circle
Reels

José Luis Mateos, del niño que se "complicó la vida" con 14 años al posible alcalde de Salamanca

José Luis Mateos competirá con Soledad Murillo para liderar al PSOE en las próximas elecciones municipales. Dejando de lado la política, ¿quién es el actual portavoz del PSOE en el Ayuntamiento?

José Luis Mateos, del niño que se "complicó la vida" con 14 años al posible alcalde de Salamanca
José Luis Mateos, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Salamanca (Foto: A.sA
María  Pedrosa García
María Pedrosa García
Lectura estimada: 5 min.

La política forma parte de una esfera que a priori resulta desconocida para la mayoría de la población e incluso indiferente. Actúa como un ente lejano del día a día de los ciudadanos, personal y profesionalmente hablando, aunque a nivel local las distancias puede llegar a reducirse. Con el fin de salvar tal disparidad, TRIBUNA ha querido conocer el lado 'escondido' de los dos candidatos a liderar el PSOE de Salamanca. José Luis Mateos y Soledad Murillo se enfrentan este 11 de diciembre. Mientras tanto... ¿quién y cómo es el Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Salamanca?

El joven, nacido en Salamanca y afiliado al PSOE desde que tenía tan solo 14 años, valora la belleza de la capital charra mientras que paseamos por sus calles. Habla de "la mejor plaza del mundo", un "orgullo" para cualquier persona que, como él, haya "nacido, vivido y trabaje en Salamanca"

"Tengo muchos recuerdos", reconoce, "ir a dar de comer a los patos de la Alamedilla, aunque no se puede, pero todos los hemos hecho. Ir a las ferias, al rastro, comer los sábados en casa de la abuela, ir al colegio (salesianas y salesianos), pasar tiempo con mis padres y mi hermana, y ahora con mis sobrinos... Aunque a día de hoy el tiempo escasea. El día a día es ajetreado, duermo y descanso poco, e intento dedicar el máximo tiempo posible a la ciudad". 

Hay profesiones que dicen ser vocacionales, pero... ¿cómo surge la llamada a ser alcalde de tu localidad? "He de decir que fue precoz. A los 14 años quise afiliarme a las juventudes socialistas (sin ningún tipo de vínculo familiar). Nunca esperé llegar a un puesto de responsabilidad política, lo mío fue un compromiso como puede de otra manera en otro ámbito de carácter social. En mi ámbito fue la política. Después con el paso el tiempo me fue gustando todavía más y me ofrecieron oportunidades para adquirir responsabilidades y después en el Ayuntamiento. No sé decir que no, cuando se me plantea un compromiso y creo en él, nunca digo que no. Quería contribuir a la sociedad desde un punto de vista progresista, de los derechos, de la igualdad y que se podía hacer desde la política municipal. Mi primer contacto con la política diría que fue con alcaldes de la provincia y decidí dar el paso", cuenta. 

Ese paso fue complicado, especialmente para su familia, pues se está "muy expuesto". "La política es apasionante porque contribuyes a ayudar a los demás, pero tiene una parque negativa, a veces somos muy incomprendidos. Nadie nos obliga a estar, pero en ocasiones te ves muy expuesto a críticas. Las acepto si son razonadas, pero a veces ves que se dicen cosas de ti que no son nada verdad.

Retomando su decisión, no deja de ser sorprendente que a los 14 años se tenga la madurez como para llevar a cabo una decisión de tal "compromiso", como usted mismo califica. "Bueno, con 14 años ya participa en la Asociación de Alumnos del colegio, el Consejo Escolar... cuestiones 'no habituales'. Decidí complicarmela vida con esa edad y mientras que algunos amigos se dedicaban a jugar a la play o cualquier otro videojuego, bajaba a la sede del PSOE a acudir a reuniones y conocer lo que era la política real", explica. 

Saltándonos toda la parte profesional y parándonos en el que se pretende, sea el punto y a parte de su historia en Salamanca, llegó al Ayuntamiento de su ciudad. ¿Cómo es ese día a día del político qué tanto soñó con llegar a ser? "En la política no hay horarios. Cuando uno sale no sabe a qué hora va a volver. Unos días llegas pronto y otros bien entrada la noche o incluso de madrugada. Hay reuniones, llamadas, hay encuentros, viajes, cenas, comidas... todo menos orden. Este es el horario de una persona que quiere dedicarse a la ciudad a través de la política", contesta. 

Parte de la culpa de tales horarios es su presencia en todos y cada uno de los barrios que conforman la ciudad, ¿ha descubierto cosas nuevas en la capital? "Es verdad que he ido descubriendo diferentes perspectivas de las personas que forman parte de los barrios. Los barrios sin personas no son nadie y es lo que hacía falta, una persona cercana al día a día de las personas. Mi teléfono personal lo puede tener cualquiera, cada día recibo mensajes de gente que me traslada problemas del día a día; que se ha roto una baldosa, se han quedado sin agua, sin luz, que el contenedor está roto... todo eso es la política municipal y a mí es lo que me gusta. Que cualquier vecino de Salamanca pueda dirigirse a mí". 

¿Qué le gusta hacer a José Luis Mateos en sus ratos libres? "Puf... diría que es justo antes de irme a dormir. Me gusta leer libros, ver alguna serie... disfrutar de mi pareja, de mi familia, viajar, hablar con mis amigos...". 

¿Y cómo es tener un amigo político? ¿Podrías tener amistad con personas diferentes ideológicamente hablando? "Como mis amigos son los de siempre, se han acostumbrado. Intentamos no hablar de política cuando quedamos, pero a veces es inevitable. La mayor parte de mis amigos, como sucede normalmente, están fuera, y nos juntamos en puentes, navidades, vacaciones... y hablamos de cosas diferentes. Y sí, podría ser amigo de una persona que no pensara igual que yo. Hay personas que piensan diferente, soy tolerante. Creo que no hay que enfadarse con nadie por temas políticos. Todos vivimos en sociedad y debemos contribuir a mejorar lo que tenemos a nuestro alrededor". 

Además, también sigue la actualidad deportiva, estando presente en muchos de los partidos de los equipos charros. ¿Qué forma adquiere en su vida el deporte? "No soy muy deportista. Debo reconocerlo (risas). Aguanté jugando al fútbol sala hasta primero de ESO y después mi vida deportiva acabó definitivamente. Pero sí sigo la actualidad y especialmente la local. Soy tranquilo como aficionado, era socio de la UDS, iba con mi abuelo a ver los partidos y su desaparición la sentí mucho en la ciudad. Me unía mucho el sentimiento hacia la Unión como muchos salmantino", confiesa. 

La competición sobre el césped o en la cancha a las urnas. ¿Cómo está viviendo estos días? "Las primarias son un proceso democrático y me lo tomo como lo es. Un proceso normal en el que los militantes tienen la última voz para elegir quién quiere que les represente en la candidatura para las municipales en el próximo mes de mayo. Pero a mí la competición que más importante me resulta es la que tenemos que ganar en el mes de mayo y se la tenemos que ganar al Partido Popular. La última vez estuvimos muy cerca de ganar y de gobernar después de muchos años y esta vez nos falta el empujón definitivo para lograrlo", argumenta. 

Luchándose ahora el Mundial... ¿espera llegar a cuartos? "Creo que en 2019 llegamos a la final y el árbitro que era Ciudadanos no fue muy imparcial y no quiso tener en cuenta las opciones de los dos equipos, sino solamente la de uno. Si el VAR hubiera estado activado, hubiéramos gobernado nosotros. Más allá de términos futbolísticos quién realmente perdió fue la ciudad que pide un cambio a gritos después de 30 años de Gobierno del Partido Popular, un partido cada vez más fuera de la realidad y radicalizado", afirma. 

¿Se ve como alcalde? "Yo me presento para ser alcalde. Aunque haya gente considere que puede haber otras opciones, que es legítimo, trabajaré incansablemente, como estos últimos años, para que haya un alcalde socialista y, en particular, me presento para serlo yo", sentencia. 

Así, de la que pretendía ser una entrevista formal, ha acabado por convertirse en una conversación con una reflexión en boca del propio protagonista: "Hay José Luis Mateos más allá. La política no lo es todo, afortunadamente. Somos personas, somos de carne y hueso. A mí me encanta ser una persona normal, que me traten como a una persona más".