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Más de 60 kilos de precursores de explosivos, 25 de speed y 500 petardos: el peligroso arsenal de un burgalés

El detenido, que ya está en prisión, fabricaba artesanalmente en los bajos de un edificio habitado material explosivo de distinta índole y utilización

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Más de 60 kilos de precursores de explosivos, 25 de speed y 500 petardos: el peligroso arsenal de un burgalés
O.R.R
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Más de 60 kilos de precursores de explosivos, con 200 tipos de productos químicos, así como medio kilo de mezclas explosivas ya preparadas para explosionar, material de laboratorio y 500 petardos y bengalas. Esto es lo que se han encontrado la Guardia Civil en los registros practicados -dos domiciliarios y uno más a la lonja garaje- en el marco de la operación Marco Palo y que se ha saldo con la detención de un hombre, de 31 años y que ya se encuentra en prisión, y el desmantelamiento de un taller y depósito ilegal de explosivos.

Y no solo explosivos, porque tambien tenía 25 kilos de speed, una de las mayores aprehensiones en Castilla y León, así como medio kilo de diversos estupefacientes. Todo ello se ha incautado en le marco de la operación Marco Polo, ha desmantelado un peligroso taller y depósito ilegal de explosivos que se encontraba ubicado en un bloque de viviendas de Burgos.

La operación ha contado con un importante dispositivo de seguridad, siendo determinante la actuación de los TEDAX especialistas en desactivación de explosivos, ante la presencia de mezclas explosivas ya preparadas, con alta probabilidad de explosión ante una manipulación inadecuada.

Investigado desde el año pasado, este vecino de la capital burgalesa estaba relacionado con la adquisición y almacenamiento de manera ilícita, de materiales precursores de explosivos, varios de ellos procedentes del mercado negro ya que su venta a particulares sin licencia está prohibida en la Unión Europea.

El sospechoso había recibido material de laboratorio y sustancias químicas precursoras de explosivos por paquetería, a través de envíos nacionales e internacionales. Trasladaba el contenido a una lonja garaje ubicada en los bajos de un edificio de vecinos, que usaba como taller de fabricación y almacén.

Las indagaciones llevadas a cabo por los investigadores destaparon que era un gran aficionado a los artefactos explosivos y pirotécnicos, y tenía un alto conocimiento de la materia, ya que había trabajado en el pasado en empresas del ramo.

El detenido contaba con una prensa hidráulica en la lonja, de gran volumen y peso, que serviría para el prensado y moldeado de las mezclas explosivas ya elaboradas. Así se obtenía el granulado correcto y la forma adecuada al recipiente contenedor donde se introduciría finalmente. Esto demuestra que el producto estaba dirigido a la venta clandestina en el mercado negro, de la que se lucraba.

El informe preliminar elaborado por los TEDAX recoge la peligrosidad de este taller ilegal de producción artesanal de material explosivo, donde se manipulaban y almacenaban -sin ninguna medida de seguridad- precursores y productos químicos en un mismo espacio, lugar confinado y no ventilado. Todo ello bajo una grave y real amenaza de incendio o explosión fortuita en una zona urbana densamente habitada.

"Un fanático de los artefactos explosivos y pirotécnicos"

"Tenemos prácticamente la convicción de que no quería causar daños contra personas y contra bienes. No era un terrorista y no quería utilizar estos explosivos en hechos violentos", ha explicado, en declaraciones recogidas por EFE, el capitán del grupo de Información de la Guardia Civil de Burgos, Alejandro Hernández, en una rueda de prensa a la que ha asistido el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicolás Sen. 

El detenido, en prisión provisional y sin fianza desde este lunes, "es un fanático, un amante de los artefactos explosivos y pirotécnicos", que había trabajado en varias empresas de pirotecnia, tenía tanto los conocimientos como la capacidad para fabricar explosivos y que producía sus propios artificios explosivos caseros. 

Solo habría hecho falta una chispa, una fuente de calor o incluso el mero el encendido de un interruptor, según la información que les facilitaron los TEDAX, la unidad especializada en desactivación de explosivos, lo que suponía un riesgo que obligó a agilizar la operación, que arrancó en septiembre de 2023.

Aún así, el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, el teniente coronel Alfonso Martín, ha asegurado que durante la operación policial no hubo riesgo para los vecinos de la plaza San Bruno, donde se localizaba la lonja y la vivienda del detenido, por lo que no se barajó la posibilidad de un desalojo.

Las investigaciones han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción Nº 4 de Burgos y llevadas a cabo por el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia de Burgos apoyado desde la Jefatura de Información. En el dispositivo han participado también el Grupo de Desactivación de Explosivos (GEDEX), Policía Judicial, Grupo Cinológico, USECIC y Seguridad Ciudadana de esta Comandancia.

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