El programa 'Raíces' da una nueva oportunidad educativa a 25 familias del barrio Puente Ladrillo

El Ayuntamiento de Salamanca continúa desarrollando programas de apoyo a familias en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión en los barrios de la ciudad para facilitar su inserción sociolaboral. Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza que se conmemora mañana, la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Miryam Rodríguez, y el director de la Casa Escuela Santiago Uno, Jesús Garrote, han presentado el programa 'Raíces' de intervención familiar para disminuir la pobreza hereditaria a través de la formación e inclusión social, que lleva a cabo la empresa de inserción social Ecotono Integración, de la mano de la Fundación Mil Caminos y la Casa Escuela Santiago Uno.

A través de formación e inclusión social, dando continuidad al 'Semillero de Oportunidades' puesto en marcha con éxito el año pasado, durante el curso escolar se trabaja con 25 familias del barrio Puente Ladrillo en el refuerzo educativo y seguimiento académico, el acompañamiento en diferentes trámites o gestiones y la asistencia a charlas formativas y actividades comunitarias. De esta forma, se favorecen entornos saludables y de aprendizaje para reforzar las relaciones intrafamiliares y con la comunidad de modo que puedan adquirir hábitos de corresponsabilidad dentro y fuera del hogar.

Miryam Rodríguez destacó que este tipo de programas teje puentes de oportunidad a través del empleo y el desarrollo de itinerarios de inserción personalizados, posibilitando y compaginando el crecimiento personal, la formación y el acceso al mercado laboral. De esta forma, se refuerza la puesta en marcha de nichos de empleo mediante servicios múltiples para transformar la sociedad desde el proyecto ecosocial.

Garantizar el acceso a oportunidades educativas de calidad

El programa 'Raíces' de intervención familiar para disminuir la pobreza hereditaria va dirigido, principalmente, a menores con edades comprendidas entre los 6 y los 17 años y sus familias, teniendo especial relevancia aquellos que viven situaciones de desventaja social. La formación se realiza por educadores en el propio domicilio y de forma grupal en el Centro Municipal Integrado (CMI) de Puente Ladrillo con materiales adaptados al nivel individual de cada persona.

El estudio de las familias con Renta Garantizada de Ciudadanía o con prestaciones sociales de larga duración cronifican su situación de exclusión social con transmisión a sus progenitores que repiten pautas sociales considerando la pobreza como hereditaria. El objetivo del programa es iniciar con familias jóvenes la captación y formación para hacer mediación con entidades formadoras tanto de Formación Profesional Básica como Certificados de Profesionalidad y dar continuidad al interés para titular y apoyo posterior en búsqueda de empleo.

Así, desde un modelo de trabajo que sitúa a las familias y a los menores en el centro de la intervención, se busca disminuir el círculo de la pobreza hereditaria, que tanto afecta a la infancia y a la adolescencia en situación de desventaja social, y garantizar el acceso a oportunidades educativas de calidad. Partiendo de un análisis individualizado de cada familia, se complementa la intervención con un refuerzo educativo de Primaria y Secundaria, apoyo educativo para madres inscritas en la Formación Profesional Básica, actuaciones en la comunidad, ocio y tiempo libre en familia y promoción de la salud.

Todo ello se materializa en el acompañamiento en la construcción de la historia de vida, en la toma de decisiones, y en la atención y la acción basada en la persona; el trabajo en red, con la mirada puesta en la comunidad; y la familia, como centro de la intervención, desde una posición de corresponsabilidad, potenciando así su autonomía, como principal factor en su proceso de cambio.

También se trabaja la sensibilización de la comunidad educativa, como escenario principal de convivencia, socialización y aprendizaje; la innovación educativa desde el aprendizaje-servicio, aportando buenas prácticas y estructuras que hacen posible un aprendizaje sobre el terreno, desde sus propios intereses y necesidades; y la coordinación con recursos de formación y empleo, favoreciendo así el acceso a posibles oportunidades educativas y formativas de calidad, que favorezcan su crecimiento personal y una posible futura inclusión laboral.