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"Se pudo ampliar el Museo, pero no se hizo. Fue la gran oportunidad perdida de Salamanca"

El Museo Art Nouveau de la Casa Lis ha ganado el Premio Castilla y León de las Artes 2023. Su director, Pedro Pérez Castro, analiza la situación del citado espacio

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"Se pudo ampliar el Museo, pero no se hizo. Fue la gran oportunidad perdida de Salamanca"
Pedro Pérez Castro, en la Casa Lis. (Foto: A. Santana)
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
Lectura estimada: 7 min.
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El Museo Art Nouveau y Art Déco Casa Lis recoge este jueves el Premio Castilla y León de las Artes 2023, concedido "por su icónica defensa" de una parcela del patrimonio cultural como las artes decorativas. Su director, Pedro Pérez Castro, charla sobre el citado galardón y los casi 30 años de historia del Museo.

 

- ¿Qué supone para el Museo la entrega de este premio?

- Un premio de las artes de Castilla y León siempre es un reconocimiento importante para un museo. Los museos somos organismos muy delicados, muy frágiles y de hecho muchos museos no llegan a los 30 años, como vamos a llegar nosotros el año que viene. Te da fuerza, te consolida socialmente y te anima a seguir trabajando, no hay duda. Habitualmente se concede a personas. Históricamente sólo se ha dado a otro museo, que no es tanto un museo como una casa, que es la Casa Botines de Gaudí, en León. El reconocimiento a un museo es bastante singular y creo que ha sido una buena idea, no por nosotros, sino porque además de las personas están las instituciones y los equipos.

 

Queremos que este espacio, aparte de museo, sea un espacio de bienestar, terapéutico..."

 

- ¿Hacia dónde se encamina el Museo, que además cumple 30 años en 2025?

- Es un tema de continuidad, mejorando la calidad de las exposiciones temporales si es posible, que a veces es muy difícil; mejorando la museografía para que se entiendan mejor las colecciones del museo e iniciando una línea de trabajo que tenía ganas hace tiempo y el equipo del museo está de acuerdo, que es la vinculación con la sociedad de Salamanca, hacerlo sentir como una especie de espacio de disfrute, de salud… queremos trabajar mucho con personas que tienen dificultades de salud, queremos que este espacio, aparte de museo, sea un espacio de bienestar, terapéutico... la gente viene y se encuentra con luz, con bienestar, con actividades… y creo que los salmantinos deberían aprovecharlo más. Vamos a trabajar en ese sentido. Lo haremos con amigos del museo, con Cruz Roja….. y va a ser a nivel experimental, pero propondremos a los salmantinos que vengan a disfrutar de su casa.

 

- Da la sensación de que mucha gente de Salamanca ya la disfruta...

- Sí, pero hay mucha gente que no, que aún no la ha disfrutado y queremos que venga. Es uno de los proyectos más inmediatos, sin olvidar por supuesto el trabajo habitual, el día a día. De hecho vamos a continuar con nuestra línea de actividades culturales, como las Noches de Lis, las efemérides del museo, las actividades que permitan contextualizar con el museo.

 

Tenemos un número de visitantes que creo que es suficiente y estamos estudiando fórmulas que permitan que los salmantinos puedan disfrutar un poco más del museo"

 

- ¿El trabajo del día a día es incrementar las visitas?

- Afortunadamente eso ya se ha cumplido. Tenemos un número que creo que es suficiente y estamos estudiando fórmulas que, de cara a un futuro, permitan que los salmantinos puedan disfrutar un poco más del museo, quizá con horarios especiales, no sé… pero lo que se sería el flujo normal del turismo, estamos en niveles altos.

 

- Eso sería la envidia de cualquier museo...

- Hay muchos museos que se plantean cómo conseguir que el turismo cultural no sea muy 'contaminante'. Es un tema de las ciudades, que en determinado tipo de momento se convierten en parques temáticos demasiado masivos y no se disfruta del patrimonio. Lo que pretendemos es que las visitas no lleguen a ser 'contaminantes' para las personas que quieren disfrutar más con tranquilidad, con sosiego…

 

Se pudo ampliar el museo en su momento, pero no se hizo. Fue una de mis peleas eternas. Tuvimos la oportunidad en el solar de al lado"

 

- ¿Sería posible ampliar físicamente el Museo?

- Se pudo en su momento, pero no se hizo. Fue una de mis peleas eternas, conseguir más espacio. Tuvimos oportunidad en su momento, en el solar de al lado, y hemos tenido la oportunidad de trabajar el proyecto de Adoratrices, pero no ha salido nada y ya es imposible. Por lo menos para mí, como director del Museo, considero que es un esfuerzo que ya se hizo en su momento y no pudo ser. Si se pudiera haber ampliado físicamente, habría sido muy interesante para la ciudad.

Teníamos varios proyectos, por ejemplo uno de hacer reproducciones de piezas para que el museo hubiera sido accesible a invidentes o incluso a público general que le apetece tocar las piezas. Hubiéramos hecho un espacio, que se está haciendo en otros sitios, que el visitante pueda tocar mármol, escayolas…. sentir con el tacto. Esto requería espacio, no lo hemos hecho porque no tenemos espacios. Y así más cosas, como exposiciones temporales mas ambiciosas o sacar piezas que tenemos en los almacenes.

 

- ¿Hoy ya es inviable ampliarlo?

- Para mí sí, como director he hecho todo el esfuerzo del mundo, no lo he conseguido y no me lo voy a plantear. 

 

Pedro Pérez Castro. (Foto: A. Santana) 

- ¿Alguna ciudad les ha tentado para abrir subsedes o llevarse piezas?

-Hemos hecho experiencias con exposiciones temporales y hemos tenido peticiones, desde luego, para llevar piezas, pero sinceramente yo creo que no se deben descontextualizar las colecciones del espacio de la Casa Lis. Hicimos en Ciudad Rodrigo, en Los Águila, y en otros sitios, pero yo no creo que no han sido experiencias demasiado positivas. La ampliación del museo tenía que haber estado en torno a la Casa Lis.

 

- El edificio es un valor añadido para estas exposiciones...

- Claro. La oportunidad mas importante la tuvimos con el solar de al lado, el colegio de la Asunción. Fue la gran oportunidad perdida por la ciudad y no sólo la ampliación del museo, que hubiéramos hecho en el subterráneo, sino que Salamanca perdió un parque maravilloso, la continuación de Calixto y Melibea.

 

Cuando el Museo tuvo una crisis, la sociedad se volcó. De ahí surgió el génesis de la Asociación de Amigos del Museo, el apoyo de la sociedad civil. Fue muy importante. Esa crisis nos hizo fuertes"

 

- ¿Cuáles han sido los momentos clave de estos 30 años, los puntos de inflexión?

- Una parte muy importante y positiva fue cuando el Museo tuvo una crisis, la única que hemos tenido, en la que la sociedad se volcó. De ahí surgió el génesis de la Asociación de Amigos del Museo, es decir, el apoyo de la sociedad civil al Museo, a la Casa Lis como suya. Fue muy importante. Esa crisis nos hizo fuertes. 

El trabajo ha sido muy continuado en crecimiento. Ha sido bastante constante. Las exposiciones temporales marcan hitos determinados. Por ejemplo, la de Botero va a ser un hito, vamos a pasar de 60.000 visitantes. Y hay algunas exposiciones temporales que hemos sacado fuera, que han sido muy importantes, como 'Cabaret. París-Berlín, años 30', que la llevamos a nueve ciudades y marcó una forma de promocionar el Museo que luego repetimos con otras exposiciones. 'Cabaret. París-Berlín, años 30' seguramente fue la más importante.  

 

- Mencionaba antes que el apoyo de la sociedad civil fue esencial ante la retirada de apoyo institucional, a mediados de los años 90. ¿Llegaron a temer por la continuidad del Museo?

- Sí. Fue una crisis muy fuerte. La subvención del Ayuntamiento era muy importante. Retirar una subvención, que se retirará del patronato del museo... supuso una crisis importante. El alcalde decía 'vamos a llevarnos las muñecas a Navasfrías' (pueblo de origen del mecenas del Museo, Manuel Ramos Andrade). Aquello fue muy duro, pero se superó, que es lo importante, con el apoyo de la sociedad civil. Y sin ideologías.

 

- La situación actual en comparación es una balsa de aceite...

- Ahora mismo están tan consolidadas la marca y la institución... Además hay una cosa muy importante. Aparte de que la gente la hace suya, está el valor inducido de comercios, restaurantes… la Casa Lis es un producto que crea valor.

 

- Se ha consolidado como una marca...

- Hay una cosa que hemos acertado muy bien, un trabajo que ha hecho comunicación, muy importante, que es la construcción de una marca, Casa Lis, y a partir de ahí metemos el resto de las actividades, como un paraguas. Las tiendas, las actividades… todo apoyado en la marca Casa Lis. Este desarrollo ha cumplido objetivos y es algo constante. La marca es muy importante y ha hecho que la gente, cuando venga a Salamanca, quiera ver la Casa Lis.

 

Estoy seguro de que hoy día Manuel Ramos Andrade estaría muy satisfecho con el Museo, porque se han cumplido muchos más de los objetivos que tenía"

 

- Citaba a la localidad de Navasfrías, el pueblo natal de Manuel Ramos Andrade, el anticuario que impulsó lo que hoy es el Museo. ¿Qué pensaría Ramos Andrade hoy de la Casa Lis?

- Tuvimos la oportunidad Ramos y yo de hablar muchas veces sobre esto. Él tenía una fe ciega. Yo también, pero con menos entusiasmo en un principio. Sabía como era la sociedad salmantina y que los productos nuevos... es como esta casa, cuando la hizo Miguel de Lis... Estoy seguro de que hoy día Ramos Andrade estaría muy satisfecho porque se han cumplido muchos más de los objetivos que tenía, y yo también. Muchas veces cuando nos planteamos nuevas acciones y productos pienso en él, si le gustaría o no.

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