El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) mantuvo la pena de ocho años de prisión para un hombre que apuñaló hasta en cinco ocasiones a una compañera con la que residía en un centro de acogida de Salamanca, y del que había sido expulsado. El alto tribunal, por tanto, ratifica todos los pronunciamientos de la Audiencia Provincial, incluida una indemnización superior a 14.000 euros, y mantiene el delito de asesinato en grado de tentativa, teniendo en cuenta como atenuante un trastorno mental transitorio.

El recurso de la defensa se basaba en eliminar alevosía al no haber existido dolo directo de matar e impugnaba la correlativa calificación de asesinato en grado de tentativa, pidiendo que se califique como un delito de lesiones agravadas o, de manera subsidiaria, como un homicidio con abuso de superioridad. En definitiva, lo que trató de combatir el recurso es que hubiera habido ánimo de matar en la conducta del hombre y que haya existido la alevosía, consideraciones ambas descartadas por el TSJCyL.

Según recoge la sentencia, el día antes de los hechos, que se remontan a las 20.15 horas del 18 de julio de 2022, el condenado ya había proferido amenazas de muerte contra la compañera a la que, 24 horas más tarde, agredió. El hombre, que había sido expulsado previamente del centro por su mal comportamiento, llamó al timbre y comentó que su intención era recoger alguna de las pertenencias que se había dejado.

No obstante, los responsables del centro le pidieron que esperara fuera con la idea de sacarle los objetos que había mencionado. Sin embargo, aprovechó el momento para empujar la puerta, entró por la fuerza y se dirigió directamente al primer piso. Allí, se encontró con la mujer y, sin mediar palabra, sacó un cuchillo de 15 centímetros de hoja. En ese momento apuñaló a la mujer hasta en cinco ocasiones. Fue otro residente quien, al escuchar los gritos, salió y fue en su ayuda. De hecho, golpeó al hombre con una botella y logró impedir peores consecuencias.