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Emoción y triunfo final para el ucraniano Ponomariov en el Festival de Ajedrez de Salamanca

Ponomariov jugó con gran originalidad en la última ronda para imponerse finalmente a Alekseenko

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Alfonso Romero Holmes
Lectura estimada: 2 min.
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Se puede decir que había tres candidatos definidos al título, Alekseenko, Ponomariov y el español Iturrizaga, los únicos que tenían opciones de ser los vencedores.

Las partidas clave de esta jornada eran en la ronda sexta eran Alekseenko-Iturrizaga y Ponomariov-Paehtz.

Y en la séptima y última, Muzychuk-Ponomariov, Iturrizaga-Salimova y Adams-Alekseenko.

El ruso residente en Valencia Kirill Alekseenko, que ya habla un poco de español, tenía el calendario, a priori, más difícil. Dos pesos pesados por delante.  Pero su duelo con su rival directo Iturrizaga lo sentenció con bastante aplomo, en una defensa Caro-Kann variante del avance donde tenía ventaja de espacio y mejores piezas. Pero Eduardo contragolpeó en el flanco de dama, y en pocas jugadas se complicó todo muchísimo. Ahí apareció la entrega de calidad majestuosa de Kiril y poco a poco fue mejorando sus piezas para un ataque directo de mate. Impresionante. Por su parte, Ruslan Ponomariov ganó sin fisuras a la alemana Paehtz con un esquema flexible donde consiguió espacio, manteniendo siempre a raya la reacción negra e5.     

Séptima y última ronda

Ponomariov jugó con gran originalidad para tratar de crearse posibilidades de ataque en el flanco de dama, y lograr una posición con enroques opuestos siempre muy atractiva para los espectadores. Y así fue porque obligó a Ruslan a defenderse con f6 y Af7. Pero era más difícil la defensa para el blanco, porque el peón a2 iba a caer. Y con ello la partida.

Eso obligaba a Alekseenko a ganar, porque en caso de tablas ganaba el desempate Ponomariov, debido a su victoria en el encuentro entre ambos.

Adams quedó un poco peor de entrada contra el ruso Alekseenko, que quedó con peón de más. Por supuesto, no era sencillo porque el inglés logró complicar el juego tras su ruptura c5, casi forzando al avance d5. Tenía compensación pero estaba un poco peor, y el intento de Kirill de convertir su ventaja y tratar de ganar resultó en vano, porque permitió un peón pasado muy avanzado. Como mínimo las blancas tenían tablas ahora, pero los deseos de victoria del ruso llevaron a que Adams hiciera valer finalmente su fuerte peón pasado.  

 

 

 

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