La asociación de vecinos del barrio del Oeste, ZOES, advierte que los residentes del distrito "no nos resignamos a perder este símbolo que da identidad al barrio", en alusión a los árboles de la plaza del Oeste.

Desde ZOES lanzan este aviso en relación a la pérdida de uno de esos árboles que "por suerte, no cayó encima de nadie" y porque desean conocer "el informe municipal en el que constan todos los detalles técnicos de los defectos estructurales que padecen los 12 árboles del barrio que el Ayuntamiento considera que es preciso talar". ZOES exige conocer "cuál es el alcance exacto de sus problemas, si se pueden subsanar de alguna forma, si realmente es necesario eliminar todos esos árboles". La asociación quiere "garantizar la seguridad de las personas que pasan a diario por la plaza del Oeste", pero también intentar conservar los árboles, por lo que "estamos contactando también con técnicos independientes abiertos al diálogo". Según ZOES, "el diálogo y el conocimiento son herramientas necesarias para tomar las mejores decisiones".

En sus alegatos en favor de los árboles, revelan que "a diferencia de otros elementos del urbanismo, se trata de seres vivos y merecen respeto. Por otra parte, por su capacidad para fijar CO2 y dar sombra, haciendo que un barrio con tanto déficit de naturaleza como este tenga elementos que le permita ser un poco más resiliente ante el avance del cambio climático".

El tema, de hecho, ya ha llegado al debate político del Consistorio. Dos de las últimas reuniones de las comisiones de Medio Ambiente y Educación, Cultura, Deportes y Juventud han tocado esta cuestión, con preguntas de los ediles socialistas sobre los planes consistoriales para retocar la plaza del Oeste y cambiar los árboles adultos por otras especies. La respuesta de los representantes municipales, en ambos casos, fue similar: por el momento sólo hay "ideas", pero no se han adoptado decisiones en firme ni sobre los árboles ni sobre el resto de propuestas.

Al hilo, la concejala socialista María Jesús Santa María, según se recoge en las actas, exigió tener acceso al informe municipal sobre la salud de los árboles que también reclaman desde ZOES y además pidió al Ayuntamiento que, llegado el caso, deseche la idea de plantar liquidámbar, un árbol de origen americano. ¿El motivo? No es autóctono, necesita suelos húmedos, "produce muchas alergias" y su madera "es débil y se pueden caer ramas".