Formalmente investigado desde mayo, cuando la magistrada acordó imputarle para investigar esas posibles irregularidades tras pactar una comisión
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El abogado del exentrenador de la Selección femenina Jorge Vilda ha puesto en duda este viernes los testimonios del hermano y un amigo de Jenni Hermoso, a quien ha tildado de "exagerado", al considerar que no hubo "coacción alguna" de su representado a la jugadora para que ayudase a Luis Rubiales.
La novena y última jornada del juicio al expresidente federativo por el beso que dio a la jugadora tras la final del Mundial de 2023 ha estado centrada en los informes con los que las defensas de los otros tres acusados de coaccionar a la internacional -Vilda, el exdirector de la Selección masculina Jorge Vilda y el exjefe de marketing Rubén Rivera- han pedido su absolución.
Los tres han defendido que esas coacciones no han quedado acreditadas y que no se ha producido ningún delito, entre otras cuestiones, porque no hubo violencia ni intimidación.
El primero ha sido el abogado de Vilda, Luis Jordana de Pozas, quien ha denunciado que desde el inicio del procedimiento se ha cuestionado "sin rubor" la presunción de inocencia de los acusados.
"Hemos empezado con una víctima, seguimos con una víctima y espero que no acabemos con una víctima, sino con una denunciante, cuyas pretensiones no se han acogido", ha afirmado.
Tras citar al catedrático Enrique Gimbernat, ha aseverado que "claro que una persona salvajemente violada es víctima de una violación, pero nadie es víctima de nada si se está discutiendo la atipicidad de la conducta", es decir, si hay o no delito.
Tanto el abogado de Vilda como el Luque han puesto en duda los testimonios de algunos testigos cercanos a Hermoso, que respaldaron que la jugadora fue coaccionada para que accediese a hacer un vídeo con Luis Rubiales diciendo que consintió el beso.
Tras repasar la versión de Vilda, su abogado ha dejado claro que en el relato de lo sucedido "no hay coacción alguna", un delito para el que es necesario impedir a alguien hacer lo que quiere o "compelerle a hacer" lo que no quiere "con violencia e intimidación".
Ha deslizado que la conversación que mantuvo con el hermano de Jenni Hermoso en el avión de vuelta a España es diferente según quien la cuente, y ha señalado que, incluso con la versión del hermano de la futbolista, tampoco habría coacción.
En su opinión, lo que contaron el hermano y el amigo de la jugadora "no está acreditado". "Iba a decir que es falso, bueno, yo no voy a acusar de falso testimonio con la misma alegría como las acusaciones han dicho con otro", ha indicado en alusión implícita al seleccionador Luis de la Fuente, de cuya versión dudo la fiscal.
Y ha calificado "casi de osadía" sostener en ambas declaraciones la acusación de coacciones.
"Rogar no es intimidar; rogar es pedir", ha aseverado en relación a que Vilda pidió al hermano de Hermoso que hablase con ella para tratar de rebajar la "bola mediática" -como él dijo- que produjo el beso. Y si habló de las consecuencias para la internacional fue, según el letrado, porque le preocupaba los efectos de la presión mediática en su rendimiento y su vida.
Los abogados, que han tratado de desprenderse de la petición de año y medio de cárcel que pesa sobre sus clientes, han lanzado un duro alegato contra las acusaciones y su "rigor jurídico" y alguno ha tachado su actuación de "contubernio" de mano de la Fiscalía.
El abogado de Luque, Jorge Navarro, que ha pedido la condena en costas para la acusación particular -Jenni Hermoso- y popular -la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE)- por su "ausencia de prudencia", al entender que debieron retirar su acusación ante "la falta de sustento probatorio".
También críticos han sido con las penas de prisión solicitadas y la inhabilitación para profesión relacionada con el ámbito deportivo. Con ironía, el abogado de Vilda ha llegado a decir que no podrá ser 'caddie' de golf.
Las defensas han criticado duramente que las acusaciones hayan tratado de sembrar sospechas sobre cualquier testigo perteneciente a la Federación, "que es una especie de ente mafioso con pactos de silencio", en palabras del letrado de Vilda.
Porque, según la teoría esbozada por el abogado de Rubén Rivera, Joaquín Jiménez, "lo del beso no era suficiente": "Era tan pequeño, tan breve, tan corto, tan nimio, que no daba lugar a esta exposición publica, a esta exhibición de fuerza por parte del Estado contra la Federación".
Este abogado ha tachado el procedimiento de "hipérbole" y ha apuntado que las acusaciones han tratado de "vestir al muñeco" y "construir una teoría" con un relato "bastante interesante" que "describe la RFEF como una mafia, un grupo criminal perfectamente organizado" y coordinado para "construir unas coacciones" a Jenni Hermoso.
Formalmente investigado desde mayo, cuando la magistrada acordó imputarle para investigar esas posibles irregularidades tras pactar una comisión
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La última jornada del juicio al expresidente federativo por el beso que dio a la jugadora ha estado centrada en los informes de las defensas
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