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Un congreso en Zamora rescata la figura del salmantino Fernando Gallego, el Julio Verne español
El ingeniero salmantino diseñó un túnel para unir España con Marruecos, algo que se estudiado en el III Congreso de Historia
El "túnel flotante" ideado hace casi un siglo por el ingeniero salmantino Fernando Gallego Herrera (1901-1973) para unir España y Marruecos ha emergido durante el III Congreso de Historia de Zamora, que se clausura este sábado.
La documentación y los planos de esa revolucionaria infraestructura del año 1928, apadrinada por Alfonso XIII pero que quedó en el olvido con la llegada de la II República y nunca llegó a ejecutarse, se conservan desde este año en la Escuela Superior Politécnica de Zamora de la Universidad de Salamanca, cuyo profesor Evelio Teijón ha rescatado del olvido.
Considerado un adelantado a su tiempo, Gallego Herrera ha sido definido como "el Julio Verne o el Indiana Jones de la ingeniería" por ser un visionario y un aventurero que aportó innovaciones a la construcción civil, y trabajó en distintos países en la ejecución de grandes infraestructuras como la presa de Asuán o el canal de Panamá.
También fue inventor del 'Aerogenio' un avión que funcionaba con aire comprimido y del que llegó a construir tres prototipos, aunque el fracaso de ese proyecto, que Teijón atribuye a un sabotaje, contribuyó también a que quedara en los cajones el túnel de catorce kilómetros que iba a cruzar el estrecho de Gibraltar.
Su diseño, según explica a EFE el doctor en ingeniería de la construcción que ha intervenido en el congreso zamorano, consistía en ejecutar ese nexo de unión subterráneo entre dos continentes con una tubería gigante que quedara semihundida, fondeada y amarrada con unos cables de acero como los utilizados un lustro después en la construcción del Golden Gate.
El sistema es similar al que se utiliza para construir ahora, 95 años después del proyecto de Gallego Herrera, un túnel submarino flotante entre los fiordos noruegos.
Pero la vida de ese ingeniero de Caminos, Canales y Puertos dejó muchos más pasajes para la historia.
Quienes hoy utilizan el metro de Barcelona quizá desconozcan que recién terminados sus estudios Gallego Herrera se incorporó a las obras para soterrar el metropolitano e ideó un sistema de drenajes para evitar las filtraciones de agua.
Pero su mayor aportación a la ingeniería fue el arco funicular, un novedoso sistema constructivo de puentes para la época que llegó a patentar.
En los años que vivió fuera de España tuvo tiempo de dar la vuelta al mundo en avión con escalas, lo que según asegura Teijón, le convirtió en el primer español en hacerlo.
También trabajó en grandes infraestructuras hidráulicas y dirigió proyectos en la época del telón de acero, tanto para Estados Unidos como para la antigua URSS.
Nacido en la localidad salmantina de Villoria en 1901, Gallego Herrera falleció en Pamplona en 1973, aunque su última obra puede observarse estos días de visita a los cementerios en Logroño, la ciudad en la que pasó sus últimos años y en la que fue enterrado en un mausoleo que sobresale en el camposanto de la capital riojana.
"La vida de Fernando Gallego Herrera es un caso singular y extraordinario en el olvido de la ingeniería española", ya que su figura es "poco valorada" pese a ser su trayectoria profesional "absolutamente excepcional", declara Evelio Teijón, para reivindicar el conocimiento de ingeniero con una vida de película.
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