A Perfumerías Avenida le están saliendo alas. El equipo salmantino ha ido mejorando de forma paulatina y ahora se le ve ganar y también jugar con regularidad. Lo que es más importante, lo logra hacer de una forma coral y así logra mantenerse en lo más alto de su grupo de Euroliga que, a estas alturas, es un gran paso. Comenzar a marcar diferencias antes de iniciar la segunda vuelta puede ser definitivo.

El nombre de DVTK no es de esos que más suenan en el pabellón de Würzburg después de tantos años en la Euroliga pero precisamente por esa experiencia en la máxima competición continental se sabe que hablamos de una competición donde no hay convidados de piedra y el conjunto húngaro, más allá de lo que indicara su balance de victorias y derrotas, lo había demostrado en los duelos que ha disputado este año. Tan solo Cukurova le ganó con relativa facilidad y el triunfo ante Girona era un aviso de que no había que fiarse y, sobre todo, había que intentar no dejarse llevar por su juego.

El DVTK es uno de esos conjuntos 'de acción dormidina', capaz de sentirse cómo cuando busca posesiones largas con paciencia hasta encontrar cómo cortar sobre la zona para acabar en penetración o doblar para la canasta fácil, pero que también sabe acelerar en momentos puntuales con Guirantes y Bernath. Capaz parar el ritmo de los partidos y busca aprovechar el error o el desacierto del rival y asegurar puntos propios que al final generan dudas. Por ahí, y también con una defensa muy pegajosa sobre balón en exterior, doblegó a Girona y Avenida sabía que si algo tenía que ponerle al inicio de partido era intensidad. Ante la parsimonia que buscan la escuadra húngara, meter revolución, darle 'red bull' a su ritmo de juego. Y lo calcó el equipo salmantino con un muy bien inicio fundamentado sobre todo en una defensa presionante sobre la jugadora con balón que le permitió forzar el error rival, recuperar y correr. Sumado eso a la verticalidad al aro en los cortes, las de Íñiguez se iban diez arriba antes del primer tiempo muerto de Volgyi.

Apareció Bernath, con sus penetraciones, y en estático erró en la búsqueda de interior Avenida lo que permitió a su rival recortar su desventaja y obligó al tiempo muerto local, 17-13. La base húngara le metió más ritmo al ataque de las suyas y eso sumado a que Avenida solo encontraba puntos en un par de conexiones entre Fasoula y Domínguez -jugada que va camino de patentarse-, la igualdad se imponía al final del cuarto, 21-18.

Se estrenaba Onyenwere en el primer ataque del segundo cuarto y aunque se le escapó otra canasta fácil en penetración, solo verla moverse sobre la pista o asegurar el balón en pases complicados permite saber que ofensivamente puede aportar mucho y tampoco regatea esfuerzo atrás. Se iba aplaudida al banquillo tras un triple de Cazorla y en la antesala de otro de Crvendakic tras los que se ganaba algo de distancia, 33-24. DVTK permite el tiro y eso en un buen día hay que aprovecharlo.

Con duelo entre Reisingerova y Green bajo los aros para seguir con atención incluso con el balón lejos de su alcance, en Avenida se ajustaba bien permitiendo tiros fáciles y el equipo salía muy bien a la contra con una Leo Rodríguez valiente hacia el aro y abriendo para otro triple de Silvia Domínguez antes de anotar ella misma para situar el 42-27. Eso sí, todo el mundo pudo comprobar eso de que el DVTK se parece a un junco difícil de doblegar por el equipo húngaro no se descomponía a los arreones de Avenida y se iba al descanso en partido, 44-35. 

Desde la defensa, Avenida trabajó en la reanudación, con Cazorla mostrándole Guirantes su 'efecto pegatina', Crvendakic presta al rebote y Carleton mostrando efectividad ofensiva para el 48-35. Se jugaba con inteligencia en transición y el triple de Vilaró permitía abrir un poco más la brecha antes del tiempo muerto visitante. 

Crvendakic sumaba para el primer +20 de partido en minutos del tercer cuarto en los que Perfumerías Avenida conseguía jugar en transiciones rápidas y lo hacía con acierto. Manteniendo un ritmo siempre alto, con constantes rotaciones en banquillo, lograba que en siete minutos su rival solo acumulara cuatro puntos y en aro rival empezaban a lucir todas. Había ganas de ver a Onyenwere en ataque y se celebraban sus puntos desde banquillo y desde la grada. 

Con +23 se afrontaba el último parcial con el primer objetivo de no dejarse ir, aunque con el equipo tan metido no parecía riesgo y de hecho en un visto y no visto, y tras cinco puntos de Nogic y una canasta de Gulbe se iba 30 arriba. Siguieron las rotaciones con todo el mundo sintiéndose partícipe, se siguieron marcando diferencias y así se confirma que el 'efecto Red Bull' ha llegado a Avenida y le ha dado alas.