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Tras casi una década combatiendo el avance de la enfermedad de Parkinson mediante el deporte, Paco Quiñones, leones de nacimiento y cardielejo de adopción, ha logrado coronarse campeón mundial de tenis de mesa: "A veces cuando estoy jugando no pienso si tengo enfermedad o no".
En una entrevista con EFE, Paco Quiñones, cuenta como el éxito en el campeonato del mundo de tenis de mesa para personas con parkinson le ha vuelto toda una celebridad en Cardiel de los Montes (Toledo).
Natural de Fabero (León), donde trabajó durante años en el sector minero, la vida de Paco Quiñones ha estado siempre vinculada al deporte, ya sea a través del fútbol, la bicicleta de montaña, o ahora, el tenis de mesa.
Fue de hecho, andando en bicicleta, cuando tuvo el primer síntoma de su enfermedad y decidió acudir al médico. Es por eso por lo que cuando recibió su diagnóstico y tras el "bajón" inicial, decidió afrontar la enfermedad de Parkinson a través del deporte, para frenar su avance. "Si hay un problema, pues hay que buscar una solución, no te vas a quedar ahí parado", relfexiona.
Se puso retos, recorriendo las pruebas más duras de bicicleta, todo a base de entrenamiento: "Hacía 60 o 70 kilómetros de montaña en días normales", asegura.
Además, pide a las personas que son diagnosticadas con esta enfermedad que hagan deporte, no "se dejen" y trabajen su cerebro. "Si no haces deporte, te vas deteriorando antes", cuenta a EFE.
A través del libro 'Los reveses', del periodista con párkinson Javier Pérez de Albéniz, el leonés se interesó por los beneficios del tenis de mesa para personas con esa enfermedad, un deporte al que al principio le resulto difícil. "Le iba a dar a la pelota y no le daba", indica.
En este caso, coronarse campeón no fue un reto de Quiñones, sino que vino derivado del esfuerzo de este leonés, que entrena a diario su juego en su casa con la ayuda de una máquina que le lanza las bolas de forma automática.
Quiñones relata que se animó a participar en el primer campeonato de España de tenis de mesa para personas con párkinson el pasado abril, una competición en la que admite, "no pensaba llegar muy lejos".
En esta ocasión quedó segundo, superado en la final por Paco Molina, aunque admite que pese a perder el último partido acabó "dando saltos de alegría".
Después de ese buen resultado, se presentó al campeonato del mundo para personas con Parkinson, que se celebró en Francia a finales de 2024 y al que llegó, dice, "con un bajón".
Conforme fue ganando partidos, se fue "motivando" y llegó a la final con plena confianza, en un partido el que cuenta, tuvo un 'off' (un momento en el que los síntomas del la enfermedad aumentan).
"No sé dónde saqué la fuerza", explica emocionado Quiñones, quien al terminar el partido se cayó de rodillas y se desmayó.
Cuando recuperó la conciencia, se dio cuenta de que era campeón del mundo. "Es la leche, porque ahí compites, yo con 62 años, con tristemente, chavales con veintitantos años que tienen parkinson. Pensamos que es una enfermedad de personas mayores, pero no es así", señala.
Quiñones tiene claro que este campeonato es solo un paso más en su lucha de superación diaria para intentar frenar el párkinson. "Aún habiendo ganado estos campeonatos tengo que mejorar", asegura.
"Soy humilde y continuo hacia delante y quiero intentar ya no por la competición en sí, sino seguir con la terapia del tenis de mesa. Para mí eso es fundamental porque estoy moviendo las manos y estoy moviendo las piernas y está trabajando mi cerebro", concluye.
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"Pensamos que es una enfermedad de personas mayores, pero no es así", relata Paco Quiñones
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