El Real Madrid ha enviado una queja oficial al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, así como al Consejo Superior de Deportes (CSD), en la que expresa su descontento por lo que califica como una "actuación escandalosa del arbitraje y del VAR" durante el partido de LaLiga contra el Espanyol.
En su escrito, el club manifiesta que "los hechos ocurridos en este encuentro han sobrepasado cualquier margen de error humano o de interpretación arbitral". Esta queja se centra en el gol anulado a Vinicius y en la falta de sanción hacia la dura entrada del jugador del Espanyol, Carlos Romero, sobre Mbappé, que no fue penalizada con tarjeta roja.
El Real Madrid concluye su reclamación afirmando que "lo sucedido en el RCDE Stadium representa la culminación de un sistema arbitral completamente desacreditado, en el que las decisiones en contra del Real Madrid han alcanzado un nivel de manipulación y adulteración de la competición que ya no puede ser ignorado".