Un partido de cuartos de final de la Copa de la Reina es posiblemente el duelo más incómodo para el equipo que sobre el papel 'debe' ganar el duelo. Perfumerías Avenida estaba sobre aviso acerca de esta cuestión porque además su última derrota en Liga se sumaba al buen momento de un rival como Estudiantes que tiene más o menos cumplidos los objetivos de la temporada y además ahora ha encontrado una forma de juego que le está dando más resultado.

El equipo madrileño, con un quinteto inicial de jugadoras versátiles, planteó un partido incómodo para las salmantinas, que tuvieron que remar contra corriente durante gran parte del encuentro.

El inicio fue parejo, con intercambio de triples entre Vilaró y Estudiantes. Avenida dominaba el rebote y buscaba correr, aprovechando un 2+1 de Koné para situarse 10-5. Sin embargo, las visitantes respondieron desde la línea de tiros libres, aprovechando el pronto bonus de Avenida, y cerraron el primer cuarto por delante (15-16), tras una sequía ofensiva que solo pudo romper Fasoula.

En el segundo parcial, Estudiantes encontró acierto exterior con dos triples consecutivos y su confianza creció. Avenida, por el contrario, mostraba dudas y falta de claridad en ataque. Un parcial de 19-26 obligó a Anna Montañana a pedir tiempo muerto, buscando soluciones ante la defensa cerrada de su rival. El equipo madrileño aumentó su ventaja con rápidas transiciones y constantes ayudas defensivas, mientras que Avenida solo encontraba respuesta a través de acciones aisladas, como un 2+1 de Jankovic que evitó una mayor diferencia (22-28).

Cuando más lo necesitaba Avenida, apareció Iyana Martín con cinco puntos consecutivos, ajustando el marcador (27-31) y forzando el tiempo muerto de Nacho Martínez. El equipo charro mejoró en defensa y logró imprimir más ritmo en ataque, acercándose hasta el 33-35. Sin embargo, un buen cierre de Estudiantes, con una brillante asistencia de Alonso de Armiño y más tiros libres a su favor, les permitió irse al descanso con ventaja (33-39).

Avenida necesitaba un cambio en la reanudación. Jespersen abrió con un triple, pero los errores y el acierto exterior de Estudiantes elevaron la diferencia a diez puntos (36-46), obligando a Montañana a frenar el partido. La respuesta no se hizo esperar: Iyana Martín anotó y asistió a Laura Gil, sumado a un triple que redujo la distancia (42-46). El partido entró en un intercambio de golpes desde la línea de 6,75 con Jespersen y Martín manteniendo a Avenida en la pelea.

El punto de inflexión llegó con la entrada de Fasoula, que con su presencia interior permitió a Avenida ponerse por delante después de muchos minutos (50-49). Con una gran defensa de Vilaró y Martín, las salmantinas cerraron el tercer cuarto con ventaja (57-53), tras una importante canasta final de Fasoula. A falta de un último cuarto, Perfumerías Avenida lograba darle la vuelta al partido, pero todavía quedaba mucho por decidir en la batalla por un puesto en semifinales, 57-53.

La tensión era máxima en los minutos finales, con ambos equipos teniendo muchas dificultades para encontrar situaciones de tiro. Los primeros ataques del último cuarto transcurrieron sin anotación hasta que Fasoula rompió la sequía. Estudiantes respondió con Alonso de Armiño y Avenida desperdició algunos tiros libres clave, lo que mantuvo el marcador en un margen estrecho (60-57). La afición de Avenida trataba de hacerse oír en un pabellón volcado con las madrileñas, que se pusieron por delante con un triple de Camilion. Montañana apostó por jugar con dos bases, combinando la juventud de Iyana Martín con la veteranía de Silvia Domínguez. Iyana igualó el duelo (62-62) a falta de tres minutos y, tras 60 segundos sin anotaciones, la capitana apareció con un lanzamiento decisivo para adelantar a Avenida a minuto y medio del final. Apareció la defensa, brutal de Laura Gil bajo los aros para recuperar un balón fundamental y tampoco se permitió anotar en la siguiente acción aunque perdió un balón que con 14 segundos daba una oportunidad a Estudiantes. Sufrimiento al límite, nunca mejor dicho y más tras la canasta de Camilion que empataba a siete del final. Y ahí, otra vez ella, otra vez una jugadora llamada a marcar una época: Iyana Martín y de su mano, a la semifinal.