logo

Voz, música y piedra: La belleza sobrepasa en la Plaza Mayor de Salamanca con el Carmina Burana

Una obra de arte en una obra de arte. La majestuosidad de la Plaza Mayor sirve de escenario que luce aun más la riqueza rítmica de la cantata escénica Carmina Burana. 

imagen
Voz, música y piedra: La belleza sobrepasa en la Plaza Mayor de Salamanca con el Carmina Burana
Lectura estimada: 2 min.
Última actualización: 

Si Stendhal hubiera estado en Salamanca, en concreto en su Plaza Mayor, este sábado pasadas las 22.30 horas seguramente habría llegado a hablar de ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes aportadas por una obra de arte. Le habría latido el corazón, no habría querido, o no habría podido moverse, una vez que se apagaba la última nota del Carmina Burana. Y todo pese al viento que puso a prueba a director, solitas, orquesta y coro.

 

 

La apuesta era relevante con 389 músicos, cantantes y coralistas salmantinos sobre el escenario de un lugar tan especial como el ágora salmantina pertenecientes al Coro de la Universidad de Salamanca, Coro de la Universidad Pontificia de Salamanca, Coro Contrapunto, Coro de la Escuela Municipal de Música de Salamanca, Coral Polifónica ?Ciudad de Salamanca?, Coro de Niños ?Ciudad de Salamanca? y Banda Municipal de Música de Salamanca, dirigidos por el maestro Mario Vercher Grau. El espectáculo prometía y no defraudó.

 

 

Lo mejor de que haya una cita así en un lugar como la Plaza Mayor es que ni siquiera la espera hasta el comienzo se hace larga porque hay mucho que mirar en ese momento en el que el sol se va y las luces empiezan a iluminar la piedra que se dora de una forma especial en ese momento. Ya sin brillo natural sobre el cielo empiezan a subir los protagonistas y comienza a desarrollarse la cantata de Carl Orff con la adaptación para la banda que realizó el compositor español Juan Vicente Mas Quiles en 1994.Una colección de poemas goliardos de los siglos XI, XII y XIII, que elevan cantos al amor carnal, a la naturaleza y a los gozos terrenales. Las tres partes en que se divide Carmina Burana están precedidas por el célebre O Fortuna, que regresa de nuevo al final para recordarnos que nuestras vidas están sometidas a los caprichos de la diosa Fortuna.

 

 

Bajo la dirección de Mario Vercher, director de la Banda Municipal de Música de Salamanca, y con los solitas Amparo Mateos, Jesús Calvo, Antonio Santos y Pablo Corbí al frente de casi 400 artistas, música y voz han logrado fundirse con la piedra en la noche en la que la belleza sobrepasa a todos en la Plaza Mayor de Salamanca.

0 Comentarios

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App