María Teresa Rozas, hermana del hombre asesinado en el barrio Garrido de Salamanca, asegura que lo están pasando muy mal
La Audiencia de Salamanca condena a 36 años de cárcel al asesino de Garrido
Emilio D.Y. fue hallado culpable en el juicio con jurado popular de los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas
La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a 36 años de prisión al asesino de Garrido, tal y como recoge la sentencia hecha pública este miércoles, fundamentada en 88 páginas.
Emilio. D. Y fue declarado culpable por el jurado popular de un delito de asesinato con alevosía sobre el varón fallecido, J. M. R. C.; así como de un delito de asesinato intencionado sobre M. B. Romo, y de un delito de tenencia ilícita de armas tras el juicio celebrado el pasado mes de noviembre.
La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a 36 años de prisión al asesino de Garrido, tal y como recoge la sentencia hecha pública este miércoles y tras el veredicto de culpable del jurado popular.
Según recoge la sentencia, la Audiencia de Salamanca condena al asesino de Garrido a una pena de 22 años de prisión por un delito consumado de asesinato con alevosía -y otros 7 años de libertad vigilada por este delito,"así como a la prohibición de entrar y permanecer en la provincia de Salamanca por tiempo superior de 10 años al de la duración de la pena de prisión impuesta"-, asçi como a una pena de 12 años de prisión por el delito en grado de tentativa de asesinado -y otros 7 años de libertad vigialidad por estes delito así como a la prohibición de permanecer en la provincia por tiempo superior de 10 años al de la duración de la pena impuesta en sentencia-.
Asimismo, por el delito de tenencia ilícita de arma de fuego corta, la Audiencia de Salamanca dicta una pena de 2 años de prisión.
En concepto de responsabilidad civil, el condenado por el crimen de Garrido deberá abonar por el fallecimiento de las siguientes
cantidades: a los descendientes, 84.283,80 euros para cada una de las hijas; 438,80 euros en concepto de perjuicio patrimonial para cada una de las hijas; y 96.777 euros en concepto de lucro cesante. A esto hay que sumar 42.141,90 euros para cada progenitor del fallecido; y 21.902 euros a cada uno de los tres hermanos del fallecido. Todas las cantidades se verán incrementadas en un 30% al tratarse de delito doloso (asesinato consumado), tal y como recoge la senencia.
Por las lesiones y secuales sufrida por M.B.R., deberá pagar 268.183,53 euros (en concepto de perjuicio personal, intervenciones quirúrgicas, secuelas, perjuicio moral por pérdida de calidad de vida, perjuicio excepcional, lucro cesante y perjuicio estético).
Contra esta sentencia puede interponer recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
El asesinato de Garrido
Emilio D.Y. mató a un varón de 51 años e hirió a una mujer de 53, tras abrir fuego contra ellos la madrugada del 28 de agosto de 2021 en la calle Isaac Peral de la capital salmantina, mientras caminaban juntos. El asesino es un exvigilante de seguridad con afición por las armas de fuego y disparó a sus víctimas tras mantener con ellos una discusión banal en la terraza de un local de hostelería cercano.
Durante el juicio pidió perdón a las víctimas y puso a su disposición todo el patrimonio de su propiedad con intención de resarcir su culpa. La estrategia de la defensa se basó en la supuesta alteración de su estado mental cuando cometió los hechos.
La fatídica madrugada, las víctimas, en compañía de otra mujer, se encontraban tomando algo en la terraza de un establecimiento de hostelería en el salmantino barrio de Garrido. Un individuo se acercó al grupo de tres tratando de entablar una conversación con ellos, especialmente con los dos mujeres y, sobre todo, con Belén, la mujer que acabó gravemente herida y que arrastra secuelas irreversibles.
Según consideró probado el jurado, la reacción del grupo fue rechazar ese encuentro verbal, aunque, a pesar de mostrar su postura, el individuo hizo caso omiso y se atrevió a invitarlas a una copa que acercó hasta la mesa. Ante la insistencia del sujeto, se produjo una disputa verbal sin ningún tipo de violencia. A continuación, se levantaron y se fueron en dirección a la casa de la segunda mujer, a quien acompañaron hasta dejarla en su domicilio.
Mientras el grupo se levantó, el sujeto con el que habían tenido el roce se quedó sentado en la terraza, pero al poco tiempo se levantó y empezó a caminar en la dirección por la que se habían marchado los tres. Les siguió a cierta distancia y asistió de lejos al momento en el que dejaban a la tercera persona. Una vez se hubieron quedado solas las dos víctimas, el asesino sacó una pistola y disparó por la espalda, primero a él y después a ella. Cuando ya estaban en el suelo, volvió a accionar el arma de fuego con intención de rematarlos. Luego, se fue tranquilamente del lugar.
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