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Tres años de prisión por agresión a una compañera de trabajo y a sus padres tras entrar armado en su casa

El padre consiguió reducirlo y sacarlo de la casa, huyendo el condenado en su vehículo y permaneciendo escondido en el monte hasta que se entregó a la Guardia Civil

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Tres años de prisión por agresión a una compañera de trabajo y a sus padres tras entrar armado en su casa
Audiencia Provincial de Salamanca.
Isabel  Rodríguez
Isabel Rodríguez
Lectura estimada: 3 min.
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La Audiencia de Salamanca ha condenado a un hombre a tres años de prisión por ser el autor responsable de delitos de coacciones, amenazas y lesiones a una compañera de trabajo a la que amordazó y agredió junto a sus padres tras irrumpir armado a su casa.

Ha sido sentenciado a tres años de privación de la libertad por cometer de forma específica un delito leve de coacciones de carácter continuado; tres de coacciones graves; uno continuado de amenazas graves no condicionales; y tres leves de lesiones a la mujer y sus progenitores, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y publica EFE. 

Asimismo, se le ha sido impuesto una orden de alejamiento de 300 metros respecto a las víctimas y a pagar a los afectados, en concepto de multas e indemnizaciones, una cantidad que ronda los 3.000 euros sin contar las costas del juicio.

La Audiencia Provincial ha decidido absolver al procesado de tres delitos de detención ilegal, de un delito de injurias y de un delito de acoso de los que venía siendo acusado.

El acusado y la víctima se conocieron en el verano de 2022 en Ciudad Rodrigo, momento en el que comenzaron una relación de amistad con presuntos encuentros sexuales esporádicos que duró hasta febrero de 2023, cuando comenzaron los problemas entre estos tras aparecer unas pintadas en esa localidad salamantina con el nombre de la víctima acompañado de calificaciones despectivas como "guarrilla", sospechando esta que el inculpado era el autor.

Esta circunstancia provocó que la mujer se enfadara y decidiera cortar el contacto con el procesado, algo que este no aceptó y comenzó insistentemente a escribirle por Whatsapp pidiéndole perdón y declarándole su amor.

El intercambio de mensajes duró desde el 10 hasta el 16 de febrero, día en el que ocurrieron los hechos. Entonces, el acusado acudió a la vivienda de la víctima vistiendo con ropas oscuras provisto de una escopeta cargada y accedió a esta por el garaje encontrándose a la víctima y sus padres.

En ese momento, prosigue EFE tratando de doblegar la voluntad de éstos a fin de obligarles a hablar con él, les encañonó e hizo subir a la cocina. Ya en su interior, les indicó que se tiraran en el suelo y ordenó a la víctima a atar con unas bridas las muñecas de sus padres.

Hizo lo propio el acusado con la víctima y luego amordazó a la madre con un pañuelo para que dejase de gritar, amenazándoles repetidamente con matarlos al tiempo que insistía en que sólo quería hablar con ellos.

Transcurridos escasos minutos, cuando el acusado trató de modificar la posición de las bridas colocadas al padre con el fin de atarle las manos por detrás de la espalda, este aprovechó la ocasión para abalanzarse sobre el acusado y quitarle el arma, cayendo ambos por las escaleras hacia el garaje, acudiendo seguidamente en su auxilio la víctima y su madre tras despojarse de las bridas.

Después de un forcejeo entre todos ellos, durante el cual el acusado golpeó a la víctima y a sus padres con intención de hacerles daño, la víctima consiguió coger la escopeta y arrojarla a la calle a través de una ventana.

El padre consiguió reducir al acusado y, tras hacerse con el control de la situación, le solicitó explicaciones sobre el motivo de su actuación, insistiendo el acusado en que sólo quería hablar con ellos.

Lo sacó luego de la vivienda y acompañándolo hasta una plaza para asegurarse que abandonaba la localidad, el acusado cogió su vehículo con el que huyó a gran velocidad. Permaneció escondido en el monte hasta el 18 de febrero de 2023 en que decidió entregarse voluntariamente a la Guardia civil.

A causa del incidente, el padre sufrió una contusión en el primer dedo de la mano izquierda; erosión en la muñeca izquierday erosión en región pretibial izquierda; la madre sufrió cefalohematoma en región frontal, una contusión en el cuarto dedo de la mano derecha, unacontusión en el brazo izquierdo y erosiones en ambas muñecas y la principal víctima sufrió una contusión labial, un hematoma en región cigomática izquierda, artritis temporomandibular izquierda y un hematoma en codo izquierdo.

Por todo ello, la sala decidió condenar a prisión de un año y seis meses por cada uno de los tres delitos de coacciones graves; a prisión de un año y seis meses por delito continuado de amenazas graves no condicionales; y a dos multas y orden de alejamiento por el delito continuado de coacciones leves y por cada uno de los tres delitos leves de lesiones. 

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