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El lobito bueno

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El lobito bueno
Diego Jalón Barroso
Diego Jalón Barroso
Lectura estimada: 5 min.
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Pedro, el de que viene el lobo, ya saben la extrema derecha y la derecha extrema, lleva unos días cantándonos por Paco Ibáñez esa nana que les encantaba a mis hijos cuando eran pequeñajos, "érase una vez un lobito bueno, al que maltrataban todos los corderos". Lo explica en todas estas entrevistas con las que nos está castigando por no haber votado bien en mayo. Lo suyo es una lucha desigual e injusta contra "la derecha política, mediática y empresarial", que distorsiona la realidad de un país.

A Sánchez no le cuadra que el 90 por ciento de los medios sean de derechas, en un país que conservadores y progresistas se reparten al 50 por ciento, "todas estas cosas había una vez, cuando yo soñaba un mundo al revés". Por eso, un presidente tan excepcional como es él, "la mejor España", ha perdido unas elecciones que, si los votantes no estuviesen manipulados, habría ganado por goleada.

Y como ése es su diagnóstico de lo que ocurrió el 28 de mayo, ha decidido que ahora la estrategia es que, a base de salir más en la tele y en la radio que los anuncios de El Corte Inglés, los españoles podamos comprobar que él es "un lobito bueno, una bruja hermosa y un pirata honrado".

Pero el problema es que en realidad es Pedro Sánchez, y después de cinco años todos le conocemos. Además, aunque sea el gran maestro de la farsa y el engaño, todo un aventurero de la política, de vez en cuando se le escapa alguna verdad. Como el otro día en El Hormiguero, cuando Pablo Motos le preguntó, y quienes vieron el programa saben que no fue fácil preguntarle casi nada, "¿qué es el sanchismo?". Sin dudarlo, respondió: "Una mezcla de mentiras, manipulación y maldad". Una definición tan correcta, veraz y sincera, que al día siguiente Feijóo no pudo menos que ratificarla, "no se lo voy a discutir".

Cuando te has ganado a pulso la fama de narciso, arrogante, desalmado y amoral, si te pones a hacerte la víctima, mezclando lamentos con acusaciones, explicando que eres un buen tipo, simpático, que señala, sin querer nombrarlos, a aquellos seres malvados que han urdido una campaña difamatoria, para pintarte como un monstruo de siete cabezas, la primera vez podría colar. Pero después de seis o siete actuaciones idénticas, repitiendo las mismas palabras memorizadas y los mismos lamentos guionizados, lo que ocurre es que confirmas, a ojos de todos, justo lo contrario. Que eres como La Lupe. Que todo en ti es puro teatro, falsedad bien ensayada y estudiado simulacro.

Todo esto ya lo intentó Richard Nixon en 1973 cuando repetía en sus discursos en televisión que "yo no soy un sinvergüenza". Nadie le creía, porque todos sabían quién era y en qué andaba metido. Y todos sabemos quién es Pedro Sánchez. Por eso una de las bazas ganadoras de Feijóo es precisamente esa, la de subrayar el que podría en realidad ser su gran lema de campaña: "Yo no soy Pedro Sánchez". Es una verdad irrefutable que vale su peso en votos.

Hay otra verdad que se le ha escapado a Sánchez en su harakiri tour. Fue en su primera actuación, ante Alsina en Onda cero, y luego la ha venido repitiendo. Él no miente, rectifica. No nos mintió cuando nos dijo que con Podemos en el Gobierno no podría dormir. Ni cuando nos dijo que los golpistas catalanes cumplirían íntegras sus penas. Ni cuando nos prometió recuperar el delito de referéndum ilegal. Ni cuando nos repitió, si quiere se lo digo veinte veces, que con Bildu no iba a pactar.

Lo que pasa es que el "ha rectificado". Es decir que antes se equivocaba y ahora hace lo correcto, que eso y no otra cosa es rectificar. Nos puso incluso los ejemplos de Suárez con la legalización del Partido Comunista y de Felipe González con la entrada en la OTAN. Para él lo correcto, por eso ha rectificado, es incluir a Podemos en el Gobierno y repartirles ministerios, con los resultados ya conocidos, indultar a los golpistas y pactar con Bildu. Porque "lo importante no es con quién, sino para qué". Y por supuesto, si es para garantizar la estabilidad de su Gobierno, o sea para seguir siendo presidente, todo está justificado.

Lo peor para Sánchez es que esta explicación no sólo no excusa sus mentiras, sino que le arrebata cualquier traza de credibilidad que le pudiese quedar, aunque fuese tan pequeña como esas que se indican en los ingredientes de algunos alimentos, a todas sus promesas o propuestas futuras.

Así, el otro día Sánchez le dice a Pablo Motos que no habrá referéndum de autodeterminación en Cataluña. O igual sí, porque rectificará. Promete que va a ampliar la duración del permiso por paternidad. O rectificará. Asegura que quiere incluir por ley que el SMI sea al 60% del salario medio. O también rectificará. Ya nada de lo que diga tiene ningún valor, puesto que todo es susceptible de ser rectificado.

Tampoco es que antes de explicarnos esto su palabra valiese mucho, pero ahora ya tenemos confirmación de que vale cero. Y eso es en parte el sanchismo. Y también sembrar el odio y el enfrentamiento, romper todos los consensos y dinamitar todas las instituciones democráticas, desde el CIS a la Fiscalía, desde el INE hasta al Constitucional.

Esto es algo que deberían entender los chicos de Abascal. En todo su significado. Porque derogar el sanchismo no puede consistir en una revancha, ni en un ajuste de cuentas. No puede ser un deseo de alcanzar el poder para salvar a España excluyendo de ella a la mitad de los españoles, que si no piensan como ellos están equivocados o son malignos. Eso ya lo ha inventado Sánchez. El antisanchismo no puede consistir en imponer otro sanchismo, pero de derechas.

El sanchismo no es malo por ser de izquierdas, lo es por su sectarismo, por su populismo corrosivo y destructor. Lo que España necesita es recuperar consensos, volver a unir, escuchar a los demás y tener un Gobierno que cuente con todos. Feijóo parece dispuesto precisamente a eso. Los excesos ideológicos y las imposturas patrioteras no sirven más que para producir bochorno. Y para que muchos empiecen a pensar que, como les pasaba a los comunistas en los setenta, los de Vox creen que contra Sánchez vivirán mejor.

Bastante calor hace este verano como para añadir más bochorno. Para el verano son las bicicletas, no para ponerles palos en las ruedas, especialmente a la que a todos nos conviene que llegue primera a la meta. A ver si nos dejamos de cuentos, de lobos con piel de cordero y apostamos todos por la mejor España, que no es precisamente la de Sánchez.

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4 Comentarios

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usuario anonimo 7/1/2023 - 5:33:59 PM
Después de leer tu articulo, aprecio que no parece que el presidente de gobierno sea de tu agrado, estas en tu derecho de opinar como creas oportuno, pero hay en tus opiniones un rencor desmedido que no viene a cuento. Antonio Machado, (no se si sabes quien fue ) dijo que en España, de diez cabezas nueve envisten y una piensa, según te explicas ya sabes en qué grupo de los dos, a mi modo de ver te correspondería estar.
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usuario anonimo 7/1/2023 - 9:15:04 AM
Pues como para ti ,corderito, la mejor España sea la que estamos viendo a cámara lenta y marcha atrás de ese señor gallego tan sencillo y para nada arrogante ,prefiero que me pille el lobito bueno . Superen ya que Sánchez es presidente (de momento) no han parado desde el minuto uno , ya sabemos de que pie cojean las élites en este país,déjenlo ya ,que cada uno vote según su criterio , juegen limpio , tengan suerte .
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usuario anonimo 6/30/2023 - 12:46:52 PM
Completamente de acuerdo, le ha descrito perfectamente, es un mentiroso que se disfraza con piel de cordero. Sánchez miente hasta la saciedad, que nos trata como idiotas: decir que cambia de opinión (según su conveniencia) es "rectificar" sobre los temas que expone el comentario es tratar al pueblo como idiotas con tal de seguir él de presidente, que es lo único que le importa aunque con ello hunda al país
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usuario anonimo 6/30/2023 - 8:09:37 AM
No he visto en mi vida periodista más sectario que tú, porque no te lo miras. Si la solución es Feijo vamos apañados, tú tienes idea de algo en esto de la política o estás buscando un carguitos en el PP, o ya lo tienes? Espabilate que hay muchos candidatos y de listo no tienes nada.
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