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Puesta en valor de los enclaves de arte rupestre del Paraje de la Salud y el Arroyo de las Almas
En las inmediaciones de la capital salmantina y en La Fregeneda, el Consejo de Gobierno ha aprobado la adecuación en la categoría de Zona Arqueológica de ambos BIC
El Consejo de Gobierno ha aprobado la adecuación de la categoría de Zona Arqueológica del Bien de Interés Cultural del Paraje de la Salud, situado junto al río Tormes, en las inmediaciones de la ciudad de Salamanca. El objetivo es extender el área de delimitación de la protección de dicha zona al sur/sur-oeste, en función de la pendiente que presenta el río y se alarga sobre el entorno de los paneles grabados y pintados, hacia el norte.
Este procedimiento de adecuación se justifica por la necesidad de protección y salvaguarda de este bien, que constituye un destacado ejemplo del Arte Paleolítico al aire libre, que repite motivos, temática y composiciones del Arte Paleolítico de las cuevas, con la singularidad de que las figuras están grabadas, con la doble técnica del piqueteado y la incisión. Las características técnicas y formales de este conjunto del Paraje de la Salud enlazan directamente con otros emplazamientos similares, como los de Siega Verde y Foz Côa.
También se ha aprobado la adecuación en la categoría de Zona Arqueológica del Bien de Interés Cultural de Arroyo de las Almas, en la localidad de La Fregeneda. Se trata de incluir en esta protección los cuatro núcleos con arte rupestre identificados en los trabajos de prospección, situados en las zonas altas del valle que delimita dicho arroyo y sus afluentes inmediatos.
Paraje de la Salud
Su ubicación en el contacto de las estribaciones montañosas de Sistema Central con la cuenca sedimentaria del interior de la Submeseta Norte permite extender el área de influencia de este fenómeno, factor importante para valorar la presencia humana en estos territorios del interior peninsular en la última parte del Pleistoceno Superior.
La delimitación como Zona Arqueológica del Paraje de La Salud contempla la localización de los diferentes paneles decorados (descritos como sectores) en ambas orillas del río Tormes, su relación con el área de afloramiento de los esquistos al constituir estos los soportes sobre los que se graban o pintan las figuras rupestres, así como con el paisaje característico de dicho sector del río Tormes. En este sentido, aplicando los criterios de la 'Carta de ICOMOS-España para la Gestión Integrada del Arte Rupestre Prehistórico y sus Paisajes', la propuesta define en la orilla derecha un espacio más próximo al cauce, por cuanto el río aparece encajado y delimitado por los referidos afloramientos rocosos, mientras que, en el lado contrario, la orilla muestra una pendiente, por lo que la afección visual es mayor y requiere de un área de respeto más amplia.
Esta es la razón por la cual el área de la delimitación de la Zona Arqueológica se amplía al sur/sur-oeste en función de la pendiente y se alarga, como en la orilla contraria, sobre el entorno de los paneles grabados y pintados hacia el norte, paralelo al curso, aguas abajo del río, coincidiendo con la serie rocosa del Ordovícico, sobre la que se graban los paneles. Los dos lados restantes se definen por elementos artificiales claramente identificables, a partir de los cuales no se han localizado evidencias rupestres.
En el Paraje de La Salud, junto al río Tormes, en las inmediaciones de la ciudad de Salamanca, se localiza un destacado conjunto de arte rupestre al aire libre. Las características de las representaciones identificadas apuntan a una doble cronología: las más antiguas de época paleolítica y otras posteriores, de la etapa final prehistórica. Esta confluencia de actividades en un mismo lugar viene a significar el valor simbólico y de referencia del sitio para las poblaciones prehistóricas que lo frecuentaron a lo largo del tiempo.
Las primeras noticias arqueológicas del emplazamiento se remontan a 2007, cuando se documentó la existencia, en la ribera derecha del río, de diversas manifestaciones pintadas del denominado arte prehistórico postpaleolítico. Se identifican en el denominado Sector 5, tratándose de representaciones pintadas de estilo esquemático, localizadas en un emplazamiento que fue denominado 'Abrigo de El Marín'. Una prospección realizada en 2008 permitió identificar en esta zona nueve paneles con 174 motivos, predominando las representaciones geométricas, también numerosas digitaciones y once motivos figurados, tres zoomorfos y ocho antropomorfos.
El hallazgo de grabados de arte paleolítico en La Salud se produjo en mayo de 2013 y una prospección efectuada en 2014 permitió identificar dos conjuntos de grabados en la margen izquierda del río: Sectores 1 y 2. Uno de ellos consta de dos paneles con surcos y trazos variados con formas no identificables. El segundo conjunto está formado por dos paneles grabados, habiéndose identificado una línea cérvico-dorsal de un posible équido, los cuartos traseros de una posible cabra, y los cuartos traseros de un bóvido. En la margen derecha, Sector 3, se identificó un quinto panel que tiene grabada una línea cérvico-dorsal de un animal no identificado. Las técnicas artísticas presentes son el piqueteado y la incisión. En 2018 en la margen izquierda del río, 500 metros aguas arriba, en el denominado Sector 4, se identificó un sexto panel en el que se encuentran grabadas la figura de un caballo con doble cabeza representando movimiento y una línea cérvico-dorsal. El conjunto arqueológico ha ido, poco a poco, ampliándose con la identificación de figuras o sus partes.
Este yacimiento con manifestaciones rupestres tiene interés por su posición, al localizarse en el contacto de las estribaciones montañosas de Sistema Central con la cuenca sedimentaria del interior de la Submeseta Norte. En general el arte postpaleolítico del interior peninsular y el de la cuenca del Duero en particular, se identificaba, casi de forma exclusiva, en el reborde montañoso (Las Batuecas, en Salamanca; Barranco del Duratón en Segovia y Valonsadero en Soria). Por su parte, la identificación del escaso arte de época paleolítica se vinculaba a las cuevas, hasta el descubrimiento del conjunto de Siega Verde en el río Águeda y el posterior del Vale do Côa en la vecina Portugal. Las nuevas manifestaciones se identificaban en torno al tramo inferior del Duero y en sus afluentes, salvo, en este caso, el conjunto segoviano de Domingo Garcia, por lo que el hallazgo del Paraje de La Salud viene a confirmar la existencia de este tipo de manifestación en toda la cuenca, cuestionando las teorías tradicionales sobre el escaso o nulo poblamiento de este territorio durante el Paleolítico Superior.
El Arte Paleolítico al aire libre del que el Paraje de La Salud constituye un ejemplo destacado, repite imágenes, temática y composiciones del arte paleolítico de las cuevas, con la singularidad de que únicamente se han conservado, en este caso, los motivos grabados con doble técnica: piqueteado e incisión. Aunque los estudios de estos conjuntos son recientes y el número de hallazgos es aún limitado, parece evidente que su distribución repite mayoritariamente la localización en el fondo del valle, junto a los ríos, tanto en la confluencia de distintos cursos como en lugares de paso, por lo que no en pocas ocasiones se ha venido en resaltar la importancia de estas imágenes como marcadores gráficos, referentes para el movimiento de los grupos, o como indicativos de lugares de encuentro o reunión en el caso de las grandes concentraciones de grabados.
El sitio arqueológico conocido como Arroyo de las Almas se corresponde con un conjunto de grabados al aire libre localizados en diversas afloraciones rocosas, más o menos agrupadas en la margen derecha de dicho arroyo y en varias de sus pequeñas y adyacentes riberas. Este arroyo es un pequeño afluente del río Águeda que desemboca a un kilómetro en el río Duero.
El conjunto se conoce desde el año 2015, cuando sus descubridores realizaron trabajos de prospección e identificación de cuatro grupos de grabados, con veinticuatro rocas y unos 600 motivos grabados, en una amplia secuencia temporal que abarca desde el Paleolítico superior hasta época contemporánea, destacando entre los de épocas intermedias los correspondientes a la Edad del Hierro.
El conjunto de la etapa paleolítica se concreta en cinco rocas en las que se han identificado veintiuna representaciones figuradas, además de un variado grupo no figurativo, compuesto por trazos aislados o conjuntos inconexos. Todos ellos están ejecutados mediante la técnica de grabado inciso de línea fina, lo que lleva a los autores a plantear una cronología Magdaleniense. El conjunto paleolítico se completaría, además, con algunas figuras que, por sus características técnicas y de diseño, se equipararían al denominado Estilo V o Finiglacial de Siega Verde o fase Aziliense del grupo del Côa, ya en la transición al Epipaleolítico.
Otro conjunto de 137 grabados se adscribe al ámbito esquemático de la prehistoria reciente, desde el Neolítico a la Edad del Bronce. Destacan la representación de un típico antropomorfo y un motivo zoomorfo indeterminado que se realizaron con técnica piqueteada, además de un centenar largo de figuras lineales profundamente grabadas por abrasión e incisión. Un tercer grupo de 120 motivos grabados corresponde a los adscritos a la Edad del Hierro, mayoritariamente agrupados en los núcleos II y III.
Finalmente, el último grupo diferenciado estaría representado con más de 300 motivos que por su tipología, se adscriben, genéricamente, a época moderna y contemporánea, mayoritariamente concentrados en las rocas de los grupos I y II. Técnicamente se realizan con una técnica incisa, muy similar a las figuras de la Edad del Hierro.
En resumen, se trata de uno de los más destacados enclaves de arte rupestre del sector de la Raya hispanoportuguesa, compartiendo los valores y características tanto del conjunto de Siega Verde como de los hallazgos del Parque del Côa, sobre todo, de estos últimos. Su diferencia mayor radica en que en aquel sitio, la mayoría de las representaciones catalogadas son de época paleolítica, mientras que, en el Arroyo de las Almas, la mayor representación de motivos corresponde a los de época histórica.
Estamos ante un conjunto de arte rupestre y por tanto catalogado como Bien de Interés Cultural, que contiene manifestaciones de arte paleolítico al aire libre, lo que le confiere un rasgo de excepcionalidad, pese a que día a día la investigación sigue añadiendo puntos al corpus de hallazgos. El conjunto ofrece superposición de cuatro etapas crono culturales distintas que cubren toda la secuencia de la ocupación del hombre anatómicamente moderno en Europa, y en concreto, por las características de los grabados, en este caso, entre los 12 000/10 000 años antes del presente hasta el siglo XX pasado. Su ubicación complementa la tipología representada por los ejemplos de Siega Verde y/o el Paraje de la Salud (en la cercana ciudad de Salamanca), añadiendo a este otro modelo caracterizado por localizarse en la desembocadura de un arroyo lateral en el cauce mayor, en este caso el Águeda, modelo muy característico del grupo portugués del Côa y que en el lado hispano no se había identificado.
Por tanto, considerando la cantidad de grabados, su variedad, su cronología y su localización, Arroyo de las Almas constituye un sitio de arte rupestre excepcional.
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