Avenida grita en su victoria ante Sopron y resuena en Europa

'Ay mamá', como diría Rigoberta Bandini, porque vaya partido. Perfumerías Avenida ha marcado el camino de su construcción como equipo para ganar ante cualquier rival: defender y el resto vendrá solo. Lo ha hecho como equipo ante el actual campeón de Euoroliga y la mejor primera parte de toda la temporada. Además, supo responder en el peor momento del partido, en un intento de Sopron de reacción que quedó en una llamada de atención para las charras al comienzo del tercer cuarto

Seguridad atrás, sin faltas de concentracion y fluidez en ataque sin abusar del bote. Perfumerías Avenida dejó a uno de los equipos que más puntuación anota por partido de la competición en tan solo 12 puntos en el primer parcial con un premisa clara conseguida: no existen canastas fáciles. Con faltas o primeras y segundas ayudas, el equipo debía evitar tiros liberados. 

A tal advertencia, se unió el desparpajo de Carleton. La jugadora canadiense que jugaba su primer partido con la camiseta del club salmantino, demostró su habilidad y facilidad para anotar desde la línea de 6,75 y su capacidad para aprovechar su físico, csuperior a su marca, ganando la posición en el juego interior. De hecho, a su salida al parqué, McCall se pasó al '3' por momentos para abrir el campo y dejar a la joven posteat y obtener ventajas. 

Así, se pasó del 7-4 al 12-21 del final del primer parcial con la fiesta por continuar en el segundo. A la notable superioridad por parte no solo de Reisingerova, sino de Fasoula al '5', se sumó la aportación desde la línea de triple de Maite, Silvia o Leo Rodríguez. Todas las jugadoras perfumeras disputaron minutos de calidad antes de llegar al descanso y ejemplo de ello fue esta última. 

La de Canarias fue la última en entrar en rotación por detrás de Vilaró y Nogic, pero salió como ha de salir cualquier jugadora desde el banquillo: sumando. En seguida se adaptó al ritmo impuesto por su equipo en el partido y puso una marcha más: se corrió, se anotó y se mantuvo la solidez defensiva. Solo en el último minuto del segundo cuarto Avenida robó hasta tres balones; Vilaró, Cazorla y Crvendakic; estandarte defensivo para desesperación de las húngaras. 

El grito del final del concierto fue la última jugada de partido que finalmente, no pudo subir al marcador porque Crvendakic retiene demasiado tiempo el balón. Igualmente, es para reseñar, pues entró para cualquier amante del baloncesto o aficionado de Perfumerías Avenida. Jugada de pizarra que supone un ejemplo del crecimiento como equipo y de la comunicación que existe entre cuerpo técnico y jugadoras. Final del segundo cuarto: 24-46. 

Finalizado el primer pase del concierto, quedaba el más complicado, el segundo tiempo. Ese que deja las malas o buenas sensaciones del evento en general y que acaba por determinar el estado de ánimo en el escenario en el próximo entrenamiento o partido. 

"Lo habíamos hablado" señalaba Roberto Íñiguez en un tiempo muerto tras recibir un parcial de 12-0 y "ahora es el momento". Dicho y hecho, el equipo escuchó y reaccionó, con balones de Silvia Domínguez al interior y una Fasoula que se canto el 'solo' ofensivo del tercer cuarto: paciencia, visión de juego y definición, acompañados por la magia de Carleton desde la línea de 6,75. 

Así, la reacción inicial de Sopron de la mano de Turner se quedó en un toque de atención para Avenida y desde ese citado tiempo muerto, con un marcador que marcaba 5:59 para el final del parcial, el equipo húngaro tan solo fue capaz de anotar dos canastas; una de ellas en el último ataque del periodo por parte de Brooks, jugadora que mantenía viva la esperanza del equipo local. 

Esperanza que se basaba más en el corazón que en los aspectos técnicos y tácticos que pudiera aportar desde el banquillo el 'coach' local. Cuando a un equipo le sale todo y se gusta sobre el campo, da igual quien entone la canción, la melodía es perfecta y Avenida solo se le podía pedir un 'vis'. Final del tercer cuarto: 41-61, con la renta recuperada. 

El último cuarto fue igualado, teniendo en cuenta que Avenida se dejó ir en los minutos finales, con un estancamiento ofensivo que volvió a generar tiros precipitados sin encontrar situaciones interiores. Magbegor apareció para maquillar ligeramente el resultado /53-75), pero este Avenida ya puede empezar a creérselo. Eso sí y a sabiendas de lo que diría el entrenador, con los pies en el suelo y continuando con el trabajo del día a día.