logo

Ser familia de acogida, "un sufrimiento feliz", que salva a menores: "Siempre recibes más de lo que das"

Nieves Jiménez ha llegado a acoger a diez menores a lo largo de once años con distintos problemas y tipos de maltrato. Su testimonio ayuda a creer en las personas.

imagen
Ser familia de acogida, "un sufrimiento feliz", que salva a menores: "Siempre recibes más de lo que das"
Nieves habla de su experiencia (Fotos: Teresa Sánchez)
María  Pedrosa García
María Pedrosa García
Lectura estimada: 3 min.
Última actualización: 

Hay personas maravillosas. Dicen que los adjetivos denotan subjetividad, pero cualquier forma de pensar coincidiría en adjudicar tal calificativo a Nieves Jiménez. Su fuerza sobre humana le ha llevado a acoger a diez niños y niñas a lo largo de once años a través del Programa de Acogida coordinado por Cruz Roja, una iniciativa que pretende dar respuesta a las necesidades de menores de entre cero y 18 años que han nacido en familias desectruturadas o con falta de recursos. 

De un cártel a una realidad. Después de observar la necesidad de familias que estén dispuestas a acoger a pequeños con distintos tipos de problemas durante un periodo de tiempo, Nieves tomó la decisión de tender una mano, a sabiendas de la "suerte" de vida que le ha tocado. "Fuimos a Cruz Roja, empezamos a hablar y a entrevistarnos y aquí estoy once años después", comienza a contar. 

Su experiencia abarca desde acogidas de niños recién nacidos, pasando por menores de uno, dos años y grupos de hermanos. En total, tres parejas de hermanos. Y de todos ellos ha aprendido, en lo bueno y en lo malo. "Es muy gratificante el poder ayudar y dar cariño a un niño. Siempre recibes más de lo que das. Te enseñan a valorar la suerte de haber tenido unos padres que te han querido y te han querido bien", resalta. 

Sin embargo, también ha habido momentos muy complicados. Nieves llegar a confesar que ha precisado de ayuda psicológica para poder acompañar emocionalmente a todos los pequeños que han acudido hasta su hogar: "Esto no es fácil, ni una película de Disney. Es duro. Les recibes con todo el cariño y felicidad, pero ellos vienen de procesos muy duros. Son niños que atraviesan un maltrato, un abandono... Tus brazos están abiertos, pero ellos tienen muchas expectativas, no saben quiénes somos. Ellos quieren ver a sus padres. Y así, tienes que ir acercándote poco a poco para darles seguridad y protección que es lo que necesitan. Les enseñas a quererse y cuidarse, que hay otro tipo de amor". 

Y continúa: "Las familias de acogida necesitamos mucho apoyo. Los niños tienen una carga emocional muy grande y hay situaciones que no podemos gestionar solos. En mi caso, había oído hablar del maltrato físico y psicológico, pero no es lo mismo que vivirlo en tu casa. Es muy fuerte. El niño se asusta, pero tú te asustas también. Una cabeza un poco normalizada no entiende que un menor pase por ello y, por eso, necesitas ayudas psicológica. Yo lo he necesitado, tenía que dejarme cuidara poder cuidar".  

El primer paso es difícil, pero el último más aún si cabe. Los programas de acogida son temporales y ello implica una obligatoria despedida que se lleva de la mejor manera posible. Nieves define este proceso como un "sufrimiento feliz". La familia sabe cuándo llega el menor, pero no cuando se va."El fin es un sufrimiento porque has compartido tiempo. Pero sabes que van a seguir su camino y que es bueno que vuelvan a su familia", explica. 

¿Y qué ocurre después? ¿Se mantiene el contacto? "Todo depende de las familias. Siempre hay que pensar que no vas a seguir manteniendo el contacto. Has aceptado que venga el niño a tu casa, pero en todo momento manteniendo el contacto con su familia. Yo tengo la suerte que de diez acogimientos, mantengo el contacto con todos. Con unos más y con otros menos, pero sigo viéndoles crecer. Eso sí, siempre decisión de la familia biológica o adoptiva", responde. 

MENSAJE A LAS FAMILIAS QUE QUIERAN UNIRSE AL PROYECTO 

"Todos tenemos un huequecito en nuestra casa y, sobre todo, en nuestro corazón, que nos ayuda a acoger estos niños. A levantarles por las mañanas con una sonrisa, un beso, que les digan que se laven, que desayunen, vamos a jugar, a leer un cuento...", finaliza. 

 

1 comentario

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
usuario anonimo 11/22/2022 - 12:15:18 PM
Eso tiene un valor inmenso y un amor incondicional ????????????
0
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App