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El sacerdote Francisco Carabias Castilla fallecía este domingo a los 95 años en la residencia diocesana de Salamanca, después de una larga enfermedad. Su capilla ardiente se instaló en la sala Jovellanos de la Casa de la Iglesia, donde en su capilla mayor se ha celebrado la misa este lunes. Después, sus restos han sido inhumados en el cementerio de su localidad natal, Alaraz.
Francisco Carabias nació el 27 de julio de 1929 en Alaraz. Fue un hombre marcado por su amor al campo y al mundo obrero, que tuvo una gran influencia en su vida y ministerio. Desde joven, se vinculó activamente con los movimientos de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Juventud Obrera Católica (JOC). Fue en estos movimientos donde comenzó a discernir su vocación al sacerdocio.
Carabias inició sus estudios eclesiásticos en el antiguo Colegio El Salvador y, después, en el Seminario diocesano, siendo ordenado presbítero el 18 de julio de 1968 en su parroquia natal por el obispo, Mauro Rubio, quien le envió a atender pastoralmente varias parroquias de la Sierra de Francia, entre ellas Mogarraz. En 1978, asumió también la parroquia de Casas del Conde, donde compatibilizaba su labor pastoral con su amor a la tierra, cultivando su pequeño huerto y sus cerezos.
A lo largo de los años, Francisco Carabias desempeñó diversos encargos pastorales, entre ellos el de capellán del Santuario de Nuestra Señora de Valdejimena, en Horcajo Medianero. En 1998, el obispo Braulio Rodríguez le confió la atención pastoral de las parroquias de Horcajo Medianero, Chagarcía Medianero y El Tomillar. Además, fue capellán del Convento Madre de Dios en Salamanca, de las Franciscanas de la Tercera Orden. Tras su jubilación, se trasladó a la Residencia diocesana, donde su vocación de servicio le llevó a asumir el cuidado y atención de la capilla de la residencia y de sus ornamentos litúrgicos.
Mientras su salud se lo permitió, siguió cultivando una de sus aficiones: la jardinería. Con paciencia y dedicación, se encargó del cuidado de las plantas de la Casa de la Iglesia, poniendo en ello todo su corazón.
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