Tres chispazos del Rayo acaban con el viaje copero de Unionistas

Si Unionistas tiene una relación más fuerte con una competición esa es la Copa del Rey. El torneo copero es una parte fundamental de un club que ya ha relamido en sus labios el sabor de hacer historia. El idilio entre Unionistas y la Copa casi tuvo una página más este miércoles con el Reina Sofía otra vez de escenario. La primera parte dejó el sello casi puesto, pero el Rayo aprovechó el segundo tiempo para quitarse el letargo y quedarse con el pase en un partido que acabó roto y con Llácer, Álvaro Gómez y Pathé Ciss expulsados.

El Rayo Vallecano salió con una marcha más al tocar de primeras. Unionistas contrarrestó a base de esfuerzo, empeño y ganas y la apuesta salió bien en tan solo quince minutos. Después de una prueba de Iñaki al ver adelantado a Cárdenas y de una incursión de Jonny, Álvaro Gómez desató la locura.

De primeras, raso y fuerte desde la frontal. Así fue el disparo del extremo tras un regalo de Cárdenas que buscó salir jugando y acabó cediendo la bola para el 1-0. La locura dio una marcha extra a los blanquinegros y se volcaron al ataque.

Olieron sangre y lo aprovecharon. Los de Llácer ganaron todavía más metros y acamparon en campo rival. La verticalidad fue la seña de identidad de Unionistas en esos compases y en el minuto 18 llegó el segundo. Jonny centró desde la derecha y Baz se impuso a Aridane en el salto para hacer el 2-0.

Dos goles en 18 minutos dieron la sensación de que la fiesta estaba asegurada. Unionistas no especuló y buscó el tercero. Álvaro Gómez tuvo otra internada en el área y la más clara para otro posible tanto fue de un estelar Jonny. El 19 lanzó un derechazo en el 31' desde línea de fondo que tuvo que sacar Cárdenas con el pie.

Las acciones no cesaron y Unionistas movió al Rayo cual títere. Los de la franja estuvieron a merced de los locales y sufrieron en su propia área. Pero el único error de la defensa charra les dio alas.

Era el minuto 35 cuando Iñaki se resbaló al dar un pase, la bola acabó en Trejo y el resto de compañeros en lugar de entrarle se encerraron. El argentino tuvo vía libre para llegar a la frontal, caracoleó y batió a Marco Suárez. 2-1 en el marcador y el descanso llegó con la sensación de que Unionistas podía tener una ventaja mayor.

Pero el guion cambió en la segunda parte. La charla de Iñigo Pérez elevó el ritmo de los suyos y demostraron que son un Primera División con mayúsculas. Los vallecanos tomaron la pelota, controlaron el tempo y el ritmo e hicieron más daño a la zaga salmantina.

Eso sí, Rastrojo tuvo la más clara a los seis minutos de la reanudación. El atacante pudo sentenciar el duelo aprovechando un error de Aridane que lo dejó solo frente a Cárdenas, pero en el uno contra uno la mandó fuera por el palo corto. Y los fallos se pagan.

El Rayo no tardó en responder con el 2-2 en el minuto 53. Pedro apareció por la zona derecha, se metió en el área y lanzó un derechazo que Marco no pudo ni ver. La cosa se puso fea y Dani Llácer se vio obligado a mirar al banquillo. Ya había dado entrada a Serrano en el descanso, pero tras el tanto metió en el campo a Pau y Tur para ganar presencia.

La apuesta surtió efecto ya que el propio Tur tuvo un disparo en la frontal en el 68' que tuvo que atrapar Cárdenas. Pero el partido se volvió loco y tanto salmantinos como vallecanos buscaron desesperadamente el gol.

Fue tal la sensación de que el gol podía llegar en una u otra área que Llácer apostó por sacar a Carlos de la Nava para dar entrada a Gorka. El objetivo no era otro que tratar de que el delantero pescara un balón que pasase cerca del área.

La situación se desmadró con el paso de los minutos. Pedro Díaz avisó con otro disparo desde la frontal en el 77' y otro de Jorge de Frutos en el 81? desde la derecha. Entre medias, el colegiado expulsó a Dani Llácer tras protestar una falta sobre Tur.

Con el partido roto el Rayo Vallecano aprovechó un espacio atrás de Unionistas para el 2-3. Embarba se perfiló en la izquierda y la colocó en el palo largo de Marco. Un golpe que fue mortal para los charros. Lo intentaron de todas las maneras posibles, no dejaron de pelear y de buscar el empate, pero en esta ocasión la suerte copera fue esquiva con ellos. Y lo fue de la peor manera. Serrano logró el empate en la última jugada y el colegiado lo dio por inválido por fuera de juego.

Una aventura que acaba contra el Rayo pero con la sensación de que el Reina Sofía se le atraganta a cualquier rival y, todavía más, si el partido es de Copa del Rey.