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La histórica riada del Tormes que derribó parte del Puente Romano

La carta de un bachiller narra cómo vivió Salamanca la inundación de San Policarpo que en 1626 mató a 150 personas: "a las 9 de la noche llegó la inhumana crecida"

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La histórica riada del Tormes que derribó parte del Puente Romano
Parte del Puente Romano de Salamanca. (Foto: Ical)
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
Lectura estimada: 2 min.

Los vecinos de Talavera de la Reina se levantaron este domingo con el disgusto pintado en la cara porque una crecida en el río Tajo se había llevado por delante varios arcos de uno de los emblemas del municipio: el Puente Viejo, construido en el siglo XIII.

Salamanca padeció un capítulo similar hace 399 años, en 1626. El Tormes y el arroyo del Zurguén se desbordaron, arrasaron el barrio del Arrabal, mataron a 150 personas y derribaron parte del Puente Romano. Llevaba en pie 16 siglos, pero no pudo aguantar la fuerza de las aguas, fruto de las lluvias y las nieves invernales. Aquella calamidad pasó a la historia como la riada de San Policarpo.

La revista de estudios de la Diputación de Salamanca publicó en 1982 un artículo de Bienvenido García Martín sobre la riada y sus efectos en la ciudad, en el que a su vez reproducía la carta de un bachiller que narraba lo sucedido durante la noche de San Policarpo, del 26 al 27 de enero. 

El manuscrito original del estudiante es una crónica de sucesos. El lunes 26 de enero "habiendo precedido sábado y domingo grandes aguas y furiosos vientos tendió la noche su manto negro, como se requería, para las exequias de la futura tormenta, la cual se empezó a continuar, desde las cuatro de la tarde con aires y oscuridad espantosa: hasta que a las nueve de la noche llegó la inhumana crecida causada de las muchas nieves que en sí encerraba la sierra de Béjar, con tan grande ímpetu y tan furioso corriente, ocupando todos los ojos de la puente" y "anegando todas las casas y Conventos que tenían asiento en toda la Vega, y arrabal de santa María la Blanca. Los Conventos fueron el de los Padres Mostenses, el de los Trinitarios Descalzos, y el de las Agustinas Monjas Descalzas, y a los Calzados Carmelitas derribó la mitad de la casa".

La subida sorprendió "a la desgraciada gente descuidada y casi toda durmiendo, sin esperanzas de que hubiese el Tormes decrecer, lo que después tan a su costa se vio, por no haberse nunca visto semejante daño y suceso". El día después todo el mundo salió "a poner remedio en lo posible, pero el estrago era tal que solo Dios bastara a remediarlo".

El agua, en resumen, echó abajo varios arcos del Puente Romano (los de la margen izquierda, en lo que hoy es el Arrabal) y dejó incomunicada temporalmente a la ciudad. La estructura se reconstruyó durante los meses siguientes y volvió a reforzarse y retocarse en siglos posteriores, de forma que sólo son verdaderamente romanos los 15 arcos que comienzan en la margen derecha, junto al verraco. 

Sea como fuere, hoy en día el puente sigue apareciendo en el escudo de la ciudad y cientos de personas transitan a diario por su milenaria calzada. 

1 comentario

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usuario anonimo hace 13 horas
El cambio climatico y eso.....
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