circle
Reels

"Decepción" ante el destino que aguarda a las ruinas del convento de Santa Ana

Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio cree que "una vez más los restos arqueológicos no son valorados convenientemente en nuestra ciudad como huellas del pasado"

Campaña
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
Lectura estimada: 2 min.

"Decepción" es la palabra que define el estado de ánimo entre los miembros de la Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio ante la decisión de la Comisión Territorial de Patrimonio de autorizar el "desmontaje y sustitución" de los restos arqueológicos del desaparecido convento de Santa Ana, hallados durante la construcción de una residencia en la calle San Silvestre. 

La Comisión Territorial de Patrimonio, dependiente de la junta, se reunía esta semana y asumía las conclusiones del documento técnico sobre el hallazgo, en el que se recoge que las ruinas "no reúnen valores suficientes para su proyección social a través de un proyecto de musealización" y se puede "proceder al desmontaje y sustitución" de los mismos. La intención de los promotores es construir un sótano para la citada residencia.

Ante esta decisión, en Defensa del Patrimonio lamentan que "una vez más los restos arqueológicos no son valorados convenientemente en nuestra ciudad como huellas del pasado de la misma, más cuando se trata de edificios relevantes del pasado, y están supeditados a proyectos arquitectónicos previamente redactados, cuando debería de ser al revés, realizando primero las excavaciones, más cuando se trata de lugares de cautela arqueológica, antes de redactar ningún proyecto de edificación".

Las ruinas, apuntan también, deberían ser en realidad un motivo de enhorabuena para la ciudad "porque Salamanca todavía da sorpresas de esta entidad pese a la incesante actividad inmobiliaria. Recordemos que en este ámbito de la ciudad hubo varios edificios religiosos que se vieron notablemente afectados por la invasión napoleónica". A su juicio, los restos deberían ser conservados "íntegramente e in situ puesto que dan testimonio de los edificios previos a la citada invasión y permiten conocer mejor la organización de la trama urbana de esta zona de la ciudad del siglo XVIII de la que hay muy pocos datos". Así era el desaparecido convento de San Agustín.

 

Lamentos por otro derribo

 

En consonancia con la decisión de la Comisión Territorial de Patrimonio "lamentamos el derribo del edificio construido en 1946", bajo el que se hallaron los restos del templo de Santa Ana "por tratarse de un buen edificio, que se había conservado hasta nuestros días en muy buen estado y, además, íntegro: un portal y escaleras bellamente decorados y unos suelos hidráulicos en los espacios interiores de la vivienda que son irrepetibles. También debe ser valorado por el uso de la piedra de Villamayor en fachada, las adecuadas proporciones y la aportación al entramado urbanístico que hoy conocemos y que respeta el heredado del siglo XIX".

El inmueble, concluyen, "como tantos otros que han sido derribados en los últimos años, carecía de protección alguna por parte del Plan General de Ordenación Urbana de Salamanca, cuyo catálogo sigue sin revisarse a fin de incrementar el patrimonio de Salamanca y subsanar ausencias tan destacadas como esta".