Un edificio como la Catedral de Salamanca atesora cientos de obras de arte custodiadas durante siglos, desde lienzos a tallas, platería y mobiliario. Y por mucho mimo que pongan sus responsables, todas pasan tarde o temprano por 'chapa y pintura' y entran en un taller de restauración.

Le ha llegado el turno a una talla de la Purísima fechada a mediados del siglo XVII y rescatada del incendio del antiguo Seminario de Carvajal, que ardió por los cuatro costados allá por 1999. La figura, ennegrecida por el humo "se pudo salvar y se trajo a la Catedral. Desde entonces está almacenada", explica el historiador del arte y empleado de la seo Raúl Benito, quien colabora mano a mano con el canónigo Antonio Matilla en la conservación y gestión del patrimonio.

Raúl Benito, en la Catedral de Salamanca. (Foto: A. Santana)

La talla de la Inmaculada Concepción, elaborada en madera de pino, quedó completamente cubierta de hollín y no se puede mostrar al público. El especialista Raúl Benito aclara que se redactaron varios proyectos de restauración "para ver cuál se ajustaba mejor a esa talla particular, no atendiendo sólo a lo económico, sino sobre todo buscando la integridad de la pieza, la mejor intervención..." También elaboraron un estudio "para tener toda la información sobre la imagen" y poder catalogarla.

La figura "estaba negra, con hollín, humo... se intuye que hay una policromía debajo"

El plan elegido pasó por la mesa de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta y ésta le dio el visto bueno. "Ahora tendrá lugar el proceso de restauración" como tal. "El siguiente paso es que el taller venga a buscar la pieza, se la lleven y sigan los pasos del proyecto". La figura "estaba negra, con hollín, humo... se intuye que hay una policromía debajo". Una vez limpiada, se verá qué partes le faltan "y cuáles habría que restaurar".

Hay que tener en cuenta que todo el patrimonio restaurado en la Catedral tiene un uso cultual. No es un museo. Todo tiene un uso 

Cuando todo termine y la imagen luzca como nueva, volverá a la seo. "La idea es exponerla, en alguna capilla de la Catedral o espacio por determinar para que la gente la pueda ver y rezar. Hay que tener en cuenta que todo el patrimonio restaurado en la Catedral tiene un uso cultual. No es un museo. Todo tiene un uso. En este caso, para el rezo; si es platería, para la liturgia... es una cuestión que hay que tener en cuenta. No es igual una restauración histórica de una pieza que para un uso cultual".

El 'tempo' del mundo del arte es único. Raúl Benito prefiere no especular sobre cuándo terminará la restauración porque "depende de cada pieza". Uno de los útimos cuadros intervenido tardó cinco meses en estar listo. "No es igual un barniz que una policromía que no existe, que recuperar partes pictóricas perdidas... cada pieza es única".

El plan director y la sorpresa escondida

La Catedral sigue un plan director para reparar sus piezas. "Hay una lista de obras en orden de preferencia", comenta Raúl Benito. "Es necesario para no ir a salto de mata. Hay que hacer las cosas con rigor. Se ha trabajado muchísimo en los últimos años, sobre todo en las capillas del claustro y en alguna de la Catedral Nueva y hay que seguir".

El año pasado terminó la restauración de un lienzo ('Cristo con la Cruz a cuestas') y hace dos se pusieron a punto 'La expulsión de los mercaderes' y 'La matanza de los inocentes'. El retrato del presidente de la Chancillería de Valladolid también pasó hace poco por 'chapa y pintura'.

Limpieza del cuadro 'La matanza de los inocentes'. (Foto: Diócesis Salamanca)

Ahora mismo está 'en el taller' un Cristo Novohispano del siglo XVII, exhibido en la Catedral Vieja y elaborado originalmente con pasta de maíz.

Y, a lo largo de este 2024, confían "al menos" en comenzar también con la restauración de la tabla 'Llanto sobre Cristo muerto'. La pieza, expuesta en las antiguas salas capitulares de la Catedral Vieja, sufre un problema en la junta de las tablas por culpa de la mala conservación que sufrió en el pasado. Es una pieza "importante" de la escuela hispano flamenca. 

Detalle de la tabla 'Llanto sobre Cristo muerto', que será recuperada este año. (Foto: A. Santana)

De camino a las salas capitulares pasamos junto a la capilla de Santa Bárbara, que en 2019 regaló a la Catedral (y a Salamanca) una increible sorpresa: durante el proceso de restauración del retablo del siglo XVI se descubrieron unas pinturas góticas ocultas durante cinco siglos. "Nunca se sabe que te puedes encontrar", admite Raúl Benito, "por eso hay que hacer las restauraciones bien, catalogando cada pieza y atendiendo de forma particular. El retablo de Santa Bárbara fue una sorpresa que no entraba en el plan original, porque al retirar el retablo aparecieron las pinturas". Es "relativamente fácil" que en un edificio con tanta historia "queden vestigios anteriores", pero "una sorpresa como la de Santa Bárbara no es común", concluye.