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Manos Unidas abraza a la Plaza Mayor para "conseguir poner freno" a la desigualdad

Manos Unidas celebra la decimocuarta edición de este 'abrazo solidario' en una causa en favor de los más desfavorecidos de la Tierra

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Centenares de salmantinos abrazan a la Plaza Mayor (Fotos: ICAL)
Tamara Navarro
Tamara Navarro
Lectura estimada: 1 min.

Salamanca ha abrazado, gracias a Manos Unidas y su campaña contra el hambre, un año más a la Plaza Mayor. Así, Manos Unidas comienza su LXIV campaña levantando la voz para "conseguir poner freno a la desigualdad".

Cada uno de los arcos que forman el lugar más representativo y emblemático de la capital y provincia charra se ha llenado de carteles que pretenden tender la mano al mundo en sus cuatro lados; Norte, Sur, Este y Oeste. "Nuestras manos, nosotros mismos puestos a trabajar, tenemos un poder muy por encima de la sugerencia facilona del diablo: 'Di que estas piedras se conviertan en panes' (Mt 4, 3)". Ésta es una tentación que ofrece proporcionarnos el pan para uno mismo, que acaba siempre en 'pan para hoy y hambre para mañana', porque sólo trata de alimentar el egoísmo insaciable.

"Pero ahora ya estamos en Pascua y hemos descubierto que la buena levadura fermenta la masa y consigue pan comestible para todos. Y en medio de esta alegría pascual Manos Unidas nos invita a participar en el gesto solidario del Abrazo a la Plaza Mayor". 

"Se trata de una oportunidad para convertirnos en esa levadura buena que logra el pan para todos y para cada día. Porque el gesto de ese Abrazo supone curarnos de la tentación de la mala levadura (la de los fariseos, Mt. 16, 6) que sólo intenta satisfacer la propia necesidad olvidándose de los demás".

'Convertíos y creed', escuchamos al principio de la Cuaresma. Hemos recibido entonces la llamada a ponernos en movimiento hacia el cambio, para lograr un mundo más sanado, menos hambriento, un mundo sin guerras internacionales ni particulares, que ofrezca oportunidades de trabajo y desarrollo, que acoja al diferente, que sienta como propios el dolor y el hambre ajenos, que inicie procesos que maduren conciencias para dignificar a las personas. Un mundo que pueda festejar su extremada hermosura en medio de una gran fraternidad.

"El Abrazo a la Plaza Mayor quiere ser un grito que ayude a curar el dolor y colme la necesidad de alimento. Está en nuestras manos curar y dar vida. Está en nuestras manos intentarlo. Está en nuestras manos sumarnos a levantar la voz en este Abrazo".

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