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Una doctora de la USAL colabora en un libro sobre la urbe romana de Regina y sus 130 villas rurales

El enclave se encuentra en la provincia de Badajoz y la doctora Cruces Blázquez ha realizado el estudio sobre la circulación monetaria en la zona

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Una doctora de la USAL colabora en un libro sobre la urbe romana de Regina y sus 130 villas rurales
Teatro Romano de Regina (Foto: Google Maps)
Isabel Andrés Rodríguez
Isabel Andrés Rodríguez
Lectura estimada: 3 min.

Un nuevo estudio confirma la relevancia de la urbe romana de Regina en tiempos del Imperio Romano y desvela el gran potencial arqueológico que tiene el territorio que controlaba esta ciudad, situada en el actual término municipal de Casas de Reina (Badajoz), que tenía 130 villas y enclaves rurales.

Casi una década de trabajo hay detrás del libro 'Regina y su territorio', de Jean Gerard Gorges y Germán Rodríguez, que ha visto la luz a principios de este 2025 y que aportan importantes novedades sobre el teatro, el Cerro de las Nieves y el complejo militar del Pedrosillo y que ha contado con la participación de una investigadora de la Universidad de Salamanca. El trabajo ofrece una visión global de lo que fue la ciudad, su entorno y cómo fue evolucionando desde la conquista romana hasta su decadencia en el S. VII de nuestra era, según ha informado el Ayuntamiento de Casas de Reina en un comunicado que recoge EFE.

En el libro se aporta también información sobre la circulación monetaria y las cerámicas. El estudio numismático ha sido realizado por la doctora Cruces Blázquez, de la Universidad de Salamanca, y José Manuel Jerez Linde se ha encargado de detallar los aspectos referidos a la cerámica.

Según este estudio, Regina fue un importante centro de poder y no fue una pequeña ciudad administrativa como se ha venido apuntando hasta la fecha. Su origen está en el Cerro de las Nieves donde hoy se sitúa el Castillo de Reina. Tras consumarse la dominación romana, la ciudad se trasladó al llano. Durante unos años hubo población en ambos lugares, para posteriormente asentarse la mayoría en la planicie, donde se encontraba el centro administrativo con tiendas, templos, termas, el teatro, etc. Según los autores, en el cerro existió un centro cultual de relevancia que pudo contar con un gran templo en su explanada central.

La ciudad prosperó gracias a la riqueza de las tierras que controlaba. "Fue un centro minero de primer orden, donde se explotaba hierro y plata que se exportaba por las calzadas hacía Mérida y el sur de la península", apunta Germán Rodríguez en declaraciones que recoge EFE. La situación estratégica entre los valles del Guadiana y del Guadalquivir propició su desarrollo.

Hasta la fecha sólo se ha excavado un mínimo porcentaje del núcleo urbano, pero Regina es mucho más que una ciudad. En torno a la antigua urbe romana Rodríguez y Gorges han localizado 130 villas y enclaves rurales relacionados principalmente con la agricultura y la minería.

Los restos en superficie les han permitido determinar la naturaleza de todas esas localizaciones que están sin excavar. Rodríguez explica que hay grandes villas y pequeños caseríos que dependían de ellas o centros de transformación minera. "Nos ha llamado la atención la aglomeración de villas situadas en las inmediaciones de la ciudad, en la zona cercana a la montaña. Se trata de asentamientos lujosos, con muy poco territorio", señala.

Muchas de estas grandes haciendas contaron con buenos pavimentos de mosaicos. Prueba de todo ello es la presencia en la superficie del terreno actual de un gran número de teselas multicolores que denotan la existencia de mosaicos policromados.

El arqueólogo destaca también que el campamento del Pedrosillo que data de época republicana "es sin duda uno de los mejor conservados de la Península Ibérica, donde se puede apreciar visualmente la táctica militar empleada por los romanos en la lucha contra las tribus lusitanas".

Regina es conocida principalmente por su teatro. Según los autores, nunca llegó a concluirse, a pesar de que "en época de Trajano llegó mucho dinero a la ciudad". En la época de este emperador comenzaron grandes reformas, entre otras las del foro, pero la situación fue cambiando a partir de entonces, a la que se unió la decadencia de la minería. Esta falta de recursos hizo que varias obras públicas no llegasen a concluirse, caso del teatro o de las cloacas.

Los autores apuntan la posibilidad de que en el teatro se llevasen a cabo puntualmente juegos de lucha (ludi glatiatorii). Se basan en la posibilidad de la existencia de un Nemeseum -templo dedicado a la diosa Némesis- en el lateral exterior del graderío, donde se conservan dos pequeñas habitaciones, aun por excavar.

Otra novedad significativa es la existencia de fuentes, justo delante del escenario. "Hemos encontrado las huellas de las tuberías y los huecos donde iban las bocas de las fuentes". Rodríguez confirma asimismo que, una vez abandonado el teatro, parte del escenario se ocupo con una iglesia visigoda, informa EFE.