas, como el retrato de fray Juan de la Miseria y la detallada descripción de la Madre María de San José, quien destacó sus cejas anchas y arqueadas, el equilibrio perfecto de su rostro en tercios y la presencia de tres lunares en su cara.

El proceso se desarrolló en varias etapas:

1. Reconstrucción del cráneo y mandíbula: Se utilizó arcilla para modelar el cráneo, reestructurar la mandíbula y esculpir los dientes para reemplazar los que se habían caído.

2. Colocación de marcadores de profundidad: Estos indicadores permitieron establecer el grosor de los tejidos en puntos clave del rostro.

3. Modelado de músculos y tejidos blandos: Con arcilla blanda sobre base de aceite, se esculpieron los músculos principales sobre la estructura ósea.

4. Estimación de rasgos faciales: Se aplicaron fórmulas matemáticas basadas en mediciones craneales y estudios radiográficos para calcular la forma de la nariz, el ancho y la altura de los labios, y la correcta posición de los ojos dentro de las órbitas.

5. Escultura final: Siguiendo la información histórica y con la autorización del Padre Postulador General de los Carmelitas Descalzos, Santa Teresa fue representada a los 50 años, reflejando su apariencia regordeta, como la describió la Madre María de San José.

6. Vestimenta y detalles finales: Siguiendo pinturas de la época y con el consejo del Padre Miguel Ángel González, se recrearon su velo, toca y hábito para completar la imagen final.

Un puente entre la historia y la ciencia

Gracias a la combinación de tecnología moderna y técnicas forenses avanzadas, se logró una representación precisa y fiel del rostro de Santa Teresa de Jesús. Este trabajo no solo representa un logro científico, sino también un homenaje a su legado y a la historia.

"Ha sido un honor realizar esta importante obra", concluyó la profesora Jennifer Mann.