'Hola y adiós': el niño Marco Pérez roza el triunfo y toma el relevo de Ponce que se despide de La Glorieta

Tarde de doble adiós. La plaza de toros de Salamanca despedía este 14 de septiembre al rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y al torero Enrique Ponce. Y mientras ellos como la canción de Sabina dijeron 'Hola y adiós' apareció Marco Pérez, de luces, para presentarse como novillero ante sus paisanos diez años después de aquella primera aparición de la mano de su profesor José Ignacio Sánchez, con apenas seis añitos.

Los tendidos expectantes, todo listo para vivir una de las tardes más emotivas que se recuerdan, sonó el himno de España. Hoy sí, la temperatura acompañó, el sol brillaba para abrir la puerta de chiqueros a los Murube del maestro Capea. Su última tarde de éxito tuvo lugar este domingo, 8 de septiembre, día en el que Talavante indultó a 'Botinero' en Villanueva del Arzobispo.

Pablo Hermoso de Mendoza, que debutó en Salamanca el 21 de septiembre de 1995 recibió al primero de la tarde de nombre 'Botinero', con el hierro de Carmen Lorenzo, de 520 kilos de peso. Hondo y escurrido no se lo puso fácil al navarro, yendo por delante de sus cabalgaduras. Pero, Pablo Hermoso, con su maestría y sus estrellas terminó por templarlo, levantando La Gorieta en un toreo a dos pistas con el astado cosido a la cola del caballo. Faena muy variada con toreo de costado y varios pares al quiebro y al sesgo de poder a poder, dándole siempre ventaja al toro como si de trincherazos se tratase. Tres cortas y falló con los rejones, quedándose sin trofeo. Silencio. 

El segundo de la tarde fue para Enrique Ponce, que acumula seis puertas grandes en La Glorieta en su carrera. 'Banderito', herrado con el número 21, de 486 kilos de peso. Negro, fino de hechuras, con mucho cuello, tocado de encornadura y abanto de salida. Buen tercio de banderillas de la mano de Fernando Sánchez, dejándose ver y con torería. Brindó al público el maestro de Chiva en su última tarde en Salamanca y no se le puso fácil el animal de Capea, sin fijeza y de escaso recorrido. Ponce lo metió en el canasto, convenciéndolo y ligándole tandas muy meritorias con el sello de su clase y elegancia. Estocada caída. Leve petición de oreja. Recogió una merecida ovación desde el tercio. 

Marco Pérez era quizás el más esperado, recibió a un novillo de Carmen Lorenzo, herrado con el número 42, de 470 kilos de peso y de nombre 'Flor'. Negro, bragado, gacho, brocho... Muy abanto de salida, le costó fijarlo en el capote y remató con dos medias y media afarolada.
Vistoso quite por delantales en la boca de riego. Brindó al público otro astado de poca fuerza y muy tardo en los cites.

El novillero salmantino lo cuajó por ambos pitones en tandas de mucho poder y muy variadas, con diversos remates y con mucho calado en los tendidos, pese a la poca ayuda del novillo. Molinete para meterse en la corta distancia. Se cruzó en una tanda de infarto por las cercanías, a destacar la nobleza del animal. Marró con los aceros un gran faena. Ovación. 

El cuarto de la tarde, de nombre 'Navalito', herrado con el número 6, de 567 kilos de peso fue para Pablo Hermoso. Negro, hondo y atacado de kilos. Brindó al público y le costó mucho encelarlo tras un rejón de castigo. A lomos de 'Disparate', su caballo estrella, llevó al animal cosido al estribo para clavar al quiebro. Con 'Fabuloso', otro negro adornado con lazos azules y blancos encandiló con un toreo ofreciendo los pechos y saliendo con vueltas en la misma cara del animal. Le recetó tres cortas en un palmo de terreno. Pinchazo y rejón desprendido. Ovación. 

'Salinero', con el número 4, de 517 kilos hizo de quinto. Negro, bragado, hondo, badanudo, tocado hacia arriba de encornadura y muy parado de salida. Desplegó el capote Ponce para hacer un quite por delantales rematando con una media. Fue obligada a desmonterarse la cuadrilla después de un buen tercio de banderillas. Brindó a Marco Pérez un enclasado toro de Capea, que embestía como un tren. Humillado y con ganas de comerse la muleta. Fraguó una faena de mucho mérito en el trazo de la línea recta, de muleta muy baja con mucha transmisión, limpieza y ligazón. Lo colocó en la suerte suprema con ayudados por abajo para enterrar la espada hasta los gavilanes. Dos orejas. Se despidió besando la tierra del coso charro al grito de 'Ponce, Ponce...' en los tendidos. 

Cerró la tarde 'Africano', herrado con el número 16, de 490 kilos. Negro, acapachado, fino de cabos al que recibió de rodillas Marco Pérez en los terrenos del 7. Lo cuajó a la verónica. Se echó el capote a la espalda y por saltilleras levantó a La Glorieta. Brindó a Pablo Hermoso de Mendoza y Enrique Ponce en el día de su despedida en Salamanca para echar rodillas a tierra y cuajar una tanda de mucha emoción. El novillero charro puso a todos sus paisanos de acuerdo, se lo pasó muy pegado y enroscado a la cintura por ambos lados. Buen toreo, con mucho desparpajo, metido entre las astas del animal. Estropeó con los aceros la Puerta Grande. Ovación y vuelta al ruedo tras escuchar casi los tres avisos.