Manifestación contra la caza con galgos y otras razas de perros: "Que se prohíba de una vez"

La Plataforma NAC (No a la caza) vuelve a salir a las calles de Salamanca en contra de la enmienda impulsada por el grupo parlamentario socialista para excluir a los perros de caza y de trabajo del proyecto de ley de protección, derechos y bienestar animal al considerar que todos los perros son iguales ante la ley y, por tanto, merecen el mismo trato.

Raquel, portavoz de la plataforma, ha asegurado en la Plaza Mayor que su prioridad es conseguir que España "prohíba de una vez" la caza con perros "porque la gente que vivimos en el rescate de los animales somos conscientes del abandono horrible en el que viven los perros utilizados para este fin, sobre todo, galgos y podencos".

Aunque aseguran, "no hay datos". Según un estudio de la fundación Affinity el fin de la temporada de caza es el principal motivo de abandono de perros en España. "A estos datos hay que sumar los perros abandonados durante y antes de empezar la temporada de caza, nuestros cálculos son de más de 114.000 perros abandonados cada año, provenientes de la caza".

La plataforma argumenta que excluir a los perros de los cazadores en la nueva ley de protección, derechos y bienestar animal supone discriminar a los perros por la actividad que ejerzan, lo que supone un "retroceso y puro racismo obsoleto".

En ese sentido, los convocantes consideran que no tiene ningún sentido que unos perros queden protegidos y amparados por ley y otros no, algo que supondría perpetuar el maltrato animal en España. "Una Ley debe ayudar a avanzar a una sociedad y no mantenerla impune a las injusticias".

Por eso, "queremos hacernos oír en una ciudad que es muy cazadora". Cada mes de febrero, la Plataforma NAC (No a la Caza) convoca a nivel estatal una manifestación para promover y concienciar sobre el fin de la caza y en particular la caza con perro.

Recuerdan que España es el único país de la Unión Europea donde aún está permitida la caza con galgos y podencos y afirma que estas razas son especialmente castigadas por el "tiempo de vida útil" que tienen, y las formas de acabar con los individuos que ya no quieren son especialmente crueles.

Afirman que los criadores ilegales y los cazadores "mantienen" rehalas enteras en bunkers, zulos, cuevas e instalaciones de difícil acceso o poco transitadas, "lo que les convierte en seres invisibles, excluidos de cualquier consideración estadística".