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UCCL se movilizará antes de Navidad y pide que no se acepten menos de 1,40 euros por litro de leche de oveja

La organización advierte de que "en cinco o siete años desaparecerá la mitad de los ganaderos del sector de Castilla y León"

UCCL se movilizará antes de Navidad y pide que no se acepten menos de 1,40 euros por litro de leche de oveja
V.T.P.C
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La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) pidió este lunes a los ganaderos que no acepten menos de 1,40 euros por litro de leche de oveja de la industria, dado que es el mínimo que la organización considera para que su producto sea rentable. Por debajo de esa cantidad "no hay rentabilidad en las explotaciones, y se traduce en menos leche en el mercado, de peor calidad y cierre de explotaciones".

Este precio tipo es ocho céntimos superior al que actualmente se está pagando, de 1,32 euros, tal y como explicó el responsable del sector ovino en la organización agraria, José Antonio Martínez Castelo, quien compareció acompañado del coordinador de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, y que anunciaron movilizaciones en la calle antes de Navidad si la industria no da su brazo a torcer en las siguientes reuniones para establecer los precios del próximo trimestre o de 2025, algo que, vaticinaron, no sucederá, porque en diciembre "los precios vuelven a bajar".

González Palacín explicó que el ovino de leche es un sector "emblemático" en Castilla y León, Comunidad que "ha sido la primera productora de leche durante muchos años" y que "lamentablemente ha perdido el liderazgo en favor de Castilla-La Mancha". De ello acusó a la industria y la distribución, que "aprietan demasiado al sector", que además sufre costes "muy apretados, como forrajes y paja", y que ha causado un "abandono importante"".

Se trata de un sector "tremendamente envejecido", dado que más del 65 por ciento de los ganaderos de ovino actuales cuentan con más de 56 o 57 años, con lo que, vaticinó, "en los próximos cinco o siete años desparecerá el 50 por ciento del sector". "Saltan todas las alarmas para que la administraciones públicas pongan en marcha un plan serio y la industria y distribución se comprometan y den estabilidad de una vez por todas con este sector, para que tenga un pequeño margen y sea viable", apuntó. También, informó de que la Comunidad ha perdido un 5,6 por ciento de ganaderos este año, con 1.360, frente a los 1.490 con los que inició el ejercicio. Mientras, la producción también ha descendido un porcentaje similar, un cinco por ciento, hasta los 265 millones de litros aproximadamente.

González Palacín reprochó la "jugada muy sucia" de la industria en los últimos tres meses, al bajar el precio de la leche, "sin argumento ni situación de mercado, de forma unilateral, por el artículo 33", cuando los quesos "se venden relativamente bien y simplemente quieren hacer más caja".

Un estudio de precios

Martínez Castelo mencionó un estudio basado en los precios "hoy por hoy en el mercado, elaborado con varias cooperativas". En él se incluyen costes de producción, transporte, alimentos, luz, mano de obra y demás insumos. "Nos sale 1,40 euros, aunque el problema es la mano de obra, muy complicada de estimar", sostuvo. En todo caso, advirtió de que si ahora baja a 37 horas semanales "se necesitará más gente, y es muy difícil encontrarla". "Tenemos muy poca gente cualificada para trabajar en el sector", prosiguió.

A su juicio, salvo que "haya un precio digno, no se puede crecer en el sector", con lo que "desde algún sitio se están haciendo las cosas mal". Al ganadero, advirtió, "no le llega nada barato de sus costes de producción, porque no hay descenso en el precio de la alimentación animal y nos han bajado 15 céntimos el litro de leche en lo que va de año. No sé si la gente lo habrá notado en los lineares", sentenció. Como ejemplo, señaló que en enero elaborar un queso tenía un coste medio de 8,43 euros, frente a 7,64 de noviembre.

Por ello, y en presencia de tres jóvenes ganaderos que asistieron a la rueda de prensa, Martínez Castelo advirtió de que "si a los ganaderos no se les apoya, el sector va hacia la hecatombe". "Se han quedado para vivir del sector, pero no para tener limosnas. Nadie quiere subvenciones, sino que su producto valga lo justo. Se levantan todos los días, de lunes a domingo, porque tienen vocación. Estamos orgullosos de poderlo hacer, pero cada vez nos quitan más las ganas porque nos pagan menos el producto", argumentó.

En la actualidad, consideró que los jóvenes, según está el mercado, "no pueden pedir préstamos para dar de comer a las ovejas, como se hizo en anteriores crisis". Y apeló a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural que "no se le llene la boca en defensa del ovino y apueste por el sector de una vez, diariamente, no solo en los despachos".

Mantenimiento de la población

Por último, Jonathan Fernández, joven ganadero, defendió que el futuro del sector pasa por la digitalización, la automatización de las explotaciones y una "mejor calidad de vida de los trabajadores"; e indicó que la "tendencia social es a trabajar cada vez menos horas" y los ganaderos "también quieren vivir dignamente de este trabajo".

Fernández apuntó que los salarios, las cotizaciones sociales y seguros "cada vez son más caros, al igual que los productos que se adquieren". "Estamos perdiendo rentabilidad", advirtió. Destacó que el sector "genera población en el medio rural, algo de lo que hablan mucho los políticos, pero su mensaje no llega a nosotros con el mantenimiento de los servicios, cuando damos empleo a población que trae familias y que mantiene abiertos los colegios". "El sector ovino es importante porque sustenta en el medio rural", insistió.

Además, manifestó que en la actualidad, en un plan de incorporación de jóvenes "se imputa ese rendimiento con anterioridad al cobro de la subvención, si te la conceden, y que puede tardar tres o cuatro años", cuando hasta 2021 "se imputaba en los años posteriores". "Estás asumiendo un coste de impuestos de algo que aún no has percibido. Empiezas una actividad y ya lo haces con una piedra en el zapato", reprochó Fernández, quien deseó poder seguir dedicándose a la ganadería "durante los próximos 20 años". "Me apasiona, pero depende de que la industria nos pague un precio justo, sin mendigar, y que las administraciones públicas apuesten por el sector", relató.