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Aumento de ingresos en Salud Mental Infanto-Juvenil: "Necesitan apoyo, atención y educación basada en valores"

Las consultas de Psiquiatría del Hospital se ha quintuplicado, y aun así, los recursos siguen siendo insuficientes, dice su jefe Ángel Luis Montejo

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Aumento de ingresos en Salud Mental Infanto-Juvenil: "Necesitan apoyo, atención y educación basada en valores"
Ángel Luis Montejo, jefe de Psiquiatría en el Hospital (Fotos: Arai Santana)
Tamara Navarro
Tamara Navarro
Lectura estimada: 5 min.

A partir de este mes de febrero, el Hospital de Salamanca pondrá en marcha un nuevo protocolo de prevención del suicidio, según ha explicado Ángel Luis Montejo, jefe de Psiquiatría del centro. Hasta ahora, cuando un paciente acudía a Urgencias con ideación autolítica, se le trataba en el momento según sus necesidades, con un seguimiento que, en muchos casos, se limitaba a una consulta en el plazo de una semana.

El nuevo sistema refuerza la detección y atención temprana con la creación de unidades específicas en cada centro de salud de Atención Primaria de la ciudad. Estas unidades están integradas por un psiquiatra, un psicólogo, una enfermera y un trabajador social, que evalúan de manera homogénea cada caso mediante la Escala Columbia, una metodología estandarizada para valorar el riesgo real de suicidio.

Si el paciente no requiere ingreso hospitalario, se establece una prioridad de seguimiento en función de la gravedad. Los casos más urgentes se atenderán en un plazo de 24 a 48 horas, mientras que las situaciones de menor riesgo se evaluarán en un máximo de siete días para analizar su evolución y determinar las medidas necesarias. 

 

Abordaje multidisciplinar y terapias grupales

El nuevo protocolo no sólo contempla un enfoque psiquiátrico, sino también un abordaje multidisciplinar que integra la intervención de psicólogos y trabajadores sociales. A partir del 24 de febrero, se pondrá en marcha un programa de terapia grupal dirigido a quienes deseen un apoyo adicional. Este tratamiento tendrá una duración de tres meses, tras los cuales, "si el riesgo autolítico ha disminuido, los pacientes serán derivados a las Unidades de Salud Mental correspondientes para continuar con su seguimiento, que no suelen ser las mismas".
 

 

Suicidio en personas mayores

"Cuanto mayor eres más riesgo de suicidio tienes, una persona de avanzada edad que puede tener problemas económicos, personales, no se hablan con sus hijos, se les ha muerto su mujer... puede ser que las razones que tenga para vivir sean cada vez menores", dice el doctor Montejo. 

"Para ellos el protocolo antisuicidio no resulta eficaz, no los podemos evitar, son decisiones que la gente toma derivadas de sus propias carencias sociales". Si se pueden evitar las que están derivadas de la salud mental, como por ejemplo un brote psicótico, "eso sí es evitable desde el punto de vista psiquiátrico. Podemos detectar la enfermedad y tratarla para que no tenga esos pensamientos"

 

Autopsias suicidas

Otro de las nuevas iniciativas del Hospital, es hacer autopsias suicidas, ver qué ha pasado, analizar las características: cómo, por qué, si habían contactado antes... te das cuenta que en la mayoría de los casos sería muy difícil haberlos ayudado, ya lo tenían planeado. Otra cosa son las personas que sobreviven al suicidio"con ellos si podemos trabajar". 

"El número de mujeres que se suicidan ha aumentado y se acerca al de los hombres, aunque estos siguen teniendo una diferencia significativa". La interpretación de esta brecha es compleja y multifactorial, pues involucra factores sociales, culturales y biológicos. Se ha observado que las mujeres jóvenes tienden a reaccionar más emocionalmente ante los conflictos que los hombres, lo que podría influir en estas cifras.

A pesar de los esfuerzos y planes de prevención, "la tasa de suicidios sigue siendo alta, lo que ha generado una gran alarma social". Sin embargo, "es importante distinguir entre un gesto autolítico y un intento real de suicidio. En muchos casos, el primero representa un llamado de ayuda o una búsqueda de reconocimiento dentro del entorno social, mientras que el segundo implica una intención real de quitarse la vida". Entender esta diferencia es clave para abordar el problema con la sensibilidad y eficacia necesarias.

 

"Las consultas de Salud Mental Infanto-Juvenil se ha quintuplicado, y aun así, los recursos siguen siendo insuficientes"

 

Protocolo específico para niños y adolescentes

El hospital también ha desarrollado un protocolo específico para la población infanto-juvenil en colaboración con colegios, institutos y orientadores educativos. Cuando los docentes detecten signos de alarma en un estudiante, podrán contactar directamente con el equipo multidisciplinar sin necesidad de que el menor pase por Urgencias.

Montejo señala que en los últimos años ha aumentado la demanda de atención en niños y adolescentes, un fenómeno que atribuye a la frustración generada por las redes sociales. Plataformas como TikTok e Instagram han cambiado la forma en que los jóvenes se relacionan y construyen su autoestima, "creando una percepción irreal de la felicidad basada en el éxito inmediato y la aprobación social", lamenta.

Además, los cambios en la estructura familiar han reducido la presencia de los padres en la vida de los hijos"Antes, los niños convivían con sus abuelos y tenían más hermanos con quienes aprendían normas de convivencia. En la actualidad, muchas familias tienen menos hijos y los padres, debido a sus obligaciones laborales, tienden a suplir la falta de tiempo con bienes materiales, dificultando que los niños desarrollen tolerancia a la frustración".

Según Montejo, esta falta de preparación emocional provoca que algunos jóvenes recurran a gestos autolíticos para llamar la atención o expresar su malestar"No podemos tener todo lo que nos apetezca, y si eso no se enseña desde pequeños, el mínimo fracaso se convierte en un drama", advierte.

El nuevo protocolo busca responder a estos desafíos con un enfoque integral que permita detectar y tratar a tiempo los casos de riesgo, brindando apoyo tanto a los pacientes como a su entorno.

 

Educación en valores 

Se destaca la importancia de reforzar la educación en valores en las escuelas, abordando temas clave como las relaciones afectivas, el uso de redes sociales y la prevención del acoso, aspectos fundamentales para la salud mental de los jóvenes.

En los últimos diez años, la demanda en las consultas de Salud Mental Infanto-Juvenil se ha quintuplicado, y aun así, los recursos siguen siendo insuficientes. Hace dos décadas, los ingresos hospitalarios de niños y adolescentes por trastornos de salud mental eran excepcionales. Hoy en día, en Valladolid hay solo diez camas para toda Castilla y León, y en Salamanca se abrirá próximamente una segunda unidad de atención regional.

Los casos más frecuentes corresponden a adolescentes impulsivos, con autolesiones y dificultades en la interacción social. Esto plantea una pregunta clave: ¿por qué antes no ocurría con esta frecuencia? La respuesta puede encontrarse en los cambios en la estructura social y en la evolución del papel de la familia y la comunidad como referentes de contención emocional.

"Los niños necesitan más apoyo, más atención y una educación basada en valores, de acuerdo con cada familia. No se trata sólo de proporcionarles bienes materiales, sino de dedicarles tiempo de calidad. Además de derechos, también tienen obligaciones, y es fundamental ayudarles a desarrollar tolerancia a la frustración. Reflexionar sobre estos aspectos es clave para su bienestar y desarrollo personal".

Más Info.

Estrategia de Salud Mental

La Estrategia de Salud Mental de Castilla y León (2024-2030) se articula en cinco líneas transversales que se aplicarán en Salamanca para transformar la atención en salud mental.
En primer lugar, la Humanización garantiza el respeto a la dignidad y los derechos fundamentales, promoviendo la participación activa de las personas en su proceso terapéutico y minimizando el uso de medidas coercitivas, lo que ayuda a combatir el estigma.

La línea de Promoción de la Salud Mental y Prevención de Enfermedad impulsa la salud comunitaria mediante la detección precoz de trastornos como la depresión, ansiedad y riesgo suicida, involucrando a servicios sociales, educativos y entidades del tercer sector para reducir conductas de riesgo y evitar una medicalización innecesaria.
La Continuidad Asistencial y Coordinación apuesta por una integración efectiva entre profesionales, administraciones y otros agentes, mediante protocolos y circuitos colaborativos, asegurando una atención holística centrada en el proyecto vital del individuo.

La Digitalización y los Sistemas de Información mejoran la recogida y análisis de datos clínicos, facilitando el uso de herramientas como la teleconsulta y la unificación de registros.

Finalmente, la Formación y Gestión del Conocimiento refuerza la capacitación de profesionales y fomenta la investigación y el intercambio de saberes, asegurando una actualización constante para responder a los retos actuales.