Ojalá todos los circuitos del año fueran como el de Suzuka. Fantásticas curvas rapidísimas donde las diferencias entre los coches desaparecen y, en cierta medida, emergen los pilotos. Lo hemos visto perfectamente en la qualy de hoy, hasta la Q3 todo estaba muy igualado, para muestra la segunda posición de Fernando en la Q2. A este gran circuito hay que sumarle, además, el gran ambiente que traen los aficionados japoneses: una forma de vivir el deporte desde la felicidad, el respeto y la armonía, creando un ambiente que no se respira en otros lugares. Por otra parte, está claro que Japón es uno de los nodos automovilísticos del mundo, y sus ciudadanos así lo sienten y transmiten. 

Solo hemos rodado en seco en los libres 3, por lo tanto, el circuito y los reglajes eran una incógnita hoy para los equipos y pilotos. Al contrario de lo que sucedió la semana pasada en Singapur, aquí no le tienen miedo a rodar con agua. De hecho, ya hemos visto que el circuito drena fantásticamente y que una carrera sobre mojado puede ser de lo más emocionante. Pero de la carrera hablaremos mañana.

Y empezó la Q1. Los coches probando el asfalto y buscando los límites, y el asfalto mejorando y permitiendo  a los pilotos sacar su máximo potencial. Ya de primeras vimos quién no iba a tener problemas. Los Ferraris, los Red Bull y Alonso eran sin duda los más destacados en pista. El resto, estaban todos mezclados en un popurrí de pilotos y  equipos. Me encanta. Mercedes no estaba cómodo, no se le notaba esa superioridad sobre la zona media que le ha aupado hasta la tercera posición en el mundial de constructores, y le permite pelear por la segunda.  Tampoco McLaren,  tras el excelente fin de semana que tuvieron en Singapur. No todo pinta color rosa para el equipo papaya aquí en Japón. A los que definitivamente no les fue bien fue a Latifi, Stroll, Magnussen, Gasly y Albon. En positivo, remarcar la maravillosa última vuelta de Mick Schumacher para conseguir mejorar en 50 milésimas el tiempo de Albon, y pasar a la Q2.

En la Q2 las cosas sí que se pusieron interesantes.Red Bull, Ferrari y Alpine (sí Alpine) estaban asentados en las mejores posiciones, y el resto puro caos.  Mercedes y McLaren estaban en apuros. Tan mal lo pasaron, que uno de los hombres de Mercedes acabó echando de la Q3 a uno de los de McLaren. El resto, lo normal, a excepción de un renacido Vettel que consiguió meter su Aston Martin en Q3. Hay que recordar que su compañero saldrá decimonoveno. Brutal. En esta ronda fueron eliminados Schumacher, Zhou, el héroe local Tsunoda, Bottas y Ricciardo. Es de justicia recalcar el paso adelante que ha dado Tsunoda este año, peleando de tú a tú con Gasly quien, por cierto, recalará en Alpine el año que viene. 

Esta vez la Q3 pintaba mucho más igualada y atractiva que otras veces. Con su primer intento, Verstappen, Leclerc y Sainz nos recordaron que las poles solo se las juegan ellos. Aun así, las diferencias con el resto seguían siendo menos que de costumbre. Del resto, Alonso era el mejor, lo había sido todo el fin de semana y quería seguir siéndolo. Un muy buen primer intento lo aupó a la quinta posición, pero el circuito mejoraba y el segundo intento lo decidiría todo. Y así fue. Verstappen se llevó la pole por 10 milésimas respecto a Leclerc (segundo), y por 57 milésimas respecto a Sainz (tercero). Al final, el mejor del resto fue Ocón,  que con un vueltón se impuso a Hamilton y Alonso. Para el recuerdo quedará la imagen de Vettel, campeón y buen tipo, despidiéndose emocionado de los aficionados de Suzuka y dando las gracias. 

Habrá que madrugar para ver la carrera (a las 7.00 h, hora española), pero sin duda se  augura uno de esos carrerones que marcan época.  Además, el tiempo parece que también está por la labor de poner las cosas interesantes, pues todos los pronósticos indican que en algún momento de la carrera lloverá, y no moderadamente. Mañana más y mejor. Carreras en Japón: emoción y tradición.