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Cinco viandas patrimonio de la gastronomía salmantina
La gastronomía nos dice mucho del lugar que visitamos y Salamanca es un ejemplo con platos pensados seguramente para aguantar el frío, en los que pesa la tradición.
La gastronomía típica se está afianzando cada vez más como un patrimonio fundamental para el desarrollo turístico. Conocer y degustar la cocina local se considera una experiencia cultural y sensorial. En la gastronomía se identifica un vehículo de la identidad y la autenticidad de un territorio de manera que Castilla y León, y en este caso Salamanca, cuenta con una gastronomía variada, con productos de calidad elaborados con técnicas tradicionales.
Todo ello se une a la creciente sensibilidad de los turistas modernos hacia los patrimonios alimentarios y justifica la necesidad de reconocer una mayor importancia a este recurso. Sin duda, una de las mejores experiencias cuando realizas un viaje es el momento en el que decides probar la gastronomía típica y qué mejor que hacerlo con los platos de toda la vida de una ciudad y una provincia con tanta historia y cultura.
La gastronomía nos dice mucho del lugar que visitamos y Salamanca es un gran ejemplo porque cuando nos referimos a platos típicos de la provincia salmantina es evidente que están pensados para aguantar el frío y que en ellos pesa la tradición. Al hablar de cocina tradicional nos referimos a aquella que nos transporta a nuestra infancia, al calor del hogar y de la familia, es decir, la comida de la abuela de toda la vida y que a día de hoy sigue muy vigente también en restaurantes, con algunos toques de modernidad para que se diferencie de lo que puedes llegar a preparar en casa, pero con ese toque hogareño. Estos son algunos de esos platos salmantinos que te evocarán esta tierra desde el primer bocado.
HORNAZO
De consumo obligado en algún momento del año en Salamanca, sobre todo en días de fiesta y en particular el Lunes de Aguas.
Su protagonismo se extiende por toda la provincia, donde podemos encontrar diferentes hornazos, con toques personales según la zona por donde nos movamos. El hornazo típico es una masa rellena de embutido ibérico, jamón y lomo adobado, con un toque similar a la empanada gallega. También lo podemos encontrar relleno de huevo cocido y siempre hecho en el horno con un típico enrejado de masa muy característico a modo decorativo.
Desde 2004, el hornazo está distinguido con su propia Marca de Garantía, con la denominación 'Hornazo de Salamanca'. Bajo este sello, su elaboración debe de ajustarse a las recetas tradicionales y con productos salmantinos de buena calidad.
EL FARINATO
Conocido como el 'chorizo de los pobres', el farinato es un embutido hecho con grasa de cerdo, migas de pan, anís, aguardiente y sal. Suele servirse frito, con huevos y panceta coronando el plato. También puedes acompañarlo con una rebanada de pan y un huevo, algunos dicen que si es de codorniz mejor, frito.
CHANFAINA
Se puede decir que es el plato de cuchara típico de Salamanca por excelencia. La base se hace con una lista sencilla de ingredientes tales como arroz, la cebolla, comino, ajo, pimienta, pimentón y sangre de cordero cocida a la que se le adjudica el intenso sabor al paladar. Patatas y callos también pueden formar parte de la receta. Es ideal en invierno porque su poder calórico ayuda a combatir el frío y entrar rápidamente en calor.
PATATAS REVOLCONAS O MENEAS
A pesar de ser de origen muy humilde (era comida muy socorrida para los campesinos castellanos) es una receta que, aún con muy poco, básicamente patatas, pimentón y algún producto de la matanza, resulta una combinación deliciosa entre textura y sabor.
Salamanca comparte su 'propiedad' con Ávila y Extremadura y la receta, que ha dado el salto del campo español a las barras de bares, cafeterías y restaurantes, castizos o no, de pueblos o de ciudades, se ha hecho popular y va evolucionando.
Aunque los ingredientes que se le añaden suelen variar entre panceta, beicon, chorizo y los torreznos como el más común, la base es la misma siempre: unas patatas cocidas y convertidas casi en puré, aderezadas con pimentón y enriquecidas con algún derivado de la matanza del cerdo. De ahí los nombres con los que se conoce en unos y otros sitios: patatas meneas (meneadas), revueltas, removidas o revolconas.
LIMÓN SERRANO
Consiste en una ensalada elaborada con embutidos como el chorizo y/o fiambres, huevos, y cítricos: limón y naranja. Es un plato que posee un contraste de sabores agridulces y salados, que se suele servir frío. La preparación posee muchas variantes dependiendo de los gustos, por ejemplo en la disposición de los cítricos: cortados en láminas o en tacos, en la elaboración de los huevos: fritos o cocidos. Algunas recetas emplean trozos de cabrito asado.
Y de regalo, el postre? ROSQUISLLAS DE LEDESMA
Un postre que destaca por su tamaño tan pequeño, con apenas dos centímetros de diámetro, y su sabor tan característico producto de la mezcla de ingredientes como el huevo, el azúcar, la harina y la manteca. Un manjar muy básico y aun así después de probar la primera se hace complicado parar. Caen como pipas.
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