El actual déficit de profesionales en el Área sanitaria de Salamanca ha conllevado la contratación, en un número creciente, de médicos que, aún teniendo el grado de medicina homologado, carecen de título de especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Esta circunstancia que se está detectando, sobre todo, en los servicios de Atención Primaria del medio rural, tal y como explica Pablo Baz, vocal de AP en el Colegio Oficial de Médicos.

En total, en el caso de Salamanca la Consejería de Sanidad ha contratado hasta 18 personas sin título de especialista de Medicina de Familia, el doble que en el año 2021. Baz reconoce que la capital charra no es de las provincias más afectadas, pero "se incrementará". Hasta el 30 de septiembre de 2023: Burgos (54), Ávila (50), Segovia (30), Zamora (26), Palencia (19), Valladolid (14), León (13) y Soria (11).

Para el Colegio de Médicos no es este un asunto menor pues lo que está en juego es la preparación de estos jóvenes médicos que tendrán que cuidar de nuestra salud en un futuro próximo, por lo que exigen a las administraciones competentes que se subsane esta situación para que esta formación cumpla con los criterios de calidad exigible. "La equidad debe ser igual para todos".

En cualquier caso, para erradicar el problema son conscientes de que no existe ni una receta mágica ni una solución posible a corto plazo, ya que son muchos los médicos que se están jubilando, "los de la generación del 'baby-boom'. Ha habido una mala planificación desde hace años". 

"Formar a un médico son seis años de carrera, estudiar el MIR otros cuatro años de especialidad. En el mejor de los casos, once años es lo que cuesta formar a un médico, no son suficientes los que salen por los que entran. Lo que están haciendo a nivel nacional y regional es contratar a médicos sin la especialidad, es decir que no son especialistas acorde a la normativa europea del año 95".

"Son médicos graduados, acaban la carrera. Su origen es mayoritariamente extracomunitario, sudamérica fundamentalmente. Vienen con el grado, lo homologa el ministerio y los sistemas sanitarios de las comunidades autónomas los contratan. No es lo mismo que te atienda alguien que ha hecho una correcta formación en España o territorio Europeo a que te atienda alguien que acaba de terminar, no es lo mismo".

Baz lo tiene claro, "para trabajar en el sistema público tienes que tener la carrera, el MIR y una formación obligatoria de cuatro años. Ahora se está contratando en base a un decreto que salió a raíz de la pandemia COVID, se podía contratar graduados para cubrir esas necesidades asistenciales que hubo, pero ya no debería ser legal".

Entonces las comunidades y las gerencias "se agarran" a este decreto que está derogado, pero "hay un vacío legal". El Ministerio de Sanidad y las comunidades "no se mojan porque les interesa a todos, los contratan para cubrir puestos de difícil cobertura , fundamentalmente las zonas rurales".

Algo que, sin duda, podría afectar a la "seguridad del paciente, el riesgo de que no te atiendan correctamente es muy alto y más sin son patologías complejas. Dentro del sistema privado esto ya ocurre".

Por todo ello, reivindican la adopción de varias medidas que deberían implantarse a nivel autonómico y nacional. Ser conscientes de que no se puede dar un título de especialista exprés y no dejar escapar el talento.