En modo 'autodestrucción'. Así se encuentra un Salamanca CF UDS absolutamente roto, con una división absoluta entre quienes lo dirigen y la grada que ya venía de antes pero ha acabado de dinamitarse tras la derrota inapelable en el estadio Helmántico ante un rival como el Llanera, que llegaba a Salamanca con solo cinco partidos ganados y en puestos de descenso. 

Un 0-3 que acabó por desquiciar a buena parte de la grada, con un enfrentamiento entre algunos aficionados y con un fondo joven que abandonó su ubicación en el fondo sur en el descanso con el partido ya con 0-2 y enfiló hacia la puerta de los vestuarios dispuestos a encarar a jugadores y, sobre todo, al técnico Rafa Dueñas al que culpan de la situación.

El partido fue una ruina de principio a fin. El minuto uno, los locales se quedaban con un jugador menos por la expulsión de Casado por un agarrón y tras considerar el colegiado que era el último defensor. Con uno menos desde tan pronto, el Salamanca UDS no encontró una manera de recolocarse y en el desorden el Llanera sacó rédito porque a los nueve minutos se adelantaba en el marcador por mediación de Paul.

Fondo vacío tras marcharse la grada de animación

Nervios, tensión y nadie que tranquilizara la situación o supiera recolocar al equipo que dejaba muchos espacios para que la Llanera saliera a la contra y generara peligro. Un equipo que estaba entre los menos goleadores de la categoría, con 20 anotados hasta llegar al Helmántico, a los 17 minutos hacia su segundo gol por mediación de Tito.

A la media hora llegaba el primer cambio local, ya con bronca generalizada en la grada, y los intentos por recortar distancias quedaban en eso pese a las llegadas de Juancho y Alvarito. Rubén de Tomás marcaba a las puertas del descanso, pero el tanto era anulado por fuera de juego.

Clamor contra el banquillo, aficionados que se iban del campo mientras el equipo enfilaba vestuarios de donde se volvía con dos variaciones en el once de los locales pero nada cambió, más bien se agravó. En el 57 Mateo hacia el tercero y de ahí al final, los que seguían en la grada del Helmántico lo hacían entre protestas hasta la bronca final.