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La "especialización", la esperanza de los veterinarios salmantinos con el nuevo grado en la USAL

El presidente del organismo, Antonio Rubio, reclama que se potencie un "giro" a la hora de impartir los estudios para distinguirlo del resto de facultades

La "especialización", la esperanza de los veterinarios salmantinos con el nuevo grado en la USAL
Antonio Rubio, a la izquierda, durante la última feria Salamaq.
Manel Pacho
Manel Pacho
Lectura estimada: 3 min.

El pasado 2 de octubre, el rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, anunciaba la implantación del grado de Veterinaria en el aula mater salmantina para el curso 2026-2027. Esta decisión era tomada tras la reunión de los cuatro rectores de las universidades públicas de Castilla y León con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y desde entonces las valoraciones de esta medida no han faltado.

La consejera de Educación, Rocío Lucas, recalcaba que con esta decisión "ganamos todos", mientras que el Colegio Oficial de Veterinarios de León, a través de su presidente Luciano Díez, tildaba de "puñalada trapera" la creación del grado universitario en Salamanca. Esta titulación ya se imparte en la Universidad de León, por lo que con su entrada en Salamanca ya habría 16 de estas titulaciones por el territorio nacional.

Antonio Rubio es el presidente del Colegio de Veterinarios de Salamanca y explica a Tribuna Salamanca sus sensaciones con la medida. El dirigente reconoce que el gremio está "dividido" y comparte en cierta medida la postura del organismo leonés al hacer hincapié en el abundante número de facultades veterinarias, superando incluso a la decena que hay entre Países Bajos, Francia y Alemania. El número de estudiantes egresados es una de las preocupaciones de Rubio puesto que considera que la profesión se va "a precarizar", habiendo ya un ratio de abandono de la profesión del 30% entre los veterinarios de clínicas.  

No obstante, el presidente del organismo salmantino reconoce que el nuevo centro de estudios "es muy interesante" a nivel local y provincial, principalmente por el número de explotaciones repartidas en Salamanca. Actualmente, salen al año alrededor de 1.500 titulados, pero la figura del veterinario de campo está "en extinción".

Pese a no haber recibido ningún acercamiento de la USAL antes de conocer el anuncio, desde el Colegio de Veterinarios de Salamanca sí explicaron sus sensaciones a la Universidad Pontificia de Salamanca durante la etapa del coronavirus. Por aquel entonces el centro pontificio tenía entre sus planes el poder desarrollar el grado de Veterinaria en sus instalaciones, sumándolo a su oferta, pero los profesionales explicaron sus reticencias y ahí se paró la idea.

Por ello, ahora plantean que este nuevo grado de la USAL diste de los estudios habituales y abogue por una determinada "especialización". Entre las vertientes, Antonio Rubio esgrime algunas como la fisioterapia animal o el enfoque hacia la veterinaria rural. 

Esta última corriente es la que clama por ser revisada ante la falta de profesionales. Una cuestión paradójica ante el elevado número de estudiantes que se gradúan cada año, pero que dejan de lado la figura del veterinario de campo al considerar las clínicas una opción más atractiva. Por ello, Rubio considera que se debe tratar de potenciar el ámbito rural con la colaboración de todas las administraciones, siendo además el veterinario una barrera crucial a la hora de frenar la propagación de enfermedades y su llegada al ser humano.

La especialización. Ese es el camino que esperan desde el Colegio de Veterinarios de Salamanca que se tome en el seno de la USAL, reclamando que esta nueva línea académica cuente con una idea determinada y se distinga del resto de facultades que en sus clases preparan a los futuros profesionales de este ámbito.