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El acusado del asesinato de la mujer de Santa Marta pide "disculpas": "Me dio un brote de enajenación por consumo"

El supuesto autor declara ante el juez y justifica que acudió a pedir ayuda al centro de salud tras intentar "espabilarla con agua en la bañera"

El acusado del asesinato de la mujer de Santa Marta pide "disculpas": "Me dio un brote de enajenación por consumo"
El acusado en la sala (Foto: Arai Santana)
Tamara Navarro
Tamara Navarro
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Durante el juicio por el crimen por la muerte de Yeis María, una mujer que perdió la vida tras ser golpeada y ahogada en la bañera presuntamente a manos del único detenido por los hechos, ha llegado el turno de declaración del único acusado D. G. M, vecino de Santa Marta que se enfrenta a 25 años de prisión por un delito de asesinato con los agravantes de alevosía y ensañamiento. En primer lugar ha pedido "disculpas", aunque el juez lo ha interrumpido para que lo haga en la última palabra. 

Ha afirmado recordar como comenzó a mandarse mensajes con Yeis María para quedar en su domicilio. "Bebimos cervezas, cocaína, licor de café... La finalidad era mantener relaciones sexuales. La até a la mesa del salón, era un juego sexual", aunque no recuerda si le puso los brazos en cruz. "La cinta americana la tenía en casa".

"No recuerdo si le di golpes. Llevaba más de un mes con problemas familiares, mucho tiempo sin dormir. Tengo una horquilla de tres horas que no recuerdo nada. Puse la bañera de agua para remojarla a ver si reaccionaba", explicaba.

"Con la alcachofa le mojé la cara, al ver la sangre me marché al centro de salud. Pensé que tardaría menos si iba y pedía ayuda", ha señalado.

A la pregunta del fiscal de cuál es la razón de no llamar a los sanitarios mientras veía que la mujer agonizaba, el acusado ha respondido: "No era muy consciente, traté de espabilarla con agua. Limpié con unas toallitas la mesa y salí a buscar ayuda a los sanitarios. Vivo como a unos cien metros, pensé que así tardaba menos". 

Ha afirmado haber practicado con anterioridad este tipo de juegos sexuales con golpes"De esto no fui consciente, debió ser algo transitorio, no es normal. A los agentes de la Guardia Civil les conté lo que estaba en mi cabeza". Y además justificaba: "Pienso que me dio un brote de enajenación transitorio por consumo". 

"En ningún momento tuve intención de matarla. No tenía ningún desprecio hacia ella, si no, no la hubiera contratado ni estado con ella", ha dicho. 

Finalmente, el acusado ha tenido un último turno de palabra: "Muestro mi más sincero arrepentimiento, he destrozado a mi familia y a la suya. Me he arruinado la vida".