Se ofertan un total de 442 plazas y las solicitudes se pueden realizar hasta el 27 de noviembre por vía telemática a través de la página web
Los arqueólogos investigarán en una parcela del Cerro de San Vicente y confían en hallar pruebas de que Salamanca es varios siglos más antigua de lo que se cree. En caso de hallar restos, se construiría un edificio para protegerlos y que puedan visitarse.
La arqueología tiene un 'tempo' propio. Los expertos llevan tres décadas investigando el cerro de San Vicente y han encontrado interesantes detalles sobre cómo era aquella Salamanca originaria del siglo VIII antes de Cristo, pero no se quedarán ahí porque el Ayuntamiento tiene planes para el montículo que alumbró la ciudad: el primero, confirmar que el origen de Salamanca es incluso más antiguo de lo que se cree; el segundo, poner en marcha un nuevo museo historiográfico de la capital allí donde nació, en lo alto del cerro.
El alcalde y el concejal de Turismo presumen de que Salamanca tiene una historia muy longeva que se remonta a hace 2.700-2.800 años, en la Edad del Hierro, pero quizá dentro de poco tengan que actualizar ese margen temporal. El arqueólogo municipal, Carlos Macarro, explica que "fuera del contexto sedimentario" del cerro "tenemos varias piezas arqueológicas de la cultura anterior", correspondiente a la etapa final de la Edad del Bronce: "nos estamos remontando al año 1.200 o 1.000 antes de Cristo".
"Si rebajáramos un metro más la excavación, habría un poblado de la misma cultura pero en una fase anterior, de decenas o cientos de años"
Para certificar este hallazgo, que retrasaría los orígenes de Salamanca varias décadas o siglos, los expertos organizarán prospeciones en el terreno que ocupaba el antiguo colegio Hispanoamericano o de Guadalupe, anejo a la conocida excavación principal. "Tenemos intención de abrir un poco más de poblado en el Hispanoamericano", explica el experto, pero a más profundidad que las catas originales. Las citadas piezas arqueológicas de la Edad del Bronce les han puesto sobre la pista: "sabemos que tenemos metro y medio o dos metros de sedimentos en los que hallaríamos algo parecido. Nos interesa la base, porque tenemos indicios de ocupación, pero no el estrato que permita aseverar que hubo una ocupación desde finales de la Edad del Bronce. Tenemos materiales que nos lo están diciendo, pero no el estrato" que lo confirmaría. Cree que "si rebajáramos un metro más la excavación, habría un poblado de la misma cultura pero en una fase anterior, de decenas o cientos de años" más antiguo.
"Nos haría ilusión encontrarlo" confiesa el experto, "para poder certificar que el asentamiento original de Salamanca se inicia en el año 1.000 o 1.200 antes de Cristo y no en el 800, y por el interés humano de la ciudad". Excavar a tiro de piedra del centro de una ciudad Patrimonio de la Humanidad "es un lujo", añade.
La prospección en el terreno del antiguo Guadalupe no tendrá sólo carácter científico y humanístico, sino también turístico, porque el Consistorio está empeñado en convertir el cerro en un importante recurso para la ciudad. "Queremos hacer excavaciones. Por un lado aprovechamos para investigar y por otro, elegimos los espacios susceptibles de ser visitados a nivel ciudadano. Intentamos en este caso ofrecer espacios lógicos que sean facilmente comprensibles". Será también "un espacio de enseñanza y aprendizaje" para colaborar de mano de la Usal.
"Detectaremos lo que hay y decidiremos qué hacer. Se puede diseñar y construir una estructura en los próximos tres o cuatro años"
Eso sí, habrá que tener paciencia: "haremos como la otra vez: detectaremos lo que hay y decidiremos qué hacer. Se puede diseñar y construir una estructura en los próximos tres o cuatro años" para cobijar los nuevos restos (si es que existen) y que puedan visitarse como ya sucede con los hallazgos actuales, aunque todo estará "un poco condicionado a lo que se conserve".
Y no son los únicos planes para el futuro, porque a largo plazo los expertos también quieren buscar los restos de la Casa de Recreo del convento de San Vicente y la zona en la que se asentaron los cañones napoleónicos durante la Guerra de Independencia "para integrarlo todo en el paseo final" por el teso y que los salmantinos descubran una parte de la prolija historia de su ciudad. Lo que se haga será "discreto y elegante" y está completamente descartado levantar todo el cerro: "se trata de excavar muestras, no todo. No procede y no tiene sentido. Que quede enterrado muchos años y que en el futuro se saque más información", concluye.
El Cerro de San Vicente camina paso a paso hacia un nuevo porvenir. Hace menos de 30 años era un descampado en medio de la ciudad y dentro de poco se convertirá en un elemento capital para comprender la historia de Salamanca. Los pasos a corto plazo son abrir al público el nuevo recorrido por la ladera del cerro y culminar la musealización de los restos del convento de San Vicente.
Camino de subida al cerro desde la Vaguada de la Palma.
El camino en zigzag por la pendiente del cerro abrirá en Semana Santa, según las estimaciones del Ayuntamiento. Comunicará la Vaguada de la Palma con lo alto del teso y ofrecerá información sobre las especies vegetales y los restos arqueológicos del entorno. "Se trata de crear un espacio público como parque", explica Carlos Macarro. "Era una huerta histórica del convento y hemos seguido esos bancales, haciendo unas mínimas correcciones" para cumplir con la normativa y hacerlo accesible. Los restos arqueológicos, como parte de la Cerca Nueva, "se han incorporado" a la visita. Según el experto, estas propuestas conjugan patrimonio y naturaleza.
"El proyecto museográfico está prácticamente terminado. Queremos sacarlo a licitación cuanto antes y ejecutarlo para dar contenido y contextualizar el edificio".
En lo alto del Cerro descollan los restos del antiguo convento de San Vicente, destruido durante la ocupación napoleónica del sigo XIX y cuyas ruinas se han integrado en un sobrio edificio llamado a convertirse en un nuevo museo para Salamanca. "El proyecto museográfico está prácticamente terminado. Queremos sacarlo a licitación cuanto antes y ejecutarlo para dar contenido y contextualizar el edificio", comenta el arqueólogo.¿Cuándo? Una vez terminado el proyecto, deberá ser aprobado por el Ayuntamiento, contratado y ejecutado. Macarro confía en que "entre este año y el próximo" esté todo listo.
El hilo conductor de la visita será "la historia de Salamanca como asentamiento humano, cómo de la nada viene gente a unos tesos, los ocupan, cómo se va haciendo la ciudad y cómo se destruye" durante la Guerra de Independencia. "Es un proceso diacrónico. Pretendemos que tenga un carácter exhaustivo y contar con expertos de cada época, que el discurso parta de ellos y darle forma científica y didáctica", pero usando elementos audiovisuales e interactivos.
Interior del edificio en el que se asentará el nuevo museo.
Para ilustrar ese viaje de nacimiento y muerte, exhibirán grabados del siglo XVI que muestran el aspecto que tenía la ciudad, restos de los monumentos destruidos durante la Guerra de Independencia, armas y materiales militares hallados en el cerro y las propias ruinas de San Vicente integradas dentro del inmueble. "De alguna manera es el discurso que vamos a usar en el museo: las cosas que se quedaron por el camino. Es un espacio emblemático de creación y destrucción, para que la gente sepa de esos edificios impresionantes que desaparecieron y que el ciudadano medio no conoce", explica.
El cerro, por tanto, se presenta también como una oportunidad para atraer turismo, salir del sota, caballo y rey del centro histórico y presentarles hasta dónde llegan las raíces de una ciudad con 3.000 años de vida.
Se ofertan un total de 442 plazas y las solicitudes se pueden realizar hasta el 27 de noviembre por vía telemática a través de la página web
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