El Centro de Láseres Pulsados (CLPU) de la Universidad de Salamanca trabaja desde hace un lustro en desarrollar una de las tecnologías más novedosas en defensa, el uso de 'balas de luz' para neutralizar drones y amenazas, que ha despertado el interés de las empresas armamentísticas desde la guerra de Ucrania y con la que España puede situarse en la vanguardia del sector.

"Ahora mismo, y seguiremos en los próximos años, estamos desarrollando un prototipo de láser pulsado para derribar drones con el fin de demostrar que esta tecnología es válida para la defensa", ha indicado en una entrevista con EFE Roberto Lera, científico especializado del CLPU, ubicado en Villamayor (Salamanca).

El área de la defensa es relativamente nueva dentro de este centro público creado en 2007 como un consorcio del Gobierno, la Junta de Castilla y León y la Universidad de Salamanca, y que, a partir de la guerra de Ucrania, ha tomado mayor relevancia gracias al interés suscitado en las posibilidades de esta tecnología por explorar.

"Estados Unidos ha apostado por los láseres continuos para defensa desde hace medio siglo; si España quiere estar en la vanguardia no podemos desarrollar láseres del mismo tipo, por lo que los láseres pulsados son una apuesta arriesgada", ha explicado Lera.

Preguntado por si los planes de rearme europeo pueden favorecer a la inversión en el desarrollo de esta tecnología, el científico ha indicado que ya últimamente había mucho interés en la óptica de los láseres dentro del campo de la defensa. "Depende de cómo se distribuyan los fondos, pero desde hace unos años, desde que comenzó la guerra en Ucrania, se ha visto el interés por parte de las empresas en poder explorar la tecnología de los láseres en defensa", ha señalado.

DIFERENCIARSE CON LOS LÁSERES PULSADOS

Los láseres pulsados son una tecnología novedosa que España está analizando en este centro y cuyo potencial en defensa no está explorado todavía por "su complejidad técnica, la falta de experiencia en escenarios reales y de madurez tecnológica".

"Va a requerir un tiempo de adaptación sustancial. Por tanto es difícil predecir cuál va a ser el futuro de los láseres, en general, dentro del sector de la defensa. Lo que es cierto es que hay muchos países apostando fuerte por tecnologías similares, esperemos que dé pie a un auge en la innovación que podamos aprovechar. Veremos hasta dónde somos capaces de llegar próximamente", ha considerado Lera.

Como centro público, el CLPU se ofrece a compartir conocimiento y proporcionar valor añadido a las temáticas relacionadas con láser y óptica con cualquier organización española que esté dispuesta a colaborar en este ámbito. "Nosotros tenemos contacto regularmente con empresas y entidades interesadas en este campo, aunque de momento no hemos firmado nada en concreto. En los próximos meses, desde Bruselas se abrirá una nueva convocatoria de proyectos europeos de defensa, pero todavía se desconoce cuáles son las temáticas que van a regir en el programa de este año", ha indicado el científico.

El primer proyecto en defensa que tuvo el CLPU, denominado SIGILAR, se desarrolló bajo la dirección del Ministerio de Defensa, junto con la empresa EM&E, y consistió en realizar un demostrador tecnológico de láser pulsado que pudiera ser utilizado para derribar drones o amenazas similares.

El proyecto actual que tienen en marcha los científicos de este centro es realizar un prototipo de láser pulsado que pueda emplearse como arma de energía dirigida para poder neutralizar varios tipos de amenazas, fundamentalmente drones.

Y también participan en dos trabajos europeos de este campo: uno, para avanzar en la generación de componentes láser para pulsos ultracortos, un tipo de láseres pulsados, de manera que se sienten las bases para poder desarrollarlos en el futuro. Y otro que consiste en el desarrollo de un sistema de comunicaciones ópticas con encriptación cuántica, es decir, un sistema de comunicaciones ópticas tierra-aire-espacio que está encriptado, por lo que es más seguro.