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Grupos minoritarios de agricultores y ganaderos han convocado este lunes protestas en distintos puntos de España ante los "pocos avances" logrados un año después de la ola de manifestaciones que protagonizó el sector primario en sintonía con el de otros países de la Unión Europea (UE).
En Cataluña, el sector agrícola se ha propuesto volver a cortar carreteras para protestar contra el incumplimiento de las promesas acordadas con la Generalitat y exigir que se aceleren las infraestructuras de riego.
La protesta de en Cataluña está organizada por el Gremi de la Pagesia Catalana, antes denominado Revolta Pagesa, y ha recibido el apoyo de la organización Asaja en esa región.
También están convocadas pequeñas tractoradas en diferentes puntos de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón, Navarra y País Vasco, y no se descartan acciones en la frontera entre España y Francia, según los organizadores.
Las movilizaciones coincidirán con el primer aniversario de la ola de protestas de los agricultores, que a principios de febrero de 2024 participaron en numerosas tractoradas.
El movimiento estuvo inicialmente coordinado por grupos independientes a través de redes sociales, a lo que después se sumaron las principales organizaciones agrarias.
Las movilizaciones en España y otros países de la UE llevaron a la introducción de reformas para una mayor flexibilización y menor burocracia de la política agraria europea, mientras que el Gobierno español firmó un paquete de 43 medidas con las organizaciones UPA y Unión de Uniones para dar solución a los problemas del campo.
La Unión de Asociaciones del Sector Primario Independientes (Unaspi) ha justificado las tractoradas de mañana porque, un año después del "primer aniversario del inicio de la revolución del campo", "el sector primario se encuentra más vulnerable que nunca".
En su opinión, la falta de apoyo institucional, el aumento de los costes de producción y las amenazas de acuerdos comerciales como el de la UE con el Mercosur han empeorado las condiciones de trabajo y la viabilidad de las explotaciones.
Los agricultores de Unaspi también protestarán por las políticas verdes europeas que se traducen, por ejemplo, en las restricciones sobre el uso de productos fitosanitarios y la presión por alcanzar objetivos medioambientales "poco realistas".